La llegada al Perú de Alejandro Toledo –extraditado desde Estados Unidos– para enfrentar en proceso judicial las acusaciones por gran corrupción en el caso Lava Jato, hace necesario recordar con precisión los hechos por los que será juzgado.
Por eso, IDL-Reporteros presenta ahora una selección de los principales artículos de investigación y reportaje en profundidad que este medio publicó durante los años decisivos en los que dedicó su esfuerzo central a investigar y revelar los hechos ocultos de Lava Jato, el mayor caso de corrupción en el Perú y el Hemisferio.
Hemos seleccionado 22 publicaciones sobre el caso Toledo, organizadas cronológicamente desde 2013 hasta noviembre de 2021. Seguirlas permite ver el progreso, casi siempre dramático, de la investigación, conforme esta avanza desde las primeras mentiras hasta las grandes revelaciones, confesiones; y a la documentación que permitió reconstruir en detalle granular las negociaciones, los montos de las coimas y la ruta de los pagos clandestinos hacia el destinatario principal de los sobornos.
El dosier explica a la vez tanto lo que pagaron las coimas (ganar el contrato o concesión de las obras), como la manera en la que las empresas corruptoras (Odebrecht, sobre todo, pero no solo ella), se resarcieron plenamente del costo de los sobornos y multiplicaron su lucro mediante sobrecostos que los coimeados aprobaron expeditivamente.
Toledo es el personaje central, pero no el único, en este dosier de 22 reportajes. El caso Lava Jato involucró a todos los presidentes que tuvo el Perú entre 2001 y 2020; y a una cantidad de otros candidatos, de gobernantes regionales, municipales, empresarios, abogados, periodistas que no deja de sorprender en el recuento. Varios de sus casos se entrecruzan, de una u otra forma, con el de Toledo y son, por eso, mencionados.
El dosier contiene información precisa y corroborada, que resulta indispensable para comprender la magnitud del caso Toledo, junto con los detalles que probablemente se alegarán en el juicio.
La avalancha de desinformación en proceso, que se desatará con fuerza en los próximos días intentará oscurecer y distorsionar la realidad. Para cargar sobre la democracia y las fuerzas democráticas la responsabilidad por los robos de Toledo; y a la vez para soslayar u ocultar las cutras y delitos concomitantes perpetrados por las personas y grupos afines a los intereses de los desinformadores.
Pero como se sabe –y se verá con toda claridad en este dosier– el caso Lava Jato involucró a virtualmente todas las fuerzas e ideologías políticas y grupos políticos empresariales. Es verdad que Toledo infligió un gravísimo daño a la democracia al burlar las expectativas de los millones de peruanos que esperaron que –después de derrocada la dictadura fujimorista y revelado su obsceno nivel de corrupción– surgiera una democracia abocada a los principios de honestidad y austeridad republicanos.
Pero su corrupción, y la de otros, pudo descubrirse e investigarse gracias al periodismo de investigación y las fiscalías independientes, cuya misma existencia hubiera sido imposible bajo una dictadura. Toledo no desprestigió la democracia sino, por lo contrario, demostró que esta –aunque sufra de una crisis severa– es capaz de investigar y acusar a quienes burlaron mediante el robo, el noble mandato de la representación de un pueblo que acababa de conquistar su libertad.