Medios brasileños, como el diario Folha, Veja.com, Estadão y otros, revelaron este jueves, 25 de febrero, que los esposos João Santana y Mónica Moura, así como su abogado, Fabio Tofic, alegaron que recursos obtenidos por una empresa del publicista procedían de pagos hechos por la constructora Odebrecht por sus servicios como consultores de campañas políticas de Angola, Venezuela y Panamá.
Sin embargo, en un resumen de sus declaraciones, divulgadas ayer por Epoca, una publicación del diario O Globo, Moura dijo no saber con precisión quién le pagó en Panamá. Negó haber recibido dinero de Odebrecht en 2014. Si recibió algún dinero –dijo– se dio por medio de alguna offshore relacionada con la campaña de Panamá, pero que no sabe precisar exactamente el origen, ya que su contacto era con el cliente/contratante [José Domingo Arias, de Cambio Democrático-CD] y los pagos se daban por medio de una offshore que no identificó.
A su vez, Santana dijo que estuvo con Marcelo Odebrecht una vez, en un evento social, pero que no mantiene ninguna relación comercial con él. Dijo que tuvo contacto con funcionarios de Odebrecht en el extranjero cuando estaba trabajando en las campañas electorales para acceso a obras y apoyo logístico, y que escuchó de la sociedad Klienfield por la prensa.
No obstante, su empresa Shellbil Finances firmó un contrato con la sociedad Klienfield, que está identificada plenamente como una de las offshore vinculadas a Odebrecht y que giró dinero a cuentas de empresas panameñas en Suiza, cuyos beneficiarios finales eran ejecutivos de Petrobras.
La Prensa contactó a Odebrecht en Panamá y esta dijo que “no realizó ningún aporte relacionado con la campaña presidencial panameña de 2014”. El excandidato presidencial de Cambio Democrático José Domingo Arias, a través de uno de sus empleados, dijo que no daría declaraciones.
También se llamó al presidente del partido Cambio Democrático y expresidente de la República Ricardo Martinelli, pero cortó la llamada luego de que el periodista se identificó.
También se trató de contactar a personas allegadas a la campaña de Arias, como José Muñoz, Alma Cortés, Gisela Porras, Rómulo Roux, pero no respondieron a las llamadas ni los mensajes remitidos a sus chats.
Banca envió informes a la UAF
A pesar de que hace 11 meses los fiscales de Brasil solicitaron a Panamá información sobre las cuentas bancarias de la sociedad Constructora Internacional del Sur, S.A., –la cual está vinculada a la Constructora Norberto Odebrecht, S.A.– la cooperación de este país en la llamada operación Lava Jato ha sido poco menos que nula.
A tal punto ha sido carente la cooperación, que los fiscales brasileños han declarado a la prensa de su país que Panamá prácticamente se ha convertido en un obstáculo y que es el único país de los 28 a los que Brasil ha solicitado ayuda que no ha cooperado plenamente.
¿Por qué las autoridades no envían la información solicitada? La Prensa preguntó al Ministerio Público si había contestado todos los requerimientos de los fiscales brasileños. La respuesta de la Procuraduría fue que no responderían esa pregunta, porque violarían el secreto sumarial que contempla la Ley de Transparencia.
La Prensa, después de consultar diversas fuentes desde hace semanas –todas de entero crédito, pero que prefirieron el anonimato– han hecho saber a este medio que los dos bancos panameños mencionados en los expediente de la operación Lava Jato –donde tenía cuentas Constructora Internacional del Sur, S.A.– entregaron hace meses a la Unidad de Análisis Financiero (UAF) reportes de operaciones sospechosas vinculadas al movimiento bancario de esta sociedad.
Es decir, la UAF tiene esta información desde hace tiempo en sus manos. Entonces, ¿por qué no ha llegado a las manos de los fiscales de Brasil? Si tienen esta información desde hace meses, ¿qué esperan las autoridades locales para remitirla a sus colegas en Brasil?
Lo que ha pedido el Ministerio Público Federal no es poca cosa. Aunque la sociedad fue disuelta en agosto de 2014, mientras tuvo cuentas en Panamá –durante unos 7 años– recibió, al menos, unos $47 millones, $3 millones de los cuales terminaron en cuentas bancarias suizas a nombre de sociedades panameñas, cuyos beneficiarios eran ejecutivos de Petrobras.
La información que tiene la UAF procedente de los bancos implicados ayudaría a aclarar cuál fue el destino final de los $44 millones restantes, pero la información se mantiene en secreto.
Captura
La semana pasada fue capturado en Suiza una persona que manejaba las cuentas de esta sociedad en Panamá: Fernando Migliaccio da Silva. Fue a este ejecutivo de Odebrecht al que le fue hallado el documento que aparece en esta página (ver facsímil).
Según los fiscales, se trata de la constancia de una transferencia bancaria digitalizada por él, en una de las sedes del Grupo Odebrecht, en las que son coincidentes la institución bancaria, el número de la cuenta y su titular: Constructora Internacional del Sur.
En este caso, se trata de una transferencia de 5 millones de dólares desde una cuenta de la Constructora Internacional del Sur, S.A. en Credicorp Bank, que, consultado por este medio, se abstuvo de dar información sobre este antiguo cliente a causa de las leyes de secreto bancario.
Los fiscales también resaltan que el “colaborador” Paulo Roberto Costa indicó que se recibieron “ventajas indebidas [coimas] del Grupo Odebrecht a partir de la cuenta bancaria a nombre de Constructora Internacional del Sur, S.A.
“Es posible, por lo tanto, concluir que el Grupo Odebrecht, a través del ejecutivo Fernando Migliaccio Da Silva –la participación de otros aún es objeto de análisis– tenía total control sobre las cuentas de la ‘offshore’ Constructora Internacional del Sur, la cual fue utilizada para cometer diversos crímenes, muchos por los cuales el grupo empresarial y sus dirigentes están siendo procesados”, señalan los fiscales.
El Ministerio Público Federal está convencido de que el dinero que recibía la sociedad panameña era para pagar “ventajas indebidas” para obtener obras en varios países.
En este caso se menciona, por ejemplo, al presidente de Perú, Ollanta Humala, al que le habrían remitido 3 millones de dólares, así como el financiamiento de campañas electorales.
La Prensa envió un cuestionario a Odebrecht sobre el financiamiento de campañas electorales para la Presidencia en Panamá; si hubo pago de coimas a funcionarios panameños por la adjudicación de obras, y qué relación guarda Odebrecht con Constructora Internacional del Sur, S.A. La empresa se negó a responder.
Por ahora, el hermetismo en Panamá sobre este caso es notorio, hecho que ya empieza a inquietar a los fiscales brasileños.
Sociedades panameñas aparecen en el entramado
El rumbo de las pesquisas de la operación judicial Lava Jato deja en el aire una pregunta inquietante: ¿qué contrapartida se llevó Odebrecht al hacerle pagos a João Santana, el hombre que tejía a la sombra el mapa político de Latinoamérica. Según el Ministerio Público de Brasil, Santana recibió entre 2012 y 2013 $3 millones provenientes de compañías offshore vinculadas a Odebrecht.El responsable de la campaña electoral del que pretendía suceder a Ricardo Martinelli en la Presidencia –y su esposa y socia, Mónica Moura– crearon un entramado societario que, en opinión de los investigadores, tenía fines ilícitos. El supuesto emplazamiento ilegal giraba en torno a la empresa offshore panameña Shellbil Finance, S.A., que sirvió de motor de operaciones para canalizar el dinero. La Policía Federal de Brasil descubrió movimientos financieros sospechosos del Partido de los Trabajadores (PT) después de que el estratega político ayudara a catapultar a Luiz Inácio Lula da Silva a la Presidencia de Brasil. Pero el mayor hallazgo de estas investigaciones ocurrió en febrero de 2015, en la residencia del ingeniero Zwi Skornicki, cuyo patrimonio se multiplicó por 35 en solo 10 años. La Policía Federal encontró el documento que prueba pagos de Odebrecht a Santana. Se trata del contrato de consultoría, presuntamente falso, firmado entre la offshore panameña Shellbil Finance, S.A., propiedad de Santana, y la sociedad Klienfield Service Ltd., otra offshore con sede en Suiza, usada por Odebrecht para el presunto pago de coimas. Según los documentos del Ministerio Público Federal, Santana y su esposa transfirieron fondos de cuentas en Nueva York y Londres, ligadas a Shellbil Finance, S.A., y a otras sociedades, por $2 millones 786 mil 581. Solo en Panamá movieron fondos presuntamente ilícitos por más de un $1 millón entre agosto de 2010 y agosto de 2012. Los traspasos se realizaron a las offshore panameñas Tacy Ventures Group Inc., Glasston Investor, S.A. y Panamá New Hope Trading International Corp., por $1.3 millones. Además, transfirieron $200 mil en 2011 a la empresa brasileña Silvana Lagnado Hucke; y en diciembre de ese año recibieron $480 mil de Cic Consortium of International. También hicieron un depósito de $70 mil en 2012 a la offshore de Delaware (Estados Unidos) Trend Investment, y ese mismo día transfirieron $160 mil a la empresa de Bahamas Nebadon. Tres días después, depositaron a nombre de la offshore Hatley Trading Assets $545 mil dólares. En abril de 2013, transfirieron a la offshore canadiense Kistrey Trading $581 mil. También hubo otro depósito a favor de Arlington Management Corporation por $1 millón 800 mil, en junio de 2014. Para los fiscales, Marcelo Odebrecht no solo “tenía pleno conocimiento” de este plan construido, según ellos, con expedientes fraudulentos, falsas facturas y contratos de consultoría simulados, sino que era él quien los encargaba. Cuando la Policía Federal lo detuvo en junio pasado, encontró en su teléfono pruebas que apuntan a su dominio completo en estos pagos, que los fiscales sospechan que se trataba de coimas. Asímismo, los fiscales investigan 23 viajes que hizo a Panamá Luiz Eduardo Soares da Rocha, exejecutivo de Odebrecht que, como Fernando Migliaccio Da Silva –arrestado el pasado martes en Suiza– controlaba cuentas bancarias que, en su caso, estaban vinculadas a Klienfeld Services Ltd. y Constructora Internacional del Sur, las cuales ejecutaban “pagos escondidos en el extranjero por orden del Grupo Odebrecht”. Soares da Rocha, que huyó de Brasil tras ser detenido Marcelo Odebrecht, aparece en documentos requisados a este último, con las iniciales LE. —Marcello Odebrecht: “HS/LE. ¿Cómo están?, ¿van ya para fuera?”. —Marcello Odebrecht: “HS y equipo: cierren todas las cuentas que estén bajo riesgo. Hay que proteger a nuestros socios sin que aparezcamos nosotros”. Las siglas HS corresponden a las iniciales de Hilberto Silva, otro funcionario de Odebrecht que debía gestionar las cuentas cifradas. Los investigadores, concretamente, investigan el viaje que realizó Soares da Rocha a Panamá del 5 al 8 de noviembre de 2014, “lugar en el que se mantenían ingentes cantidades de dinero en bancos a nombre de las empresas offshore utilizadas por el Grupo Odebrecht”, según el sumario. VICTORIA ISABEL CARDIEL C. |
Odebrecht condiciona su ayuda
El diario brasileño O Globo reveló que Marcelo Odebrecht afirmó que quiere colaborar con las investigaciones del publicista João Santana –el exasesor del candidato presidencial por Cambio Democrático José Domingo Mimito Arias– quien habría recibido “recursos ilícitos” no declarados en el exterior. Destaca O Globo que el empresario guardó silencio el pasado martes durante el primer testimonio a la Policía Federal respecta a la vigésima tercera fase de la operación Lava Jato, dirigida contra el publicista. El acusado pidió tener acceso a los interrogatorios antes de responder las preguntas. Añadió que no desea guardar silencio, “pero no está preparado para responder”, sino hasta la próxima semana. La defensa ha solicitado que su cliente sea enviado a un complejo médico penal, pues su permanencia en la Policía Federal perjudica su derecho a la defensa.