A pedido de los fiscales argentinos, el «cuevero» brasileño Leonardo Meirelles se presentó ante la justicia de su país y entregó copias de las 4000 transferencias que completó durante años para Odebrecht y otras empresas investigadas en el Lava Jato. Entre otros, los giros que afirma que hizo para el actual jefe de la ex SIDE, Gustavo Arribas, por un total de US$ 850.000, según confirmaron fuentes tribunalicias brasileñas a LA NACION.
Meirelles aportó esa documentación sobre Arribas y otros miles de destinatarios el miércoles 7 o el jueves 8 de este mes, cuando se presentó en silencio ante una representante del Ministerio Público Fiscal brasileño, en Curitiba, junto con su abogado.
El doleiro lo hizo por necesidad. Condenado por su rol como cambista ilegal de grandes empresas brasileñas, Meirelles logró reducir su tiempo tras las rejas al convertirse en un «delator premiado» en Brasil. Pero ese acuerdo que firmó lo obliga a colaborar con los fiscales de ese país o de cualquier otro que lo pida y aportar la documentación que le requieran, con el riesgo de volver a prisión si se niega a colaborar, no cuenta todo lo que sabe o miente.
Por ese motivo, días antes de entregar las copias solicitadas desde Buenos Aires por el titular de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas, Sergio Rodríguez, y el fiscal federal, Federico Delgado, Meirelles voló a San Pablo junto a su defensor. Allí, el lunes 5, colaboró con un pedido similar de los investigadores peruanos.
Tanto a pedido de los fiscales peruanos como de los argentinos, Meirelles entregó las copias de más de 4000 transferencias bancarias que completó a pedido de Odebrecht, OAS y otras empresas constructoras brasileñas, según él mismo confesó, desde sus sociedades «pantalla» y siempre con fines delictuales: pagar coimas, lavar dinero o evadir impuestos.
Entre esas 4000 transferencias, según confirmaron fuentes tribunalicias brasileñas a LA NACION, figuran las que Meirelles completó en septiembre de 2013 a nombre del actual jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas. Es decir, los giros que Meirelles había adelantado a los investigadores argentinos el 11 del mes pasado, cuando declaró por videoconferencia desde San Pablo.
Sin embargo, tanto el testimonio de Meirelles como la documentación que entregó en Curitiba acaso hayan llegado demasiado tarde para los fiscales Rodríguez y Delgado, quienes intentan que la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal reabra la pesquisa contra Arribas.
El funcionario de máxima confianza del presidente Mauricio Macri siempre negó cualquier vínculo con Odebrecht o con el Lava Jato, y logró que el juez federal Rodolfo Canicoba Corral lo sobreseyera sin esperar las respuestas a los exhortos que el propio magistrado había ordenado a Brasil y Suiza ni otras medidas de prueba.
Poco después, el 4 de mayo, el fiscal general ante la Cámara Federal porteña, Germán Moldes, sorprendió a sus fiscales y desistió a último momento de mantener la apelación de Delgado, por lo que los camaristas confirmaron el sobreseimiento.
Rodríguez apeló entonces a Casación, en un último intento por reabrir y completar la pesquisa. Lo definirá la Sala III, integrada por Eduardo Riggi, Juan Carlos Gemignani y Ángela Ledesma, quienes recibieron visitas de operadores interesados en exponerles sus «alegatos de oreja», indicó un integrante de ese tribunal a LA NACION.

En forma paralela, Meirelles pasó de testigo a acusado, como antes le ocurrió al ex embajador en Venezuela Eduardo Sadous, quien declaró en Buenos Aires sobre la «embajada paralela» ante el régimen chavista y debe afrontar un juicio que le inició el ex ministro Julio De Vido por falso testimonio.
Arribas también denunció a Meirelles por falso testimonio y le añadió otra acusación por presunto cohecho, a mediados de mayo, y una semana después el fiscal Jorge Di Lello impulsó la acción.
«Son pagos de sobornos»
¿Qué había dicho Meirelles al declarar ante los fiscales argentinos mediante una videoconferencia? Contó que trabajó para el cambista Alberto Youssef, que todas las operaciones que hizo desde sus cuentas «eran a OAS o a Odebrecht» y que nunca volvieron rebotadas. Dijo que llegaron a destino, aunque a veces los bancos suizos «utilizan subcuentas, dentro de otros bancos, para disfrazar; para que uno no llegue al origen de quién es realmente el dueño de los recursos».
Los fiscales argentinos le insistieron: «¿Los pagamentos a Arribas podían ser únicamente de dos constructoras, Odebrecht u OAS?». Y Meirelles respondió: «Exactamente eso».
«¿En carácter de qué se le hacían esos pagamentos a Arribas?», le preguntaron. «Puedo asegurar una cosa con absoluta y cristalina verdad -replicó Meirelles- y es que todos los pagos que mis empresas realizaron en el exterior y los cobros que percibí de mis empresas allá en el exterior son pagos de soborno de alguna obra.»
Rodríguez y Delgado le consultaron entonces si alguno de los giros que completó por orden de Youssef podía tener un origen lícito. «Mis empresas no efectuaron ningún pago en el exterior para otra cosa que no fuera soborno a alguien del país de origen -replicó Meirelles-. Ninguno, sin excepción.»
(*) Hugo Alconada, de La Nación, de Argentina, forma parte de la Red de Periodismo de Investigación Estructurado, compuesta por periodistas de IDL-Reporteros, La Prensa, de Panamá; Armando Info, de Venezuela; y Sudestada, de Uruguay.