Con el reportaje de portada de hoy, 21 de diciembre, IDL-Reporteros cierra sus primeros once meses de publicaciones, iniciadas en febrero, y cierra el año 2010. Volveremos a publicar el 17 de enero de 2011.
Esta pausa de casi un mes será solo parcialmente de vacaciones. El resto será destinado a ajustar y anudar los inevitables cabos sueltos que resultaron de once meses de muy intenso trabajo a cargo de un grupo pequeño de periodistas.
Hay casos importantes por terminar, pospuestos por reportajes de mayor urgencia. A la vez, es necesario mejorar la presentación y funcionalidad de esta publicación. Hay un viejo dicho de arrieros: “en el camino, las cargas se acomodan”, que no parece trasladarse a las publicaciones electrónicas. Parece que igual que las embarcaciones, se hace necesario, sobre todo en la primera parte de su existencia, llevarlas a un dique seco, por breve que sea la estadía, para repararlas, mejorarlas, darles mayor fortaleza y mejor navegabilidad.
Apreciaremos mucho las ideas y sugerencias que en ese aspecto nos hagan llegar.
Asimismo, esos días de dique seco servirán para evaluar el trabajo de cada uno de los integrantes de IDL-Reporteros. Hemos dado nuestro mejor esfuerzo y en el proceso hemos aprendido mucho de la experiencia. Ahora nos corresponde incorporarla en un análisis con perspectiva para reconocer y luego aplicar las mejores conclusiones.
También en ese aspecto, sus comentarios serán de gran utilidad para nosotros.
Terminaré diciéndoles que hemos trabajado cada uno de los días de estos once meses sintiendo el peso por momentos enorme de la responsabilidad de investigar y sacar a luz casos que no solo tengan interés sino, sobre todo, importancia para el país, para ustedes. Cuya conclusión no solo culmine un proceso de investigación sino represente también un avance en la lucha contra la corrupción y en favor de una democracia eficiente y justa. Hemos hecho todo lo posible por servir a ustedes sirviendo ese fin. No sé si lo hemos logrado, aunque sea parcialmente, pero hemos tratado de hacerlo cada día.
Si a algo le hemos tenido terror ha sido a la equivocación, al error. Ello ha sido a veces un freno, incómodo pero necesario, que puede haber erosionado en algo el brillo o la audacia de los hallazgos, pero sin el cual el periodismo de investigación deja de existir.
Les deseamos felices fiestas. Les prometemos hacer todo cuanto esté en nuestras posibilidades por hacerles llegar un mejor periodismo de investigación el año 2011.