Reproducción de la columna ‘Las Palabras’ publicada en la edición 2263 de la revista ‘Caretas’.
El lunes 17 conversé con el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, en su despacho del piso 4 de Córpac. Pedraza dirige un ministerio marcado por una extraña disonancia entre la realidad de la percepción y la percepción de la realidad sobre la seguridad ciudadana. Pero, disonante o no, la mayoría del país considera que ese es el problema más importante de la agenda pública.
Eso debiera convertir al ministro del Interior en el funcionario público más importante o, por lo menos, el más necesario en el Gobierno. Hasta ahora tal no ha sido el caso.
Me acompañó Romina Mella, periodista de IDL-Reporteros (reporteros.pe, la publicación de periodismo de investigación que dirijo), cuyo último reportaje: “Quieren comprar pero no mantener”, con el provocativo sobretítulo de: “helicópteros que no vuelan ni caminan”, le había parecido exagerado, tendencioso y hasta de mala leche al ministro.
El reportaje de Mella, sin embargo, señalaba hechos importantes y graves. De acuerdo con él, hasta fines de noviembre,“solo siete de las 31 aeronaves que integran la flota de la Aviación Policial están operativas. […] solo en el último año, once aeronaves dejaron de volar por falta de mantenimiento”.
Para refutarlo, Pedraza, nos enseñó un informe remitido por el jefe de la Aviación Policial, que sostiene que las afirmaciones de Mella son falsas. Después de una primera confrontación entre el texto de ese oficio y la información de IDL-R, el que hizo agua fue el informe del coronel PNP Martín Mariño, director de la Aviación Policial.
Pedraza tomó una distancia prudencial, pero mantuvo su argumento central: ¿qué tienen que ver los defectos de mantenimiento o gestión que hayan existido desde el año pasado con su gestión que apenas lleva unos meses en el ministerio? ¿y qué tiene que ver el impulso al equipamiento, que él anuncia y promueve, con las taras tradicionales en cuanto al mantenimiento de equipos y medios en la PNP?
“En medio de la fiebre de compras, Pedraza tendrá que tomar dentro de poco, varias decisiones importantes y reveladoras. Hacia fines de enero sabremos hacia dónde va”.
Los días anteriores a la entrevista habían ocupado al ministro Pedraza en una precaria operación de control de daños por disposiciones disciplinarias consideradas homofóbicas. La corrección tardía mediante una “fe de erratas” que, como apuntó Rosa María Palacios en una entrevista al ministro, debió llamarse más bien “fe de errores”, marcó un caso adicional de la poca capacidad del gobierno para corregir metidas de pata.
En el transcurso de la entrevista el lunes, Pedraza defendió en forma explícita o implícita, algunas acciones y determinaciones que yo considero cuestionables. Desarrollaré eso dentro de unos párrafos. A la vez, hay varias cosas que anotar a favor del ministro.
Una es la disposición a discutir y debatir los asuntos de su portafolio. Le gusta, además, la esgrima de argumentos. Es la actitud que debiera tener todo ministro, cabeza política de su sector al fin y al cabo, pero que pocos adoptan.
En la entrevista, Pedraza no tuvo inconveniente en admitir algunos de los problemas más serios de su sector.
• Sobre el estado de negligencia y abandono de, por ejemplo, la guarnición policial Diroes en Yuveni (que IDL-R documentó a fines de noviembre, bajo el título autoexplicativo de “desguarniciones policiales”), Pedraza reconoció ese estado de cosas. “Aquí hay una cultura” dijo, “que trato de remontar, de prestar servicio donde sea y como sea”.
• Sobre la corrupción policial vinculada con el crimen organizado, el ministro admitió que, sobre todo en casos como la reciente intervención a la banda criminal “Gran Familia” dirigida por el “viejo Paco”, la situación era grave, y anunció la próxima detención de “policías vinculados con el crimen organizado en Chimbote, Trujillo y Chiclayo”.
Según el ministro Pedraza, la PNP “es una gran fuerza, pero está muy desmotivada y corrupta”.
Pero, dice el ministro ya está en curso “un cambio completo. Es la visión de una PNP más fuerte en un año”.
¿Visión o hiperventilación? Para Pedraza, sin duda es lo primero.
Se la podría llamar ‘la Gran Transformación’ de la PNP, si no fuera hoy por hoy tan políticamente incorrecto decirlo.
El problema es que para describir la estrategia central quizá haya que utilizar términos aún más incorrectos políticamente.
Como, por ejemplo, el ‘Shock de Inversiones’. ¿Lo recuerdan? ¿No lo asocian quizá con una figura volumétricamente remarcable?
Por inoportuna que pueda parecer la descripción, el hecho es que el impacto estratégico de la gestión de Pedraza está centralmente predicado en un nivel rápido y masivo de inversiones en equipos, instalaciones y, dice el ministro, entrenamiento.
Así:
• En cuanto a la infame logística y equipamiento actuales de las bases policiales, Pedraza dice que “Eso va a cambiar. Se va a hacer una gran base policial en Pichari”, que costará alrededor de 45 millones de soles.
• Habrá también, promete el ministro, bases bien equipadas en Kepashiato, Kiteni, Camisea. Asimismo, varias comisarías y bases policiales en la sierra.
• En cuanto a equipo, Pedraza promete que se van a hacer grandes adquisiciones en armamento (aunque no especificó ni el tipo de armas ni el precio de las mismas), equipos y raciones de campaña.
• En lo operativo, añade el ministro, la subunidad de acciones tácticas, SUAT, que ha tenido intervenciones reciente significativas y eficaces “va a ser ampliada y potenciada”. A la vez, se adquirirá equipamiento especial para las unidades que operan en el VRAE.
• Como el gobierno prevé que buena parte de sus problemas de seguridad tendrá un trasfondo de protesta social, ha decidido formar y equipar una policía antimotines que en gran parte reemplazará (‘complementará’ dice Pedraza) a la USE. Se va a comprar 10 mil equipos antimotines, lo cual da una idea del tamaño que tendrá esa unidad, para la cual se plantea crear una nueva base.
• Ya que se habla de construcciones, Pedraza indica que se construirá ‘tres grandes escuelas’ policiales en Trujillo, Arequipa y Cajamarca, que servirán a la vez como centros de entrenamiento. Cada una costará entre 25 y 30 millones de soles. “Además, se va a ampliar otras once escuelas”, dice Pedraza.
• En conjunto, afirma el ministro, se invertirá 800 millones de soles en equipamiento hasta diciembre de 2013. Quizá más. “Ahí [entonces] tendremos radios, helicópteros, armas, equipos antimotines… eso será un buen parámetro de lo avanzado en el gobierno”.
¿Y la corrupción?
Pedraza indica que una de las reformas más importantes es que habrá un Tribunal Policial compuesto por civiles, que será la máxima instancia de consulta y apelación en asuntos disciplinarios, incluyendo los casos de corrupción. “[El tribunal] va a ver de 350 a 400 casos anuales, incluyendo los que implican a generales”, dice el ministro Pedraza.
Entonces, le pregunto a Pedraza quiénes permanecerán en los puestos de comando y lo veo ponerse defensivo. Específicamente, le pregunto, ¿van a permanecer los oficiales vinculados al caso de las Brujas de Cachiche, los generales PNP Raúl Salazar y Abel Gamarra, director general de la PNP el uno y jefe de operaciones el otro?
“Ambos me han explicado que si un congresista, que encima es vicepresidente, te cita a un restaurante, tú vas. ¿qué oficial de Policía se va a negar a ir?” pregunta retóricamente Pedraza.
¿Y el encubrimiento posterior de ambos? le pregunto a Pedraza, ¿eso no cuenta, o eso más bien ayudó a sus nombramientos?
El ministro no responde.
En cambio, hay tantos policías notables que sí podrían responder al famoso twitter: “En la PNP, señora, sí es muy difícil caminar derecho. Te puede costar la carrera”. Pregúntele al general Arteta.
En medio de la fiebre de compras, Pedraza tendrá que tomar dentro de poco, varias decisiones importantes y reveladoras. Hacia fines de enero sabremos hacia dónde va.