Ante los investigadores brasileños del Lava Jato, el ex ejecutivo de Odebrecht, Marcio Faria, rememoró el ecosistema de negocios argentino. «Para que una empresa brasileña consiguiera cualquier contrato en Argentina era fundamental, necesario, indispensable, pasar por las empresas locales», contó. «Toda relación estratégica con Argentina se daba a través de esas empresas, que saben lo que hay que hacer», abundó.
¿Qué era lo que había que hacer? Según Faria, «nos fuimos enterando de prácticas no convencionales, y lo que pasó es que yo tenía allá un subordinado, un director llamado Flavio (Bento e) Faria, que fue contactado por una de esas empresas locales. Esuco SA, que habíamos subcontratado para ciertos servicios de la construcción de los gasoductos, y esa empresa hizo el pedido de pago de coimas, diciendo que necesitaba dinero para pagar coimas a funcionarios públicos».
-¿Él (por Flavio Bento) se negó?, preguntó uno de los fiscales brasileños, según los registros del Lava Jato a los que accedió LA NACION.
-No, simplemente le explicaron que el contrato iba a avanzar, pero que necesitaban eso. El argentino estaba muy cerrado en eso, y no quiso saber más nada. Entonces él (por Flavio) me contactó porque no sabía qué hacer. Me dijo que el contrato estaba dando muestras de prosperar, que el contrato era grande, con valores sustanciales, y entonces yo le dije «Vai pra frente». Cuando autoricé el pago, él (por Flavio) nos pasó las cuentas, mismo esquema. A partir de entonces, según Marcio Faria, «todo fluyó». Hasta fines de octubre de 2010.
-Con la muerte de Néstor Kirchner, yo veo que todo cambia en Argentina, y naturalmente también con nuestro contrato. Lo primero que decidimos hacer es dejar de pagar, hasta ver qué iba a pasar en ese país, porque en Argentina, el que mandaba en el gobierno era Kirchner.
-¿Néstor o Cristina?, preguntaron.
-No, Cristina era presidenta pero el que mandaba era Néstor -replicó el arrepentido-. Entonces decidimos dejar de pagar, porque no sabíamos qué iba a pasar tras la muerte de Kirchner. Y ahí el contrato entró en problemas: atrasos en los pagos, pedidos no atendidos, y todo se empezó a demorar. Hasta que surgió otra cosa: apareció un señor llamado Jorge Rodríguez, contactó a Flavio Bento e Faria, que era mi delegado allá, y dijo que él hablaba en nombre del Gobierno para resolver los problemas.
-¿Él dijo eso? ¿Que hablaba en nombre del gobierno?
-Sí, dijo que hablaba en nombre del gobierno para resolver problemas.
-¿Quién era el que pagaba los valores del contrato?
-El contrato fue cedido a Nación Fideicomisos, subordinado al Banco de la Nación Argentina, totalmente estatal. Con la llegada de ese señor Jorge Rodríguez, Flavio me contactó, la cosa se destrabó, se reanudaron los pagos (de coimas) y el contrato volvió a funcionar y avanzó totalmente de acuerdo a lo previsto.
(*) Esta es una publicación de la Red de Investigaciones Periodísticas Estructuradas integrada por IDL-Reporteros y los periodistas Hugo Alconada (La Nación/Argentina); Guilherme Amado (O Globo/Brasil); Rolando Rodríguez (La Prensa/Panamá); Joseph Poliszuk (Armando.Info/Venezuela); Fabián Werner y Darío Klein (Sudestada/Uruguay); e Ignacio Rodríguez Reyna, Alejandra Xanic y Marcela Turati (Quinto Elemento Lab/México).