«Nunca ha habido tan buen momento para hacer periodismo de investigación en América Latina», aseguró a DW Marina Walker, Directora de Operaciones y Redes Estratégicas de la Red Global de Periodismo de Investigación (GIJN, por sus siglas en inglés). Esta organización otorgó el premio ‘Global Shining Light’ a IDL-Reporteros de Perú por su investigación sobre el caso Lava Jato en Latinoamérica, en el marco de su undécima conferencia, que se llevó a cabo del 26 al 29 de septiembre en Hamburgo, Alemania.
Walker subrayó que «todos los años hay un finalista de América Latina en el ‘Global Shining Light'». Las principales investigaciones que se llevan a cabo en la región están relacionadas con «corrupción dura, contratos falsos, conglomerados fantasmas que obtuvieron contratos de gobiernos corruptos». Igualmente destacó los trabajos con temas «más cercanos, del día a día» centrados en problemáticas sociales, medioambiente y salud.
Se trata de una especialidad en auge en la región debido a que, con la crisis de los medios, «los periodistas han tenido que abrirse sus propios espacios». Así, «en los últimos años han florecido centros con fines de investigación, gracias a las nuevas redes de colaboración», subrayó.
El poder de la colaboración
IDL-Reporteros, dirigido por Gustavo Gorriti, se ha dedicado a investigar el caso Lava Jato en América Latina, que «ha sido el más importante, desde un punto de vista continental», dijo el periodista a DW. Asimismo, «en Perú ha sido la investigación más importante contra la corrupción», que no es nueva. “Ha sido parte esencial de nuestra historia», lamentó el ganador del premio, en la categoria de medios pequeños.
No obstante, subrayó algunas de las consecuencias de la investigación, que «han llevado a la cárcel o a estar procesados a casi todos los presidentes que Perú ha tenido en el siglo XXI, a una exalcaldesa de Lima, a gobernadores regionales, y también ha hecho que varios empresarios estén haciendo línea para poder integrarse a sistemas de confesión premiada».
Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer. «Ahora hay que profundizar las pruebas, consolidar lo que se ha hecho, desarmar las estructuras corruptas e instaurar una nueva cultura en la forma de hacer transacciones», recalcó. «Lo que buscamos es que todo ciudadano tenga derecho a saber que, de aquello con lo que este contribuye al Estado, no es en gran parte robado», agregó.
Gorriti fue el encargado de liderar una red de periodismo de investigación con profesionales de Brasil, Uruguay, Panamá, Venezuela, Ecuador, Colombia y el equipo de Quinto ElementoLab, una organización mexicana que también competía para obtener el galardón con la investigación ‘El país de las 2.000 fosas’.
En busca de respuestas
‘El país de las 2.000 fosas’ recopila el número de fosas y cuerpos de personas desaparecidas en México desde 2006 hasta 2018. «Desde 2014 hay grupos cavando fosas por todo el país. Sacaban restos de personas, ropas, y era una impotencia saber que la información que iban recabando se iba a perder», dijo a DW Marcela Turati, Fundadora de Quinto ElementoLab. Por este motivo y teniendo en cuenta que «una de las recomendaciones que le hicieron al gobierno en el caso Ayotzinapa es que tenía que hacer un registro nacional de fosas, y no se hizo. Entonces le dije a varias amigas periodistas que nosotras podemos ayudar a los familiares arrancando al gobierno el número de fosas que tienen registradas», explicó.
Tras una investigación de cerca de dos años, a partir de solicitudes de información pública, se elaboró un mapa. «Se llama ‘El país de las 2.000 fosas’ porque, tras esos doce años, es el primer número que tuvimos en México», aunque recalcó que pueden haber muchas más, porque ocho estados mexicanos se negaron a responder sus solicitudes, al igual que sucede con los cuerpos. «Al menos han sido 40.180», lamentó.
El mapa se publicó el pasado mes de septiembre en la página adondevanlosdesaparecidos.org, que pretende “salir de la dinámica del día a día” y “encontrar las lógicas para poder explicar qué ha pasado y por qué sigue pasando”, recalcó. «El proyecto actual, además de seguir haciendo reportajes, es crear una red nacional de periodistas que cubren desaparición de personas y derechos humanos para capacitarlos y cuidarlos mejor», anunció. No obstante, para ello están pendientes de recibir financiación.
La falta de recursos y de capacitación son algunos de los principales problemas que debe enfrentar el periodismo de investigación en la región. No obstante, para Paulette Desormeaux, profesora de la Pontificia Universidad Católica de Chile, opina que este último factor no debería ser una barrera para que se lleven a cabo trabajos en esta especialidad. «Mi sueño es que en Chile o en Latinoamérica no haya nadie que no cubra una historia porque no sabía hacerlo”, dijo a DW, apuntando a otros problemas como la falta de medios y la censura. Por eso, en sus aulas proporciona herramientas para que las nuevas generaciones de periodistas puedan «revolucionar las salas de redacción de todo el mundo».
(*) NDR de IDL-R: El premio Shining Light Award fue otorgado a IDL-Reporteros por las investigaciones concurrentes de Lava Jato y Lava Juez (o Cuellos Blancos). Las notas presentadas al concurso se circunscribieron solamente a lo investigado en el Perú. De otro lado, la coordinadora de la Red Latinoamericana de Periodismo de Investigación Estructurado, es Romina Mella.