Esta extraordinaria secuencia de vídeos no ganará premios por la calidad de la filmación, pero su valor testimonial es muy superior a sus defectos filmográficos; y de hecho, los explica.
Los vídeos muestran, por primera vez, la intervención policial de un narcovuelo – y el proceso exitoso de otro– en la mañana del 29 de julio pasado, cerca del pueblo de Nueva Esperanza, en el distrito de Llochegua, donde el río Apurímac se acerca a la confluencia con el Mantaro y el origen del Ene.
Los policías, siempre detrás de la cámara en la filmación, pertenecen a un grupo de inteligencia de la Dirandro, la dirección antidrogas, que había conseguido información sobre un embarque de cocaína que podría ser despachado desde esas coordenadas hacia fines de julio.
Sin radares, sin cobertura aérea, limitados a acciones de tierra en el territorio de su propia nación, los policías tuvieron que recurrir (como en otros casos anteriores) a lo que ha sido su única alternativa de acción contra los narcovuelos: las técnicas de guerrilla, de aproximación subrepticia, ocultamiento y emboscada.
Luego de acercarse al lugar evitando caminos, centros poblados y caseríos, los policías llegaron a la zona sin ser detectados dos días antes del embarque. Se apostaron en una elevación protegida por la vegetación espesa de la selva en la ribera del río Apurímac y aguardaron en el difícil silencio de horas y horas de forzosa quietud.
Desde la madrugada del 29 de julio, fue evidente que había preparativos para un narcovuelo. En el islote en medio del río un grupo de personas que llegó en bote a motor inspeccionó y marcó rápidamente dos pistas de aterrizaje, mientras hacía también un perímetro de seguridad. No vieron a los policías ocultos en el alto de la ribera.
El primer vídeo de la secuencia empieza a las 6:06 de la mañana. La mano temblorosa del camarógrafo, que graba desde una posición incómoda y preocupado principalmente por no ser detectado, ha aproximado al máximo la isla con el zoom y se ve gente caminando por la pista de aterrizaje en espera del vuelo.
El breve segundo vídeo empieza minutos después, a las 6:14 de la mañana. Cinco personas inspeccionan la pista de aterrizaje.
El tercer vídeo salta varios minutos y empieza a las 6:37 de la mañana. Una avioneta, la primera, acaba de aterrizar y carretea hacia la cabecera de pista, voltea 180 grados para enfrentar el despegue y espera la carga de droga. El zoom de la cámara se ha retraído y se puede apreciar con claridad el campo de aterrizaje en la isla, rodeado por el río.
El cuarto vídeo empieza a las 6:41 de la mañana. En ¡apenas tres minutos! la avioneta ha sido cargada, el piloto levanta las revoluciones del motor suelta el freno y despega. El zoom de la cámara se ha retraído todavía más y se ve una segunda pista de aterrizaje, más cerca de la ribera, con gente que se prepara a recibir otra avioneta y lo que parece fardos de droga apilados cerca. A las 6:42, menos de un minuto luego del despegue de la primera avioneta, aterriza una segunda. Los susurros que se escuchan son los de uno de los policías emboscados. Antes que la avioneta se detenga, varias personas con bultos al hombro, ocho o diez, aparecen en el cuadro corriendo con su carga hacia la avioneta. La cámara pierde por un momento el objetivo mientras los policías pasan a la acción a las 6:43 de la mañana.
El quinto vídeo empieza luego de un minuto en blanco, a las 6:44 de la mañana. El tiroteo ya ha empezado y la avioneta aparece sola mientras las voces de los policías que han iniciado la emboscada indican una cierta falta de entrenamiento en su ejecución. Entre imágenes confusas, el tiroteo sigue hasta pasadas las 6:46 de la mañana.
(Mañana: Fuego amigo)