Dos cortejos fúnebres, con siete semanas de diferencia entre sí, marcaron el movimiento de campesinos cocaleros en el valle del Monzón en los dos últimos meses.
El 28 de agosto, un enfrentamiento entre cocaleros con los policías que protegían a erradicadores del Corah terminó con el saldo luctuoso de dos campesinos muertos y cuatro heridos. Los muertos: Rider Roque Romero, un joven de 27 años, y Juan Espinoza Jaimes, un campesino de 47 años, fueron velados y enterrados cerca del lugar en el que cayeron, por dolientes e indignados campesinos.
Mientras eso sucedía en el Monzón, en Lima, Iburcio Morales, el líder histórico de este movimiento cocalero libraba su última batalla contra una cirroris terminal en el penal Miguel Castro Castro en Lima, donde había sido recluido luego de ser arrestado, junto con varias decenas de dirigentes, en su mayor parte cocaleros, en la Operación Eclipse, en noviembre de 2010 .
Dos periodistas, Irene Arce y el fotorreportero Ernesto Benavides, de Supay fotos, cubrieron ese primer momento luctuoso en el Monzón. Las fotos de Benavides, en la primera secuencia, nos transportan a las protestas que se produjeron entre fines de agosto y setiembre en la localidad de Cachicoto, ubicado a unos 40 kilómetros de la ciudad de Tingo María. Y luego nos conduce al velorio y el entierro de Roque y Espinoza.
Semanas más tarde del punto más álgido de las protestas, la agonía de Iburcio Morales terminó el 13 de octubre a las 11 de la mañana, en la sala de emergencia del Hospital Hipólito Unanue.
El traslado de su féretro hasta Monzón dio lugar a sucesivos velorios en diferentes pueblos y caseríos del valle. Las fotos de la periodista Irene Arce y del corresponsal de IDL-R, Felipe Páucar documentan la llegada del ataúd de Iburcio Morales a la capital del Monzón seguido por el entierro que cierra este capítulo luctuoso y abre un futuro incierto.