Estar implicado en la investigación del caso Lava Jato ha forzado cambios importantes en la vida de Alan García. Bajo prohibición de salir del país, el expresidente no puede sino esperar aquí las próximas revelaciones confesionales de Jorge Barata.
No ha estado ni quieto ni meditativo. La contraofensiva de marzo contra la investigación Lava Jato lo tuvo como protagonista central, en los ataques contra el presidente Vizcarra, contra el acuerdo de colaboración eficaz de Odebrecht y, sobre todo, contra quienes lo han investigado a él.
Claro que uno puede – y a veces debe– debatir, discutir, polemizar, antagonizar y defenderse. Al fin y al cabo, por contundentes que sean las pruebas mostradas, siempre se puede tratar de discutirlas. Lo que reveló IDL-Reporteros desde “Alan García y la caja 2” hasta “Las contradicciones de García”, sin embargo, ha provocado la curiosa reacción de ser a la vez atacado y reconocido como cierto. Si uno sigue las diversas versiones de García entre noviembre del año pasado y estos días, verá que este ha reculado de versión en versión hasta terminar aceptando hoy lo que IDL-R dio a conocer en noviembre.
Pero ese acercamiento a la verdad de los hechos ha sido no solo involuntario sino ferozmente resentido.
Este año, García empezó una campaña intensa de ataques a los fiscales del Equipo Especial y a los periodistas que investigan el caso, particularmente a IDL-Reporteros y a su director, Gustavo Gorriti.
Él mismo atacó con furia varias veces descontrolada a Gorriti, con invectivas que fueron desde el vómito antisemita hasta el mero insulto, junto con una marejada de acusaciones extravagantes en las que hervía el odio y faltaba por completo la verdad.
Mientras él recibía las respuestas merecidas, los troles apristas apoyados por los fujimoristas, arreciaron sus ataques.
Para la inmensa mayoría de esos troles, su objetivo es lanzar mentiras completas envueltas en insultos estridentes, amplificados por un coro chillón y venenoso.
El director de esa infecta orquesta no es otro que Alan García.
Pero ¿quiénes son los secuaces que están detrás de esta organización de mentiras? ¿De dónde vienen? Aquí les indicamos.
Empecemos en el ámbito no digital, en un pasquín semanal llamado Presente. Desde fines de enero de este año Presente dedica sistemáticamente sus portadas a ataques directos contra los fiscales José Domingo Pérez y Rafael Vela, el presidente Martín Vizcarra, y el director de IDL-R, Gustavo Gorriti. ¿Y a quién le dedican sus cariños? A Alan García, sobra decirlo.
Presente es usado en la práctica por García como una extensión de su cuenta de Twitter. Ambos logran mantenerse en el mismo nivel.
La mayoría de individuos que compone el directorio y el comité consultivo de Presente, están estrechamente vinculados con el partido aprista. Luis Alberto Quispe Vásquez es quien figura como improbable director. Quispe, miembro de la juventud aprista en Cajamarca, es un ingeniero de minas de Hualgayoc, cuya actividad, según Sunat, es la venta de tabaco, comidas y bebidas.
¿Cómo dirige Presente desde Hualgayoc? Según él, tiene ayuda. ¿Voluminosa, quizá?
Uno de los más activos perpetradores del semanario, desde su comité consultivo, es Enrique Valderrama Peña, inscrito desde hace 15 años en el APRA. Valderrama es también columnista de Expreso.
Valderrama utiliza diferentes medios digitales para perpetrar burdos ataques e idiotizados montajes contra los fiscales del Equipo Especial y contra IDL-R. Otros apristas que coordinan estrechamente con él son: César Peirano, Alan Salinas y Arturo Valverde.
César Peirano postuló en 2006 al cargo de regidor provincial en el Callao por el Apra. No fue elegido. Tanto Peirano como Valderrama no solo comparten burdos montajes y una prolífica actividad de pasquineros, sino se alucinan intelectuales. Ambos participaron en la redacción y edición de un libro que se presentó como un orgullo aprista y terminó siendo otra vergüenza más que tapar.
En mayo de 2014, en el auditorio de la Cámara de Comercio de Lima, se presentó el libro Aprismo y Juventud, con prólogo de Alan García, quien asistió como invitado especial al evento. En la presentación, tanto Valderrama como Peirano tomaron la palabra y regalaron sus reflexiones al auditorio, antes que García Pérez cierre el evento.
De los 34 textos que componían el flamante libro, por lo menos once fueron convincentemente denunciados por plagio. La escandalosa información fue cubierta por varios medios (La Mula.pe, Altavoz, Exitosa y ATV). Tanto Valderrama como Peirano estuvieron entre los plagiarios.
Peirano —que en columnas para Presente describe al IDL como un “brazo sionista”— es cercano a Erasmo Reyna, abogado personal de García, y Roxanne Chessman, la actual pareja del expresidente; tal como se aprecia en la interacción con sus amistades por redes sociales.
Alan Salinas, otro militante aprista, también integra el comité consultivo de Presente y escribe columnas de opinión en medios notorios como Punto de Encuentro (de Enrique Valderrama) y El Montonero (de Víctor Andrés Ponce un ex ultraizquierdista hoy metamorfoseado en ultraderechista). Ambas publicaciones tienen también como columnista al aprista Arturo Valverde, sorprendente empleado de la oficina de comunicaciones del Ministerio de la Mujer. Valverde es quien distribuyó la infografía adulterada [ver foto arriba] que luego repartió García.
Valverde es un aprista cercano a García Pérez. En 2016 cuando aquel postuló por Alianza Popular al Congreso de la República, el expresidente fue uno de sus entusiastas promotores. Así mismo, García distribuyó con elogios varias de las columnas que escribió Valverde en el portal de Valderrama.
Bueno, ya lo ven. García conoce y tiene cercanía con virtualmente todos los troles. No solo por redes sociales, como demuestra esta breve galería de fotos:
Entre la calle y la carceleta
En el conjunto de troles alanistas, destaca por una aparentemente inagotable ponzoña, un personaje autodescrito como la “representante de la mujer aprista en redes sociales”: Karla Isabel Calle Fangacio.
Aunque hay no poca gente que la etiqueta en términos de ingeniería sanitaria (o quizá por eso) la cercanía de Calle con García es evidente. Lo fotografió, por ejemplo, paseando sobre una resistente bicicleta en el barrio en el que residió en Madrid, en 2017. Trol de vocación, Calle se lanza con todo a campañas de desprestigio e insultos contra quienes Alan García estima enemigos.
Esa máquina de injurias tiene, sin embargo, otra fuente en la que no solo ha abrevado sino se ha zambullido: la mafia de la Red Orellana.
Entre el 2002 y 2014 el empresario Rodolfo Orellana, hoy en prisión, lideró una organización dedicada a apropiarse ilegalmente de propiedades en todo el país. Esa mafia usó un semanario llamado Juez Justo para difamar y e intentar amedrentar a quienes investigaron a Orellana. ¿Suena familiar?
Uno de los investigados por ser parte activa de la red mafiosa es el esposo de Karla Calle, Jorge Cortes Guerrero, a quien la fiscalía define hoy como “no habido”. El reporte migratorio de Cortes muestra que salió rumbo a Colombia en octubre del 2014, sin registro de regreso; Karla Calle ha realizado al menos 5 viajes a Colombia desde el mismo año.
Según resoluciones judiciales revisadas por IDL-Reporteros, el suegro de Calle, Jorge Enrique Cortes Martínez, es investigado en por lo menos 5 casos de tráfico de terrenos, sospechoso de haber adquirido inmuebles de Orellana conociendo su origen ilícito. En 4 de esos casos, los hijos de Cortes participaron del esquema de corrupción.
El suegro de Calle se encuentra bajo detención domiciliaria, mientras sus hijos están bajo comparecencia simple en calidad de investigados. Según la disposición fiscal que formaliza la investigación preparatoria en el 2014, Cortes Martínez es parte de la “dirección”, nada menos, de la organización criminal de Orellana, en tanto que sus hijos cumplirían el papel de testaferros.
Estos últimos son quienes se apropian de “inmuebles mediante títulos falsos” originados en “falsas compraventas” y en “complejos procesos de blanqueamiento de estos supuestos activos”. Su función era más bien la de activos cómplices: ocultar y transferir los bienes para colocarlos con un “tercero de buena fe” y luego recuperar esas propiedades “ya sea como activos o como autolavado”.
¿Qué relación tuvo la red Orellana con el segundo gobierno aprista? La revista Poder reveló que la cooperativa COOPEX, con la que Orellana realizó buena parte de sus actividades ilícitas emitió cartas fianzas ilegales para que algunas empresas constructoras ganaran contratos fraudulentos en programas centrales del gobierno de García: Agua para Todos y los Colegios Emblemáticos.
La Segunda Fiscalía para casos de Lavado de Activos y Pérdida de Dominio posee una carpeta fiscal de 4 mil 600 tomos que documenta en detalle la ruta criminal de la mafia de Orellana. A pesar de esa evidencia, o quizá debido a los vínculos familiares con ella, la compulsiva difamadora Karla Calle sostuvo que la red Orellana es un invento, que no existe.
Como se ve, si los caminos confluyen, los desagües también. En ellos se junta la orquesta de troles apristas bajo su inequívoco director. Alan García convierte su entusiasta ejercicio de la mentira, el insulto y la difamación, en una acción inexorablemente fallida de encubrimiento.
Porque la investigación prosigue.