La primera vez que Gonzalo Monteverde apareció en la investigación del caso Lava Jato fue en el reportaje “Los pagos oscuros”, publicado por IDL-R, junto con La Prensa, de Panamá, el 28 de abril de 2016.
Era un caso claro de lavado de dinero, con mecanismos que recién se empezaban a conocer y que ya entonces involucraron claramente al consorcio IIRSA Norte con el entramado de compañías de conveniencia controladas por Monteverde y María Isabel Carmona.
Las investigaciones continuaron y se ampliaron considerablemente en el ámbito fiscal con las confesiones de exejecutivos del antiguo Sector de Operaciones Estructuradas de Odebrecht a fines de 2018 y comienzos de este año. Ellos confirmaron lo que IDL-Reporteros había podido establecer dos años atrás: Monteverde, Carmona y sus compañías fueron parte importante del lavado de dinero del área de sobornos de Odebrecht.
En febrero de este año, cuando los fiscales del Equipo Especial alistaban el allanamiento de las viviendas y oficinas de Monteverde, tanto este como Carmona se dieron a la fuga y continúan hasta hoy como prófugos de la justicia.
Ahora resulta que eran bastante más importantes en el esquema de sobornos de Odebrecht de lo que se pensó hasta hoy.
Según documentos entregados por Odebrecht al equipo especial de la Fiscalía , Monteverde y Carmona ‘justificaron’ la salida de millones de dólares de los proyectos Vías Nuevas de Lima, la Central Hidroeléctrica de Chaglla, la Carretera Interoceánica Sur y Norte, para generar recursos para la Caja 2, entre 2007 y 2015.
Ello se hizo mediante contratos ficticios o sobrevalorados con las compañías de Monteverde y Carmona, que camuflaron la salida de millones hacia la Caja 2.
Pero no solo eso. Parte del dinero sustraído de los proyectos gracias a esos contratos, fue devuelto en efectivo a ejecutivos de la constructora en el Perú para que estos pudieran efectuar pagos ilegales en cash. El resto fue transferido a cuentas bancarias de la red de sociedades offshore que controló el Sector de Operaciones Estructuradas para su gigantesca trama de sobornos.
Monteverde entregó personalmente dinero en efectivo en varias oportunidades a ejecutivos de Odebrecht para sobornos o aportes en campañas políticas.
Así que está claro que Monteverde sabe mucho y que cuando sea capturado tendrá harta información que compartir con los fiscales.
Ahora, IDL-Reporteros publica parte de los contratos que formaron parte del mecanismo de sobornos de Odebrecht en Perú y también en otros países de Latinoamérica.
IIRSA Norte
El 5 de enero de 2007, bajo el régimen de Alan García, el Consorcio Constructor IIRSA Norte (formado por las empresas Graña y Montero, Andrade Gutierrez y Odebrecht) suscribió un “subcontrato privado de obras” con la empresa Constructora Área SAC, por un monto referencial de 6 millones 720 mil 451 dólares.
Los trabajos consistían supuestamente en “la explotación de canteras y transporte de materiales” para el tramo Tarapoto – Yurimaguas; y el “mantenimiento de emergencias y otros servicios” eventuales a lo largo de toda la Carretera Interoceánica Norte.
Constructora Área SAC, dedicada al rubro de arquitectura e ingeniería, había sido constituída cinco años antes por María Isabel Carmona y Allamanda Ventures (representada por Gonzalo Monteverde), con un capital inicial de 2 mil soles.
En ‘Los pagos oscuros’, IDL-R reveló una serie de transferencias financieras hechas en 2007 a Constructora Área por el Consorcio Constructor IIRSA Norte y dos offshores comprobadamente utilizadas por Odebrecht para lavar dinero, Constructora Internacional del Sur y Klienfeld Services:
El contrato entre el Consorcio Constructor IIRSA Norte y Constructora Área fue suscrito entre Monteverde y los ejecutivos Alexandre Gradim Reis (Andrade Gutierrez) y Eleuberto Martorelli (entonces director del proyecto IIRSA Norte, de Odebrecht).
Martorelli está vinculado con varios casos de sobornos en Perú y Colombia. En una de las últimas informaciones que le conciernen, Jorge Barata confesó en Brasil que Martorelli ordenó dos pagos ilegales de 30 mil dólares al expremier César Villanueva, bajo el seudónimo “Curriculum Vita” por el proyecto de la carretera San José de Sisa.
En 2008, el Consorcio IIRSA Norte suscribió otro contrato de alquiler de equipos por 84 mil 192 dólares para la ejecución de obras para el Tramo 3: Corral Quemado-Rioja, pero esta vez con la compañía Construmaq SAC, cuyo gerente general era Gonzalo Monteverde.
Años después, en setiembre de 2011, Construmaq SAC dio supuestos “servicios de terraplanaje y obras civiles en el proyecto “Eje Multimodal Amazonas Norte”, por 232 mil 395 dólares.
IIRSA Sur
El 22 de agosto de 2011, la Concesionaria Interoceánica Sur, tramo II (integrada por Odebrecht y las empresas peruanas Graña y Montero, JJC Contratistas Generales, Ingenieros Civiles y Contratistas Generales S.A) suscribió un subcontrato de “alquiler de equipos” con Construmaq SAC.
El contrato fue suscrito entre Gonzalo Monteverde como gerente general de Construmaq y los apoderados del consorcio, Fernando Llanos Correa y Ronny Loor Campoverde.
Llanos es actual gerente de IIRSA Sur y Norte; y Loor, como ya es conocido, fue quien pactó las coimas con el abogado Horacio Cánepa y funcionarios del MTC para que favorezcan a Odebrecht en los proceso arbitrales relacionados a los Tramos 2 y 3 de la Carretera Interoceánica Sur. (Ver: ‘Arbitrajes arreglados’ ‘Cómo se compró árbitros y arbitrajes’)
De acuerdo con el contrato, Construmaq SAC alquilaría dos motoniveladoras y dos cargadores frontales para la ejecución de trabajos entre Urcos e Inambari, por el plazo de un año, por un valor estimado de 892 mil 320 dólares.
El contrato fue liquidado en enero de 2012, por un monto total de 297 mil 440 dólares.
Según los registros de movimientos financieros, entre el 31 de agosto de 2011 al 25 de enero de 2012, la Concesionaria Interoceánica Sur Tramo 2 SA hizo 3 transferencias a Construmaq SAC, por un monto total de 493 mil 336 dólares.
La Central Hidroeléctrica de Chaglla
El 3 de octubre de 2011, Odebrecht Perú Ingeniería y Construcción SAC suscribió un contrato de “alquiler de equipos” con Construmaq SA, por un plazo de 36 meses para ejecutar obras en la Central Hidroeléctrica de Chaglla, por un monto estimado de 4 millones 514 mil 400 dólares.
El contrato fue suscrito entre Gonzalo Monteverde como representante de Construmaq y los entonces ejecutivos de Odebrecht, Allan Chan Matos y Sergio Nogueira Panicali. Este último ha sido un funcionario clave en la trama de corrupción de Odebrecht en el Perú por la posición que tuvo como director de contrato en el proyecto IIRSA Sur (tramos II y III). En febrero pasado, Nogueira Panicali relató a los fiscales peruanos que los consorciados de Odebrecht en ese proyecto se repartieron proporcionalmente los gastos por sobornos para la adjudicación del proyecto. (Ver: ‘Sobornos y conquista del proyecto’)
Dos días después de la firma del contrato entre Odebrecht Perú Ingeniería y Construcción SAC y Construmaq SA, fue suscrita una primera adenda. En enero del siguiente año la constructora brasileña hizo una cesión del contrato al Consorcio Constructor Chaglla (integrado por la Constructora Norberto Odebrecht y Odebrecht Perú Ingeniería y Construcción SAC).
En 2013 hubo otra cesión contractual entre Construmaq y División Maquinaria Antares SAC, otra empresa controlada por Monteverde y Carmona, dedicada al rubro de la ingeniería.
El contrato fue liquidado el 18 de diciembre de 2015, por un monto total de 8 millones 992 mil 296 dólares. El Consorcio Constructor Chaglla le pagó a Construmaq SA 3 millones 215 mil 665 dólares, y a División Maquinaria Antares 5 millones 776 mil 630 dólares.
Rutas de Lima
En julio de 2014, durante el último año de gestión de Susana Villarán en la alcaldía de Lima, Odebrecht Perú Ingeniería y Construcción SAC suscribió un contrato con la Constructora Dimaco SAC, cuyos apoderados generales eran Gonzalo Monteverde y María Isabel Carmona. ¿El motivo? El “arrendamiento de equipos con operador” para obras relacionadas al Proyecto Vías Nuevas de Lima, adjudicado un par de años antes a un consorcio integrado por dos empresas del grupo Odebrecht.
El contrato, que tuvo un monto referencial de 1 millón 499 mil 410 dólares, fue suscrito entre Gonzalo Monteverde y los ejecutivos de Odebrecht, Pedro dos Santos, Willer Fernández y Guilherme Borges de Queiroz.
Durante el tiempo que estuvo vigente el contrato, que fue de 2014 a 2016, este tuvo seis adendas. Lo interesante, teniendo en cuenta que todo fue arreglado, es que en la primera adenda se incluyó una cláusula “anticorrupción” y de “código de conducta”.
Según el acta de liquidación del contrato, de julio de 2016, el monto que se pagó fue de poco más de 612 mil dólares.
Poco tiempo después de aquel contrato hubo otro, del 20 de agosto de 2014, para “la ejecución del fresado” en los tramos de la Panamericana Norte y Sur del Proyecto Vías Nuevas de Lima.
El contrato fue suscrito, como en el caso anterior, entre Gonzalo Monteverde como representante de Constructora Dimaco SAC y los ejecutivos de Odebrecht, Guilherme Borges de Queiroz, Pedro dos Santos y Willer Fernández.
En la liquidación del contrato, del 7 de setiembre de 2015, figura que Odebrecht le pagó 1 millón 193 mil 573 dólares a la compañía de Monteverde.
Ese mismo mes, el 29 de setiembre de 2015, Odebrecht Perú Ingeniería y Construcción y Constructora Dimaco SAC suscribieron un contrato de compra – venta de una fresadora usada, para supuestamente realizar trabajos en “los ejes viales de acceso y circulación de la ciudad de Lima en la carretera Panamericana Norte, Panamericana Sur y la autopista Ramiro Prialé”, en el Proyecto Vías Nuevas de Lima.
El monto que se pagó, según el contrato, fue de 625 mil dólares.
En total, Odebrecht Perú Ingeniería y Construcción le hizo 35 transferencias financieras a Constructora Dimaco SAC por un monto total de 2 millones 764 mil 632 dólares, entre el 25 de agosto de 2014 y el 27 de enero de 2016.
Si bien el dinero obtenido como resultado de los contratos para la generación de recursos para la Caja 2 iba a una bolsa común para abastecer al Sector de Operaciones Estructuradas; la suscripción de estos contratos coinciden en tiempo con los aportes que Odebrecht hizo a las campañas de Luis Castañeda y Susana Villarán registrados en la Planilla del Sector de Operaciones Estructuradas, publicada por IDL-R como parte de la investigación global ‘División de sobornos’, liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación. (Ver: ‘Las planillas ocultas de Odebrecht’,‘Magali, coimas y el Gasoducto’, ‘Nuevas revelaciones’)
La campaña de Keiko Fujimori
Hace dos semanas, Jorge Barata entregó a los fiscales del Equipo Especial Lava Jato las identidades de los codinomes de las planillas del Sector de Operaciones Estructuradas vinculadas a varios proyectos, del año 2014; y precisó una pequeña parte de la información contenida en los 1,500 folios con información cruda del Sector de Operaciones Estructuradas entregada recientemente a la Fiscalía.
Dentro de esa documentación, Barata identificó un documento que registró un aporte de 500 mil dólares a la campaña presidencial de Keiko Fujimori. El monto fue cargado al rubro “DS JB”, que significa “director superintendente Jorge Barata”, y rotulado como “Campaña Nac 3”, de fecha 24 de abril de 2011.
De acuerdo con Barata, ese registro guarda correlación a la anotación “aumentar Keiko para 500 e eu fazer visita [Aumentar 500 a Keiko y yo haré una visita]”, registrada en una anotación en el celular de Marcelo Odebrecht.
El aporte fue entregado en efectivo por Barata a los intermediarios de Keiko Fujimori, en Lima. La persona que llevó el dinero a la oficina que tenía Barata, en San Isidro, fue, como en otras ocasiones, el multiusos (siempre que se tratara de lavado) Gonzalo Monteverde.
La relación de Monteverde con el SOELuiz Eduardo Da Rocha Soares fue uno de los fundadores del Sector de Operaciones Estructuradas de Odebrecht, creado en 2006 para gestionar clandestinamente los pagos ilícitos de la compañía que crecían velozmente cada año. Soares había sido reclutado por Hilberto Silva [jefe del equipo] debido a su conocimiento en el campo de las finanzas. Había trabajado los últimos años como tesorero internacional de la empresa. En una declaración a los procuradores brasileños de noviembre de 2016, ya como delator premiado, Da Rocha relató que cuando el Sector de Operaciones Estructuradas inició sus actividades, “decidimos crear camadas [etapas] para el tránsito del dinero, pasando por cuatro niveles antes de llegar al destinatario final. El dinero transitaba por dos fases previas antes de llegar a las cuentas que eran administradas por mí hasta el 2008”. A partir de esa fecha, Da Rocha pasó a dar apoyo operacional local a los líderes empresariales y directores superintendentes fuera de Brasil para la ejecución de los pagos ilícitos; así como buscar nuevas estructuras financieras y reclutar operadores financieros (o doleiros). Las solicitudes de pagos ilícitos –a través del Sector de Operaciones Estructuradas– eran realizadas por los directores superintendentes de cada país, previa aprobación del líder empresarial regional, a través del sistema de comunicación MyWebDay, cuyo servidor estaba en Suiza. Los pagos eran ejecutados por los operadores financieros, que se comunicaban a través del Drousys. En ese contexto, Da Rocha tuvo un trato directo con el doleiro peruano Gonzalo Monteverde. En una declaración ante los fiscales del Equipo Especial Lava Jato de febrero pasado en Curitiba, Da Rocha Soares contó que conoció a Monteverde aproximadamente en 2007 y que se reunió con él en dos oportunidades para precisar los términos de la relación entre Monteverde y el Sector de Operaciones Estructuradas. |