Con Pirandello, los personajes buscan a su autor; con el ministerio de la Mujer, los pañales buscan a su comprador.
Ahora, después que rebalsó la historia de la extraña compra –realizada en su momento con pasmosa velocidad burocrática– de los 8 millones 240 mil pañales que nadie había pedido y nadie sabía dónde guardar o cómo repartir, el embarazoso escándalo ha producido varias investigaciones oficiales (Contraloría, Fiscalía, comisión de Fiscalización en el Congreso) pero ninguna respuesta todavía a la pregunta central, y más elemental, del caso: ¿quién ordenó, y con qué justificación, la compra de los pañales?
Por lo pronto, la Segunda Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima, a cargo del fiscal Reynaldo Abia Arrieta, estuvo haciendo aritmética de campo.
Acompañados por funcionarios de la Contraloría, los fiscales terminaron de contar los pañales que aún permanecen en el almacén de San Luis. El esforzado conteo arrojó el resultado: 4 millones 684 mil 196 pañales arrumados en el depósito. Eso quiere decir, teniendo en cuenta el número de pañales comprados, que 1 millón 318 mil 928 pañales fueron robados o nunca llegaron.
Pero ese, el caso de los pañales robados o fantasmas (o una combinación de los dos) es el proverbial misterio dentro del enigma principal: ¿Quién tomó la iniciativa, quién ordenó la compra de los más de ocho millones de pañales?
Fueron comprados con tanto apuro y en tan poco tiempo, que se puede suponer con lógica que esa acción movilizó a toda la plana mayor del ministerio de la Mujer en los primeros meses de 2013.
Sin embargo, luego de desatado el escándalo, la paternidad y maternidad de la gestión de compra de los pañales, ha sido negada por quienes se hubiera supuesto que tenían que estar, por lo menos, bien enterados del muy inusual proceso de compra entre mayo y julio de 2013.
La primera sorpresa provino de la actual ministra de la mujer, Marcela Huaita.

En su presentación ante la comisión de Fiscalización del Congreso el 15 de abril pasado, Huaita sostuvo que ella no supo “en ningún momento” de la operación de compra. Huaita era entonces viceministra de la Mujer, bajo la gestión ministerial de Ana Jara como ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.
¿La viceministra de entonces no lo supo? Hubo incrédulos. Por ejemplo, el congresista fujimorista Alejandro Aguinaga le recordó a Huaita que su entonces asesora, Silvia Camarena, integró el comité de contrataciones. Huaita respondió que la funcionaria mencionada estuvo entonces con licencia.
La respuesta de la entonces viceministra y actual ministra fue insatisfactoria para varias personas. Una de ellas fue su predecesora en el ministerio, Carmen Omonte. Esta declaró que era “casi imposible que la actual titular de la Mujer no estuviera enterada de la compra de los pañales, como declaró en el Congreso, pues para la aprobación de esta adquisición se convocó a una junta en la que participaron altos funcionarios del ministerio”.

“Por mi experiencia”, añadió Omonte, “los viceministros forman parte de las reuniones de alta dirección y ahí se definen las decisiones que incluyen la ejecución de los presupuestos. Entiendo que dentro de ellos estaban la compra de 8 millones de pañales”.
La pregunta necesaria, entonces, es la siguiente: ¿Por qué no participó Marcela Huaita en el proceso de compra de los pañales? ¿Qué razón hubo para ello?
Si la viceministra Huaita no supo nada de la compra, ¿qué pasó con el otro viceministro? Julio Rojas fue viceministro de Poblaciones Vulnerables durante toda la gestión de Ana Jara, entre el 2011 y 2014.
De hecho, Rojas fue el primer viceministro de Poblaciones Vulnerables. Hasta enero del 2012, ese portafolio llevó el nombre de ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES). El cambio de nombre se debió a que el gobierno creó un nuevo ministerio, el de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), que se llevó varios de los programas que originalmente eran del ministerio de la Mujer.

El viernes 24, IDL-R entrevistó a Julio Rojas telefónicamente. A continuación, sus respuestas relevantes sobre el tema:
IDL-R: ¿…le consultaron sobre la compra de pañales?
Rojas: El viceministerio no ha tenido nada que ver en la compra de pañales. Los 50 millones fue [sic] un fondo de emergencia y han sido manejados directamente por el área administrativa.
La secretaria general [N de IDL-R: Elsa Cubillas, quien fuera la funcionaria que suscribió los contratos con el consorcio Cymed Medical-Kimberly Clark] responde a la ministra, no al viceministro.
IDL-R: ¿Considera que era necesaria la compra de pañales?
Rojas: Lo que yo te puedo decir es que este tema de ese fondo ha sido manejado directamente por la administración. Ahí se ha planificado, ahí se hace el plan anual de adquisiciones, ahí se hace el requerimiento. Y el viceministerio en esa parte no ha participado.
Yo como viceministro no he participado en nada. Yo no he intervenido para nada en esa compra.
IDL-R: Cuando los pañales fueron entregados al ministerio, ¿le consultaron cómo tenían que ser distribuidos?
Rojas: Para nada.
El lunes 27, IDL-R volvió a entrevistar, esta vez personalmente, a Julio Rojas, quien, como se verá, ratificó lo dicho por teléfono.
IDL-R: ¿Usted sabía que se iba a pedir un presupuesto extraordinario de 50 millones de soles para atender a las poblaciones vulnerables?
Rojas: No. Me parece que sale en la propia discusión en el seno del congreso.
IDL-R: ¿Cuando se asigna ese presupuesto, usted se reúne con la ministra para determinar cómo se iban a gastar estos recursos?
Rojas: No, porque esto lo ve un equipo encargado de la administración del fondo, [donde] básicamente la responsabilidad recae en la secretaria general de ese entonces, Elsa Cubillas, con los órganos correspondientes. Me parece que la ministra le asigna funciones a la secretaria general.
IDL-R: ¿Alguna vez algunos de sus programas han requerido pañales, sin contar el Inabif [que depende orgánicamente del viceministerio de Poblaciones Vulnerables, pero maneja sus propios recursos]?
Rojas: Ninguno.
IDL-R: ¿Alguna vez le han llegado pedidos [de pañales de] gobiernos locales, regionales, gobernadores?
Rojas: Específicamente pañales no recuerdo. Además, los pedidos no llegan al viceministerio. Llegan a secretaria general, y para atender este tipo de emergencias hay una dirección nacional de seguridad, que veía este tema de emergencias, que viajaban.
IDL-R: ¿Cuándo se entera del caso de los pañales?
Rojas: Ahora último.
Es importante precisar que cuando Ana Jara asumió el premierato, en julio de 2014, Rojas pasó a ser jefe de la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad de la PCM y dejó el puesto hace pocas semanas, a raíz de la designación de Pedro Cateriano como nuevo premier.

Antecedentes
¿Hubo algún antecedente de una compra similar, de un proceso o una gestión parecidos? IDL-R entrevistó a Eduardo Ballón, ex viceministro de Desarrollo Social, durante la gestión de Aída García Naranjo como ministra de la Mujer.
Ballón fue enfático: “Nunca se ha hecho una compra de pañales de tal dimensión”, dijo. De hecho, añadió, “nunca ha existido que se destine presupuesto para pañales. No en mi período”.

Durante su gestión, agregó Ballón, “no he conocido de ningún tipo de pedido de pañales en el ministerio y en ninguna de las reuniones de alta dirección se discutió ese tipo de pedidos”.
En cuanto al proceso de compra de pañales, Ballón indicó que: “Tuvo que haber un requerimiento y tuvo que haber sido aprobado por el ex viceministro. Si eso no se da, es un problema legal”.
La declaración de Ballón fue corroborada por otra fuente, con cercano conocimiento de la gestión de García Naranjo, que pidió reserva de identidad: “En 18 años sumados,[del ministerio de la Mujer] nunca se han comprado 8 millones y medio de pañales… Esa cantidad no existe siquiera, para que puedas evaluar la desproporcionalidad de la compra”, dijo la fuente.
El presupuesto del ministerio, añadió la fuente, “… se discute de agosto a noviembre con los dos viceministros. Por lo tanto, el viceministro de Poblaciones Vulnerables, tenía el conocimiento pleno de una solicitud de los 50 millones, como lo tenía Marcela Huaita, sin que ese presupuesto incluyera los 8 millones y medio de pañales”.
Si hubiera habido requerimiento, prosiguió la fuente, este sería “…más absurdo todavía porque [el programa] Wawa Wasi que tiene 60 mil niños de 0 a 3 años, que usan pañales, en octubre de 2012 había pasado al MIDIS. […] No hubo requerimiento de ninguno de los dos viceministerios [para la compra de pañales] y no podía haber hecho el requerimiento porque los niños ya estaban en el MIDIS”.
De manera que, dice la fuente, dado que “en este caso no había requerimiento de esta compra, estamos ante un acto irregular, que se presta a un análisis de un problema de corrupción. ¿A quién se benefició económicamente con esa compra?”.
En la siguiente entrega, el otro lado de la moneda. Historias de carteles, investigaciones, confesiones y lo que eso implica para saber dónde encontrar a los responsables en el caso de los pañales en el Perú.