Ahora, mientras debajo de Devida tintinean los tragamonedas del ‘Liberty’, en el segundo piso, el nuevo presidente de la institución antidrogas se aboca a los principales cambios de estrategia bajo su actual responsabilidad.
Alberto Otárola pertenece al entorno cercano del presidente Ollanta Humala. Desde hace varios meses lo asesora en asuntos de seguridad. Antes fue viceministro del Interior y ministro de Defensa.
Aunque el propio Otárola dijo no ser un experto en narcotráfico, afirmó sentirse preparado para dirigir la institución que articula las políticas y estrategias contra el narcotráfico y el crimen organizado.
“El presidente necesita en este proceso a un ejecutor de políticas”, dijo Otárola.
“Hemos venido trabajando hace tres meses. Todos teníamos que hablar el mismo idioma”, indicó Otárola en alusión al reciente cambio de la política de erradicación compulsiva de cocales en el VRAE que iba a empezar este año – impulsada a rajatabla por Masías- por la reconversión de cultivos alternativos.
Tal como IDL-R lo reveló en el reportaje “Un cambio abrupto de estrategia antidrogas”, el despido de Masías obedeció a la recientemente tomada decisión del gobierno de no erradicar hoja de coca en el VRAE sino ofrecer a los campesinos alternativas para la reconversión de cultivos.
“Ha habido una falta de empoderamiento de Devida. El liderazgo militar y policial debe ir de la mano de un componente ambicioso de desarrollo productivo. Devida tiene 14 proyectos en el VRAE que están enfocados al mejoramiento de cultivos. Tengo que poner al servicio del ministro de Agricultura [el articulador de la estrategia en el VRAE] los programas que tengo”, indicó Otárola, que estimó que al finalizar el año habrá 5 mil hectáreas de cocales reconvertidas en el VRAE.
Pero, donde sí habrá erradicación, anunció Otárola, es en la triple frontera con Brasil y Colombia en colaboración con el gobierno brasileño. “Empieza la erradicación con los brasileños en Caballococha [en Ramón Castilla, Loreto]. Esperamos erradicar 3 mil 500 hectáreas. Por ahí va buena parte del tráfico de drogas a Brasil”, adelantó Otárola.