En abril del año pasado IDL-Reporteros reveló que la tesis con la que el juez y entonces aspirante a fiscal Supremo, César Hinostroza Pariachi, se graduó de magister en la Universidad San Martín de Porres en 2003, y que sirvió de base para un libro publicado en 2005, fue un plagio de la tesis de licenciatura que el abogado Fernando Ugaz entregó a la universidad de San Marcos en 1999.
102 de 254 páginas de la tesis, y 117 de 286 páginas del libro Hinostroza fueron plagiadas sin corregir siquiera los errores de redacción.
¿Qué pasó luego con el caso?
El 12 de noviembre de 2013 la denuncia de plagio contra César Hinostroza Pariachi fue archivada.
El fiscal de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Especializada en Delitos Aduaneros y Contra la Propiedad Intelectual, Miguel Ángel Puicón Yaipén, tomó la decisión de archivar a pesar de tener las pruebas para formular la denuncia penal; la declaración de Fernando Ugaz, las tesis, el libro, e incluso un informe técnico de Indecopi.
El informe reconoce explícitamente el plagio: “nuestra Dirección considera evidente la reproducción literal de un texto en otro. Ese tipo de prácticas demuestran un plagio del tipo burdo”.
Pero archivó el caso.
Tres días después de emitida la resolución, Hinostroza fue entrevistado por los siete miembros del Consejo Nacional de la Magistratura, quienes decidirán su ratificación como juez de la Corte Superior del Callao.
Hinostroza llegó aquella mañana con la resolución que lo absolvía del plagio, reafirmó que utilizó los servicios de Fernando Ugaz para la redacción de su tesis, y remató:
“Y le digo otra cosa más, esto lo tiene que saber el país, lo saben los juristas, los operarios, ¿qué autor de libros, Jakobs, Claus Roxin, por citar extranjeros, en el Perú no voy a decir nombres, se sienta en la máquina para tipear 500 hojas? ¿Es viable eso? No”.
¿Un mundo de plagiarios judiciales? No parece el del doctor Roxin sino el del doctor Xerox.
Lo que es evidente es que no solo un fiscal contradictorio fue benévolo con el plagio.
La universidad San Martín de Porres, que le dio el título de Magister a Hinostroza Pariachi, nunca investigó el plagio. El director de la Escuela de Post Grado, Moisés Tambini, informó a IDL-R que no se había abierto ninguna investigación.
Y el secretario general de la universidad, Rodolfo Gavilano, a través de su secretaria, Rosmery Paredes, indicó que la universidad no tenía nada que opinar dado que el [archivamiento por la Fiscalía había] resuelto que no hubo plagio.
Así que parece que, por lo menos en ese programa de esa universidad, el requisito académico para la maestría es cambiarle el toner a la fotocopiadora.