… Aparte de –en caso fuera cierto– el repugnante recurso, epítome de bajeza y cobardía en cualquier circunstancia, de amenazar implícitamente a la familia, lo que esa acción sugiere es una presión extorsiva para asegurar la impunidad de gente cuya participación en el caso aún no ha sido revelada. A continuación el reportaje sobre dicha “vigilancia” y, en exclusiva, las fotos de sus autores y su vehículo.
Era alrededor de las 9 de la mañana del martes uno de junio. Los vigilantes de la urbanización Sirius, en La Molina, se percataron que un automóvil blanco con una extraña placa de rodaje (ID-3163) estaba estacionado desde hacía más de una hora frente a la casa 250 en la calle Los Cedrones. Pocas cuadras más allá, frente al colegio Altair, estaba aparcado otro vehículo. Un Nissan color plata, con número de placa CQZ- 395.
Cuando uno de los guardianes se acercó al primer automóvil, el conductor le indicó que él y su copiloto eran policías. “Estamos haciendo un trabajo especial”, señalaron. Los vigilantes alertaron a los dueños de casa.
La residencia pertenece al capitán de navío (o contralmirante, dependiendo si uno opina que el presidente García puede degradar discrecionalmente, o no) en retiro Manuel Ponce Feijóo, quien desde enero del año pasado está recluido en el penal Castro Castro por su presunta participación en la red de espionaje telefónico como gerente general de BTR.
“Mi madre llamó al serenazgo. Ellos intervinieron el vehículo a las 9 y 50. El conductor se identificó como miembro de la Policía, mostró su placa y dijo que estaba realizando un trabajo especial. A mi madre le dijeron que estaban haciendo un operativo. Se quedaron hasta el medio día estacionados ahí”, narró a IDL-Reporteros la esposa de Ponce Feijóo, Zoila Rázuri.
Lo extraño de todo esto es que en el parte del serenazgo que da cuenta de la intervención, el policía de la comisaría de La Molina que firma el acta también figura como conductor del automóvil intervenido. “Se ubicó el vehículo blanco de PR-ID-3163 [la placa no figura en los registros públicos] asimismo nos entrevistamos con el conductor Sr. [Adolfo] Quispe Callo, PNP. Se encontraba de trabajo especial en dicho vehículo”.
¿Negligencia o encubrimiento? IDL-Reporteros buscó a Segundo Chávez Pomatanta, el sereno que participó en la intervención e hizo el reporte. “Yo fui con Quispe Callo a esa dirección. Él hizo la intervención. Quispe le preguntó al chofer qué hacían ahí y este le dijo que estaban haciendo un trabajo especial. Le enseñaron su identificación y nos fuimos. Yo estaba como conductor. Yo vi a dos personas, pero nada más”, refirió Chávez.
Al ser consultado sobre por qué su acompañante aparecía como sospechoso, indicó que “probablemente me he confundido de nombre. No estoy seguro de lo que pasó”.
Quispe Callo, a su turno, dijo que firmó el reporte sin haberlo leído. “Yo normalmente cuido la puerta de la comisaría. Ese día me llamaron para que patrulle. Me acerqué al auto, me dijeron que eran policías y me mostraron sus identificaciones. No les pedí sus datos. Todo fue rápido. Como me salió una novedad sobre un robo de autopartes me fui. Ellos se quedaron”, aseguró.
El sábado 5 de junio, el carro Nissan color plata volvió a merodear por los alrededores de la casa de la familia Ponce-Rázuri. Alrededor de las 4 de la tarde, Zoila Rázuri salió junto con sus hijos rumbo al cementerio Jardines de la Paz. “Al dar la vuelta por el parque (que está cerca a su casa), vi a un tipo sentado. El vigilante me hizo una seña y me dijo que era el mismo que había estado el martes. Fui a mi casa y saqué la cámara de fotos”, narró.
A su regreso, Rázuri encontró a la misma persona cerca del parque y este intentó escabullirse hacia una pollería cercana. Sin embargo, la esposa de Ponce Feijóo logró fotografiarlo en una alegosa secuencia, así como el automóvil desde el que se venía haciendo la vigilancia desde inicios de semana.
Para el jefe del Serenazgo de La Molina, René Bresciani, “todo indica que sería personal especializado de inteligencia que está haciendo reglaje para intimidar a esa familia”.
Por lo pronto, la esposa de Ponce Feijóo ha denunciado ante el serenazgo, la comisaría y la Divincri de La Molina haber sido víctima de «hostigamientos y acosos» realizados por personal policial aún no identificado.