Por Gidi Weitz y Revital Hovel (Diario Haaretz)(*).-
Baruch Ivcher es una persona llena de sorpresas. Ivcher es, tal parece, el israelí más influyente en Perú. Su fortuna se estima en cientos de millones de dólares y posee, entre otros, una red televisiva en Perú.
Ivcher, de 73 años, creció en Hadera, hizo su servicio militar en la unidad de comunicaciones y estudió Derecho en la Universidad Hebrea junto a dos estudiantes que tiempo después llegarían a ser famosos: el ex-juez Dan Cohen que hoy está detenido en Israel bajo la sospecha de recibir coima de millones luego de haber sido extraditado del Perú; y el catedrático Uriel Reichman.
En años recientes, Ivcher hizo generosas donaciones al Centro Interdisciplinario en Hertzlia (IDC) fundado por Reichman, y el auditorio de ese centro superior lleva su nombre.
Culminados sus estudios, Ivcher abrió una oficina de abogados en Hadera, pero en los años 70 dejó la práctica y emigró a Perú para ayudar a su hermano en el negocio de los colchones. En los 80, Ivcher amplió el abanico de sus negocios hacia el área de las comunicaciones.
Luego, cuando su canal de televisión hizo reportajes y criticó al dictador Alberto Fujimori, [en la última parte de los 90], Ivcher se vio obligado a escapar del país junto con su familia, volviendo a él a finales del año dos mill como héroe nacional luego de la caída de la dictadura.
Ivcher sostiene una amplia red de relaciones con las autoridades en Perú y es considerado cercano al ex presidente Alan García. García es quien rechazó hacer suya la recomendación del Tribunal Supremo en Perú de extraditar a Israel al amigo de Ivcher, el ex-juez Cohen.
Periodistas peruanos afirmaron entonces que las relaciones de amistad entre Ivcher y Cohen salvaron al fugitivo juez de la extradición. Cohen e Ivcher negaron esta hipótesis.
Hace un tiempo, luego del cambio de gobierno en Perú, Cohen fue extraditado a Israel. Desde entonces él se encuentra preso y se prepara para su juicio que debe empezar en unos meses.
Parece que Ivcher tuvo muchos deseos de visitar a su amigo Cohen en la cárcel israelí. Pero las normas carcelarias permiten la visita solo para familiares una vez a la semana y por tiempo limitado. En cambio, los abogados de los presos tienen mayores derechos por la naturaleza de su trabajo: pueden visitar a los detenidos a lo largo de toda la semana desde la mañana hasta la tarde.
Esta posibilidad no pasó desapercibida ante los ojos de Ivcher que hace unos meses (después de muchos años de para) renovó su licencia para la práctica profesional y hasta se registró como abogado en el buró de Michael Spigelman. Nuestra pesquisa reveló que Ivcher incluso canceló sus deudas pasadas a la oficina de abogados.
No fue posible conseguir el comentario de Ivcher. En el estudio de Spigelman confirmaron que Ivcher se inscribió como abogado del estudio con la finalidad de visitar a Cohen en la cárcel♦
(*) Nota original del diario Haaretz publicada el 29 de junio de 2013.