[Actualización a las 2:30, del 10 de diciembre]
El 14 de noviembre, IDL-Reporteros publicó por primera vez la información sobre las declaraciones de Marcelo Odebrecht en Curitiba indicando que en el pasado había contratado, entre otras cosas, a PPK como consultor. El Presidente entonces lo negó, pero ahora lo admite.
El interrogatorio en Curitiba estuvo a punto de abortar. Los asesores legales de Marcelo Odebrecht habían aconsejado a este no declarar y esa era la posición adoptada cuando el grupo de tres fiscales peruanos (Rafael Vela, fiscal Superior; José Domingo Pérez Gómez, fiscal a cargo de la investigación; y el fiscal adjunto Wálter Villanueva) llegó a Curitiba.
Lo que hizo posible el interrogatorio fue, sobre todo, la colaboración del fiscal federal brasileño Orlando Martello, quien desde su posición de autoridad persuadió a Odebrecht a declarar. A la par, las conversaciones entre los fiscales peruanos Vela y Pérez Gómez con, especialmente, dos abogados corporativos de Odebrecht: Mauricio Becerra y Ricardo Weyll, llevaron a que estos ayudaran a concretar la diligencia.
En el acto mismo no estuvo Weyll pero sí Becerra, quien encabezó la representación legal de Odebrecht durante el interrogatorio. Además de ellos, Martello y los tres fiscales peruanos, asistieron policías federales brasileños y los dos abogados de Keiko Fujimori: el peruano Edward García y el brasileño Breno Brandão.
Edward García es abogado en el estudio de Arsenio Oré Guardia, una de cuyas especialidades es la defensa de clientes poderosos que enfrentan poderosas acusaciones. Uno de esos casos fue la defensa de Dionisio Romero por vínculos corruptos con Vladimiro Montesinos durante el fujimorato.
Antes de empezar el interrogatorio, José Domingo Pérez Gómez modificó la disposición de sillas para poderse sentar cerca de Odebrecht. Martello hizo una breve observación, pero permitió el cambio de sillas que al final le dio fluidez al intercambio de preguntas y respuestas y llevó a que Odebrecht pasara en varios momentos del portugués al portuñol con la elocuencia que suelen alimentar los largos períodos de silencio.
Al final, en las cuatro horas de interrogatorio, se habló sobre muchos hechos y personajes. Es mejor relatarlos en orden, empezando por el motivo central de esa diligencia: aclarar si Keiko Fujimori recibió o no recibió dinero de Odebrecht en su campaña electoral de 2011.
II
Al hablar sobre si dio dinero o no a la campaña de Keiko Fujimori en 2011, Marcelo Odebrecht ratificó haber contribuido monetariamente con esa campaña. Cuando el fiscal Pérez Gómez le preguntó qué significaba aquello de “aumentar Keiko para 500”, Odebrecht puntualizó que “500” significaba 500 mil dólares; y que aumentar quería decir que se entregaba 500 mil dólares sobre una cantidad previa, una base anterior. Pero que quién tenía que indicar cuándo y cómo se dio ese dinero es [Jorge] Barata.
Los abogados de Keiko Fujimori, que retiraron la mayor parte de sus preguntas y solo formularon un par de ellas, le preguntaron si su afirmación de haber aportado con más de 500 mil dólares a la campaña de esta era “una inferencia o una hipótesis”, dado que él no lo había presenciado.
Nada de eso, dijo Odebrecht. Si afirmó lo de aumentar los 500 mil dólares es porque él mismo dispuso que así se de. ¿Cuándo se pagó, cómo se pagó? Barata lo sabe.
A la vez, Odebrecht dijo que el “fazer visita” no significaba necesariamente visitar a Keiko Fujimori, que probablemente se refería a Venezuela, que está mencionada a continuación en su nota.
Las versiones coinciden en que Odebrecht no afirmó conocer a Keiko Fujimori ni haber participado operativamente en la entrega de dinero para su campaña. Sólo sostuvo haber ordenado que se le diera 500 mil dólares más allá de lo ya entregado a esta para la campaña de 2011. El encargado de llevar a cabo esa orden fue el ubicuo Jorge Barata.
Entonces: ¿Le dio o no le dio? Marcelo Odebrecht sostiene que sí le dio, que ordenó aportar con medio millón de dólares por encima de lo entregado a la campaña de Keiko Fujimori el 2011. ¿La conoce personalmente? No. ¿Le pagó? afirma que sí. ¿Quién sabe los detalles? Por lo menos, Jorge Barata.
III
¿Fue eso lo que hizo sonreír a los abogados de Keiko Fujimori y retirar la mayoría de sus preguntas? Claro que no. Lo que provocó eso fue una afirmación nueva de Odebrecht que concierne al presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski.
Odebrecht se quejó de que pese a que su ex empresa colabora ahora con la justicia en el Perú, se la ataca solo a ella.
Ahí dijo que años atrás Odebrecht había contratado a PPK como consultor. La revelación provocó un silencio súbito en la sala, mientras los abogados de Keiko Fujimori ocultaban con dificultad la sonrisa.
Hubo un receso de cinco minutos y a la vuelta, Odebrecht lo explicó: Cuando PPK fue presidente del Consejo Directivo de Proinversión (2001-2002 y 2004-2005), su oposición al proyecto de la Interoceánica lo convirtió en una “piedra en el zapato”, según dijo Odebrecht.
Pero, cuando PPK dejó de ser ministro, Odebrecht afirmó haberlo contratado como consultor. ¿Por qué? Le preguntaron. “Para curar heridas”, repuso.
¿Cuál fue la actividad de consultoría? Consultar sobre temas económicos, dijo. ¿Cómo le pagaron? Fuentes presenciales sostienen que dijo que “con la caja dos”. Otros no lo recuerdan. ¿Por qué con la caja dos? Por una cuestión de fisco. ¿Cuánto? Barata lo sabe.
¿Lo apoyaron en su campaña electoral en 2011?, preguntó el fiscal: “Si ha estado en los primeros puestos, tengo la certeza que sí”, repuso. ¿Montos, momentos? Barata.
IDL-R intentó entrevistar al presidente Kuczynski sobre el tema a través de Freddy Chirinos, persona muy cercana al mandatario en temas de comunicación. Pese a que PPK acababa de retornar de un viaje largo, Chirinos ofreció plantearle el tema, esperando una respuesta positiva. Sin embargo, hasta el cierre de edición no hubo respuesta ni de Chirinos ni de Palacio.
PPK se ha referido antes al tema, en una comunicación escrita a la actual comisión Lava Jato del Congreso, el presidente sostuvo que “puedo afirmar que no he tenido relación profesional ni comercial con las constructoras brasileñas ni con sus consorciadas peruanas que públicamente vienen siendo vinculadas al caso Lava Jato”.
Alguien miente aquí.
IV
¿Y el “AG” de sus notas, le preguntaron a Odebrecht, era el que se sospecha, o no?
A veces sí, dijo el ex presidente de Odebrecht, y a veces no.
Pocas líneas antes de la famosa línea sobre los 500 mil a Keiko, hay la siguiente referencia a un AG:
En este caso, dijo Odebrecht CC/AG significa Camargo Correa y Andrade Gutierrez.
Pero un poco más abajo dice lo siguiente:
Y aquí, sostuvo Marcelo Odebrecht, AG significa Alan García.
A diferencia de otros políticos, Odebrecht dijo que la relación con Alan García era una cuestión de tres generaciones de la familia Odebrecht: desde Norberto hasta Marcelo, pasando por Emilio Odebrecht. Era, afirmó, una relación de confianza.
Odebrecht contó, por ejemplo, que su empresa no iba a participar en el gasoducto, pero que Alan García los indujo e incentivó para que ingresen. El fiscal le preguntó si con relación a ello había habido ‘pagamentos’ de coimas, y Odebrecht otra vez repuso que “eso no lo puedo afirmar, eso lo tiene que confirmar Barata”.
Le preguntaron también sobre aportes a campañas políticas de Alan García o el Apra y Odebrecht respondió que tiene la certeza de aportes de campaña pero que, adivinen, eso lo tiene que confirmar Barata.
Cuando el fiscal preguntó si Odebrecht había pagado a Alan García por dictar conferencias, Marcelo Odebrecht contestó que sí, que Odebrecht lo había contratado “porque es una política de la empresa ayudar a los expresidentes”. Le preguntaron sobre los montos, contestó, con abrumadora previsibilidad, que “eso lo sabe Barata”.
V
Cuando habló sobre la corrupción en general, Marcelo Odebrecht dijo que ellos no inventaron los sobornos y que eso era una regla en todos los lugares donde trabajaron.
Más específicamente, dijo que en el Perú sus consorciados conocían todo respecto al pago de sobornos. Mencionó a Graña & Montero como cómplice activo tanto en conocer y aceptar el pago de coimas por Odebrecht, como haciéndolo en forma activa.
En ese contexto dijo que no entendía porqué, pese a que su empresa colaboraba con la justicia, era tan duramente atacada.
En las otras preguntas, y hubo muchas más, sus respuestas fueron virtualmente iguales a las que dio en mayo pasado.
Al final, quedó claro que casi todas sus respuestas terminaban en una palabra que era en sí misma una pregunta, un interrogatorio entero.
Barata.
(*) La información de esta nota está basada en varias fuentes que, de diversas formas y maneras, gestionaron e hicieron posible la segunda y muy importante declaración de Marcelo Odebrecht en Curitiba el jueves 9 de noviembre. Algunas de estas fuentes también estuvieron presentes en la declaración.
Dado que la corroboración de lo informado se ha dado cruzando versiones diferentes de distintas personas, la narrativa de lo que sucedió tiene grados diversos de precisión en varios puntos. En algunos, la mayoría, hay coincidencia total. En otros existen matices, pero en ningún caso contradicción en las versiones sobre lo que sucedió.
IDL-Reporteros considera que esta reseña de la diligencia llevada a cabo en la sede de la Policía Federal en Curitiba es el relato fiel de lo que sucedió.
[Actualización a las 17:45, del 14 de noviembre]
Horas después de la publicación de IDL-Reporteros, Pedro Pablo Kuczynski, a través de su cuenta de Twitter, negó haber recibido aportes de Odebrecht para su campaña electoral, así como haber trabajado para la empresa. El presidente de la República también afirmó que Alianza Por el Gran Cambio, movimiento con el que postuló en 2011, no estuvo entre los favoritos del proceso.
[Actualización a las 18:00, del 14 de noviembre]
(**) Esta es una publicación de la Red de Investigaciones Periodísticas Estructuradas integrada por IDL-Reporteros y los periodistas Hugo Alconada (La Nación/Argentina); Guilherme Amado (O Globo/Brasil); Rolando Rodríguez (La Prensa/Panamá); Joseph Poliszuk (Armando.Info/Venezuela); Fabián Werner y Darío Klein (Sudestada/Uruguay); e Ignacio Rodríguez Reyna, Alejandra Xanic y Marcela Turati (Quinto Elemento Lab/México).
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