La “investigación” que ha abierto la Fiscalía contra Gustavo Gorriti, director de IDL-Reporteros y los fiscales Rafael Vela Barba y José Domingo Pérez Gómez, es tan absurda cuanto peligrosa y amenazante para el periodismo de investigación, la libertad de prensa y lo que sobrevive de democracia en el Perú.
Sobre la base de información sesgada, y tendenciosa –parte de la cual ya ha sido contundentemente refutada– sin que haya habido el mínimo esfuerzo de verificación, la fiscalía a cargo de Alcides Chinchay la adopta como hipótesis válida para una investigación criminal, en contra de los criterios más básicos de razón y corroboración.
Esta “investigación” fiscal cede, evidentemente, a la presión estridente y amenazadora de los órganos de desinformación y calumnia que –en un despliegue sin precedentes en este siglo– han perpetrado las campañas más cínicas y viles de mentira, en forma coordinada con los políticos y empresarios investigados por corrupción (especialmente en el caso Lava Jato), varios de cuyos casos están por entrar a juicio en los próximos meses. Es una ofensiva de los círculos de corrupción contra los fiscales y periodistas que los investigaron, que intenta repetir, a escala mayor, lo que hicieron sus pares en Guatemala.
La “investigación” fiscal es un paso en ese sentido.
La amenaza a la libertad de prensa, al periodismo de investigación y, en especial, a todo lo logrado y avanzado en la lucha contra la corrupción durante los años precedentes, es clara y evidente.
No es casualidad que IDL-Reporteros y su director sean el objetivo, pues lo son desde que los órganos de la desinformación arreciaron su ofensiva, apoyados por bandas callejeras de matones.
IDL-Reporteros sabe que uno de sus deberes fundamentales es defender la libertad de prensa y el periodismo de investigación, sobre todo en momentos de crisis, como el presente.
A la vez, entendemos que esta circunstancia representa un grave peligro para el periodismo y las más básicas libertades en general.
Por eso, llamamos a nuestros colegas del hemisferio a pronunciarse sobre esta amenaza común, a enfocar reflectores sobre ella y sobre sus protagonistas y perpetradores, a investigar el caso a fondo, entendiendo también que lo que está pasando aquí ya pasó en Guatemala y puede extenderse pronto a otras naciones.
IDL-R cumplirá con su deber y enfrentará desde tiranos hasta tinterillos con la misma decisión.