En poco tiempo, dos discursos antisemitas han contaminado la política nacional.
Primero fue el gobernador de Junín, Vladimir Cerrón. En enero, Cerrón tuiteó en su cuenta que “Si la izquierda articula bien su unidad, enfrentará a los poderes judío-peruanos en las próximas elecciones generales con éxito”. Dos días después, ante la protesta de la comunidad judía, se disculpó en forma nada convincente, apelando a los principios de una formación de la que obviamente carece.
El segundo es el ex presidente Alan García Pérez. En una entrevista a Óscar Torres, publicada este domingo 24 en El Trome, García responde así a una pregunta de aquel:
Torres.- El periodista Gustavo Gorriti me dijo que usted es quien comanda la contraofensiva para frenar la investigación anticorrupción.
García.- Bueno, esa persona que trajo al Perú la mafia judía de Maiman, de Avi Dan On y a la que él pertenecía con Soros, el financista internacional, no tiene ninguna autoridad moral. Que se haya adueñado con dinero y con habilidad de la conducción de algunos medios, porque es así, y del grupo que rodea al presidente, es una cosa, pero no goza de ninguna autoridad.
¿La mafia judía? ¿En la que operan simultáneamente Maiman, Dan On, Soros y este periodista? ¿Se trata solo del delirio de una mente feculenta o hay más?
Hay más, por supuesto. García sostiene la existencia de “una mafia judía” que yo habría traído al Perú e integrada –imagino que en parte– por gente tan diferente entre sí como los nombrados. Excepto por ser todos judíos.
Es el típico discurso antisemita, que hunde sus pútridas raíces en los ‘Protocolos de los Sabios de Sión’ y otras tóxicas afirmaciones conspirativas.
«A lo largo de la historia, el ataque antisemita ha servido para ocultar o encubrir otras infamias».
¿Alan Goebbels? O, en equivalencia de masa, ¿Alan Goering?
Probablemente las razones tengan más que ver con el avance de las investigaciones anticorrupción que le conciernen que con la relectura de Mein Kampf. Pero ya ingresó a chapalear en el pozo séptico del antisemitismo.
Y eso no es broma. A lo largo de la historia, el ataque antisemita ha servido para ocultar o encubrir otras infamias. Y los resultados han sido terribles para el pueblo judío.
En este caso, sin embargo, lo probable es que García ensaye una disculpa a medias, que incluya lo que dice todo antisemita confrontado: que tiene amigos judíos.
Me parece, reitero, que estos y otros ataques no tienen como objetivo principal al pueblo judío. Buscan atacar la investigación y los investigadores del caso Lava Jato para tratar de rescatar la impunidad de las puertas mismas de la evidencia.
Pero utilizar el argumento antisemita, aunque sea en forma colateral, no debe ser y no será tolerado.
Puede ser innecesario decirlo, pero añado que seguiré conduciendo lo que queda de la investigación con el rigor metodológico de siempre, de acuerdo con lo que señale la prueba. La autoridad moral de IDL-R se basa en la verdad de los hechos. De hechos cuya revelación es de central importancia para los ciudadanos de nuestra república.
A la vez sabremos defender la investigación con la energía necesaria en cada caso. Y eso incluye, por supuesto, enfrentar a los canallas que intenten utilizar el racismo como arma de ataque.
[Actualización al 27 de febrero 2018, 21:44 p.m.]
A raíz de las declaraciones antisemitas de Alan García, Jack Falkon -representante del Comité de Relaciones Humanas de la Asociación Judía del Perú- le escribió la siguiente carta de protesta:
Otros medios, como Útero.pe, cubrieron el caso.
Frente al escándalo, el miércoles 27, Alan García envió la siguiente carta de disculpa:
La ambigua carta de Alan García, que atribuye a un lapsus lo que debiera ser un incondicional arrepentimiento deja, junto con su falta de claridad (¿a qué se refiere por nacionalidad, supuestamente confundida con religión?) por lo menos una certeza y dos preguntas.
La certeza:
La carta es hipócrita y falsa.
Las preguntas:
1) Si cuando García Pérez habla de nacionalidad se refiere a la israelí, ¿de dónde sacó, por ejemplo, que George Soros la tenga? ¿Porque es judío?
2) ¿Alan García Pérez es realmente aprista? A la luz de su declaración y de su carta de disculpa, la pregunta es relevante, sobre todo para los veteranos del Apra.