Con “Las ‘seis sorpresas’ del ‘Doc”, IDL-Reporteros reveló y relató los esfuerzos que realizó Vladimiro Montesinos desde su privilegiado y muy bien comunicado encierro en la Base Naval para enviar y coordinar la entrega a Keiko Fujimori de un documento para que esta no solo aplaste a Pedro Castillo en el debate previo a la segunda vuelta sino que gane con ello las elecciones.
Según Montesinos, el documento era tan poderoso que si “[Keiko] usa eso y le va a dar una paliza al otro [Castillo]”. Solo leer el documento otorgaba un contundente poder a Keiko Fujimori: “Va a ser fundamental para ella porque en el debate … lo va a hacer puré al otro con la lectura del documento”.
Es verdad que la literatura logra en ocasiones un poder taumatúrgico capaz de provocar asombro hasta en las aulas de Hogwarts.
¿Es este el caso?
IDL-R logró conseguir el documento completo, de 13 páginas (cinco de las cuales son de anexos al tema principal) y lo da a conocer ahora al público.
La portada de la presunta arma secreta de Montesinos tiene dos cosas que despiertan el interés por leerlo.
El título y el sello:
Con tal empaque y envoltura, ¿cuán potente es el contenido?
El desarrollo conceptual de las “sorpresas estratégicas” toma ocho páginas, donde se presentan en seis temas de debate:
– Seguridad ciudadana;
– Libertad de prensa;
– Equilibrio de poderes públicos;
– Terrorismo en el Perú;
– Consensos políticos;
– Lucha contra el narcotráfico.
Los dos primeros: seguridad ciudadana y libertad de prensa son aquellos en los que Montesinos pone mayor énfasis.
Las premisas usan el tipo de lenguaje destinado a lograr que las neuronas de su público se cuadren, en atención, desde el principio.
Así, “de acuerdo a las reglas de la política y máximas de la experiencia, todo debate presidencial es un CONTRADICTORIO DE OFERTAS entre dos posiciones políticas”. El debate sigue las reglas de la guerra, de manera que “tendrá mayor posibilidad de ganar la confrontación el candidato que durante el evento mantenga la INICIATIVA y utilice al máximo el FACTOR SORPRESA”. [las mayúsculas son del autor].
Para eso el SECRETO de las sorpresas de Montesinos.
¿Cuál era el contenido?
En seguridad ciudadana, luego de sostener que “la creciente situación de inseguridad ciudadana, que vivimos en plena crisis sanitaria y económica derivada del Covid-19” ha provocado una “visible oleada de extrema violencia desatada por las redes y coaliciones de la delincuencia […] constituyen el PRINCIPAL y más peligroso problema que enfrenta hoy el Perú, paralelamente a la pandemia…”, Montesinos, como deseado ventrílocuo de Keiko Fujimori propone una nueva ley que entregará toda “la conducción de la lucha contra la delincuencia y el crimen organizado” al Presidente de la República, que a su turno incorporará al Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana como”un componente más del Sistema de Defensa Nacional”.
¿Qué hubiera significado todo ello? Centralización del poder, reordenamiento burocrático pero poco o nada sobre cómo combatir en concreto la delincuencia y el crimen organizado.
Y nada, de paso, sobre cómo combatir mejor el efecto brutal del Covid-19 sobre el país. Eso ni siquiera lo tocó.
En libertad de prensa, el asunto se pone, cómo decirlo, medio psicodélico. Uno lo lee y no lo cree: ¿Montesinos se ha convertido en un caviar? ¿Eso es lo que le hace el CEREC a sus presos? ¿O solo sucede con aquellos a quienes les permite utilizar teléfonos fijos y celulares a discreción?
En esa segunda ‘sorpresa’ una de las más subrayadas por Montesinos por el esperado efecto de poner a los periodistas en “el bolsillo” de la entonces candidata, el ‘Doc’ justifica así la iniciativa que debería presentar Fujimori, de despenalizar la calumnia y la injuria.
Y, por ello, de haber seguido sus consejos, Keiko Fujimori hubiera dicho lo siguiente en el debate del 30 de mayo:
Olvidemos por un momento que la espada de Damocles no era blandida ni por él ni por nadie sino que, en la leyenda, pendía sobre la cabeza de este. Al fin y al cabo, peores errores se perpetran cada día al citar a los clásicos. Lo notable es que Montesinos haya escrito ese texto que corresponde a lo que piensan y defienden la mayor parte de organizaciones de defensa de la libertad de prensa.
¿Pero Montesinos? El más grande manejador de medios prostituidos en la historia de la República (en otras palabras, el mayor director anti-periodístico de todos los tiempos); el sobornador de dueños de radios, canales de televisión; el planificador de ataques contra periodistas íntegros; el que llevó a juicio a Enrique Zileri, no por lo publicado sino para evitar que publique o siquiera lo nombre; el precursor de los troles y la desinformación sistemática. Él, en resumen, fue un estructural enemigo de la libertad de prensa (y la democracia además).
Está claro que en su intento de asesorar el “contradictorio de ofertas”del debate, Montesinos presentó una mentira disfrazada de verdad.
En los otros temas, un concepto que no queda claro es el siguiente:
¿Qué quiso decir con eso? “Desmovilizar” a un Sendero desmovilizado hace años por la derrota? ¿Terminar de discutir los acuerdos de “los problemas derivados de la guerra” que fueron debatidos y luego abandonados en los 90? No lo explica.
En los otros temas no hay ni visiones ni propuestas particularmente originales o interesantes, excepto la composición y el tono, que se venden bien, aunque detrás de ellos haya poco de valor o de sustancia.
A continuación, el texto completo, en facsímil, del trabajo secreto de asesoramiento para el debate, que Montesinos intentó, desde su centro de operaciones en el Callao, hacer llegar a Keiko Fujimori. Parece que el documento, redactado con el estilo que tanto impresionó a Alberto Fujimori en los 90, no llegó a la hija.
Si hubiera llegado y si Keiko Fujimori hubiera optado por seguir todos sus consejos, ¿hubiera cambiado el resultado electoral? Parece que no, pero nunca lo sabremos con certeza.
IDL-R intentó comunicarse con Luis Galarreta y Miguel Torres, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.