En una conversación del sábado 14 de abril, cerca de las 9 de la mañana, el entonces presidente de la Corte del Callao, Walter Ríos, y el juez supremo César Hinostroza Pariachi hablaron sobre el juez Ramiro Vila Oré. “Ningún juez penal titular quiere asumir el once juzgado, convertido con especialidad exclusiva en corrupción de funcionarios y crimen organizado”, le dijo Ríos a Hinostroza.
La Corte Superior de Justicia del Callao estaba en proceso de implementación del Nuevo Código Procesal Penal. Hasta el 10 de abril, los procesos especiales eran atendidos solo por el juez Cerapio Roque Huamancóndor, que autorizó las interceptaciones legales de los CNMAudios.
Roque Huamancóndor había solicitado a la Sala Penal Nacional en casos de corrupción, que dirige la jueza superior Susana Castañeda, que se cree otro juzgado para distribuir la carga procesal. El Equipo Técnico Institucional (ETI -Penal) de implementación del Nuevo Código Procesal, aceptó el pedido en abril.
Sin embargo, en el Callao ningún juez quería asumir esa responsabilidad.
Hay otro detalle. Castañeda había determinado además que los casos de corrupción sean atendidos por jueces titulares. El universo de Ríos para designar al juez que ocuparía ese despacho era pequeño. El 11° Juzgado era despachado por el juez supernumerario Raúl Salcedo Rodríguez.
Vila no fue la excepción. Se resistió a asumir ese despacho. Ríos se tuvo que esforzar por convencerlo. “Con Vila quedamos en lo siguiente. Eso fue el martes, el día que salió la norma. Le dije: “hermano, yo quiero, no quisiera, que de repente alguna decisión mía en contra de tus intereses, voy a generar entre tú y yo algún problema personal. Voy a actuar, hermano le dije, como un estadista, como debe de ser un presidente de Corte, viendo lo mejor para la institución. “Ya doctor”, me dijo. Agarró sus manitos, ¿no?…y con una actitud totalmente amigable, ¿no? Yo diría hasta subordinada, ¿no? Me dijo: “doctor, yo voy a aceptar lo que usted decida”.
En el artículo ‘De cómo la mafia se enteró de que los estaban escuchando y su contraataque’, el periodista César Romero, de La República, reveló que cuando los implicados en este caso supieron que estaban bajo investigación, “se encontraron que Roque Huamancóndor era impenetrable. Entonces, lo promovieron […] como juez superior integrante de la Sala de Apelaciones Transitoria, creada en febrero por el presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez.
La organización de Walter Ríos se había enterado, entre fines de abril y comienzos de mayo, que sus teléfonos estaban intervenidos. Necesitaban saber el alcance de las investigaciones.
Al ser promovido a juez superior provisional, a partir del uno de junio, Roque se vio obligado a redistribuir los expedientes reservados. No lo hizo de inmediato.
La Sala de Apelaciones Transitoria no tenía un ambiente físico. El juez Roque se fue de vacaciones y al regresar siguió en su despacho del juzgado de investigación preparatoria.
Recién el 19 de junio se activó físicamente la Sala de Apelaciones y Roque tuvo que entregar los expedientes reservados. Los números impares fueron a manos del juez Sergio Núñez Palacios y los pares, entre los que se encontraban las escuchas de la red de corrupción judicial, al juez Vila Oré.
Después que el juez Roque redistribuyó los expedientes reservados, Ríos y compañía llegaron a conocer el caso a fondo.
El uno de julio, diez días después de la entrega de los expedientes reservados, la Sala de Apelaciones Transitoria fue desactivada y trasladada a otra jurisdicción.
Roque solo fue juez superior provisional por diez días.
El caso Gambetta
El juez Ramiro Vila Oré tiene a su cargo el caso Gambetta. Esta causa judicial tiene relevancia porque se investiga a funcionarios públicos del Gobierno Regional del Callao, entre ellos, el actual gobernador Félix Moreno, y a los representantes legales de los consorcios contratista (integrado por la empresa Andrade Gutiérrez y Queiroz Galvao) y supervisor (integrado por JNR Consultores S.A. y R&Q Ingeniería S.A).
Hasta abril de este año, Roque Huamancóndor estaba a cargo del Primer Juzgado de investigación Preparatoria del Callao, y por tanto estaba a cargo del caso Gambetta. Sin embargo, en mayo pasado, tras emitirse una disposición interna del Poder Judicial del Callao, el caso fue derivado al juez Vila Oré.
Ahora Vila tiene pendiente resolver un pedido de “excepción de improcedencia de acción” interpuesto por la defensa de los investigados, Nuñez Barriga y Fox Cassinelli, representantes legales del Consorcio Supervisión Gambetta. A ellos se les investiga en calidad de cómplices por el delito de colusión agravada, conjuntamente con los que se presume serían los autores directos: los funcionarios públicos del Gobierno Regional del Callao con Moreno a la cabeza. El 19 de julio se llevó a cabo esta audiencia y está pendiente el pronunciamiento de Vila.
Ahora el juez Roque Huamancóndor deberá repartirse los casos que tiene a su cargo con el juez Vila. El primero tenía a su cargo varios casos importantes, entre los cuales figuran el caso Gambetta, los trabajadores fantasmas de Finver, la construcción de un sauna spa en el Pentagonito, el caso de las canchas de grass sintético del gobierno regional del Callao, y la defraudación de obras en la institución educativa Simón Bolívar.
Nombramientos por encargo
En una conversación telefónica del miércoles 2 de mayo pasado, a las 4 y 20 de la tarde, César Hinostroza y Walter Ríos, entonces presidente de la Corte del Callao, hablaron sobre la correlación de fuerzas en la Corte chalaca.
“No podemos perder, es el Callao, hermano, de verdad. Imagínate que entre el enemigo, nos va a destrozar […] yo necesito apoyo, me siento solo, mira cuando estoy haciendo una cena, tanto que me han reclamado, solamente me han confirmado Madeleine, (ininteligible), Peirano y Emperatriz. Irma no va, Obando no va […]”, le dijo Ríos a Hinostroza.
Hinostroza coincidió con Ríos, y le pidió que le de un puesto de trabajo a un amigo suyo, Roly Capcha. “Escúchame, quiero ayudar a un amigo mío, muy bueno, de primera, que está en la Procuraduría y que conoce mucho sobre administración de justicia. No sé si le das una oportunidad pues”, le dice Hinostroza.
“Ya pues, que converse conmigo”, le respondió Ríos.
Y así fue. El lunes 4 de junio pasado, Roly Capcha juramentó como juez supernumerario del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Transitorio del Callao.
El martes 17 de abril, César Hinostroza recibió la llamada de Fiorella Salazar Zapata, postulante para la convocatoria del Consejo Nacional de la Magistratura 008-2017-SN/CNM, para la plaza de fiscal adjunta provincial penal corporativo en La Libertad.
“Doctor Hinostroza como está, que tal, soy Fiorella Salazar Zapata, ayer me dijo que lo llamara el día de hoy a esta hora”, le dijo la postulante al juez supremo. “[…] Ya me contacté con la persona, de repente podemos ir mañana o pasado a hablar con él. Porque tú eres para la próxima semana ¿no?”, le dice. “Sí, es para el día lunes, doctor, mi entrevista”.
Fiorella Salazar no fue nombrada para el cargo.
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