El escandaloso sobreseimiento del jefe de inteligencia argentino, Gustavo Arribas, sobre el que informa Hugo Alconada, de La Nación, en la nota que reproducimos ahora, es probablemente el primer caso de exoneración judicial pese a contundente evidencia contraria, vinculado con el caso Lava Jato en América Latina. Y, dada la ineficiencia y corrupción de buena parte de los sistemas judiciales latinoamericanos, pudiera no ser el último.
Como se sabe, y se puede recordar en las notas relacionadas, el caso Arribas saltó a la notoriedad en Argentina luego de que Hugo Alconada, integrante, como IDL-Reporteros, de la Red de Periodismo de Investigación Estructurado, publicara las transferencias hechas por el doleiro brasileño Leonardo Meirelles a una cuenta de Arribas.
La sentencia de sobreseimiento será seguramente apelada en Argentina y debe renovar el empuje de la investigación periodística sobre el principal caso de corrupción no solo en Brasil sino en Latinoamérica. (Nota de IDL-Reporteros)
Leonardo Meirelles, el «cuevero» o «doleiro» brasileño que emitió cinco transferencias a favor de Gustavo Arribas, estaba dispuesto a declarar ante la justicia argentina. Y a pesar del sobreseimiento del titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, Meirelles aún espera que lo citen para contar su versión sobre las cinco transferencias que ordenó de Hong Kong a Suiza, según confirmó su abogado a LA NACION.
«Le confirmo que sería posible que Leonardo Meirelles hable con las autoridades argentinas», afirmó ayer su letrado, Haroldo Nater, desde su estudio jurídico, en Curitiba. «Él es un colaborador [de la justicia] aquí, en Brasil, y pretende esclarecer los hechos que acontecieron donde fuere necesario», sostuvo.
Según las evidencias recopiladas durante la investigación conocida como Lava Jato, Meirelles ordenó cinco transferencias a favor de Arribas en septiembre de 2013. Lo hizo por un total de US$ 594.518 a través de una cuenta en Hong Kong abierta a nombre de su sociedad RFY Import & Export Limited.
La justicia brasileña determinó que esa firma era sólo una «empresa de fachada». Es decir, que se usó para operaciones de lavado de activos, el pago de coimas y la evasión tributaria, según reveló LA NACION en enero.
Arribas declaró ante la Justicia, sin embargo, que sólo recibió una transferencia de Meirelles, sobre la que ofreció distintas versiones hasta que la adjudicó a la venta de unos muebles que se concretó en 2015 (es decir, dos años después del giro que admitió).

Pero según Nater, su cliente Meirelles emitió las transferencias por órdenes de su entonces jefe y socio Alberto Youssef, quien se acogió al régimen de la delación premiada tras ser arrestado por el juez brasileño Sergio Moro, y fue condenado a prisión tras probar su rol decisivo para canalizar múltiples pagos de sobornos de Odebrecht, OAS y otras constructoras brasileñas.
Según los investigadores brasileños, Youssef les cobraba el 3% del dinero negro a esas constructoras. Y a cambio lideró un equipo de «doleiros» -como Meirelles- y valijeros, como Jayme Alves de Oliveira -alias «Jayme Careca»- o Carlos Alexandre de Souza Rocha -alias «Ceará»-, quien figura con «reiterados ingresos» a la Argentina «por tierra» durante 2009 y, siempre, «por un escaso lapso de tiempo», según informó Elisa Carrió ante la Justicia y reveló ayer Clarín.
Peleados y enfrentados desde que la justicia brasileña avanzó contra ambos, Meirelles y Youssef se acusan ahora de ser los responsables de esas transferencias a Arribas.
Así, desde el entorno de Youssef replican que esos cinco giros a una cuenta bancaria en Suiza del actual titular de la AFI fueron por exclusiva cuenta y orden de Meirelles, según indicaron a LA NACION, y que debe ser ese «doleiro» quien, llegado el caso, dé explicaciones a la justicia argentina.
«¡Youssef siempre lo niega! (haber hecho la transferencia)», replicó Nater, desde Curitiba. Pero, añadió, «el nombre de Gustavo Arribas está entre los beneficiarios de las transferencias de depósitos efectuados por Leonardo [Meirelles] por orden de Alberto Youssef», reafirmó.
Sólo horas antes de que trascendiera que el juez federal Rodolfo Canicoba Corral había sobreseído a Arribas, Nater también precisó que hasta ayer no habían sido notificados de que el fiscal Federico Delgado y el procurador de Investigaciones Administrativas, Sergio Rodríguez, quisieran escuchar la declaración de Meirelles.
«Hasta el momento nadie del Poder Judicial o del Ministerio Público argentino se contactó conmigo o con Leonardo Meirelles», precisó su abogado defensor, quien por el contrario sí condicionó un viaje de su cliente a la Argentina.
«No sé si sería conveniente que él viaje a Buenos Aires. Sólo lo haría con la garantía del Poder Judicial argentino de que no será objeto de una medida restrictiva de su libertad, pudiendo retornar a Brasil cuando él lo considere adecuado». En ese caso, abundó, «podría pensar en ir».
El fiscal Delgado procuró salvar ese obstáculo. Así, mientras el juez Canicoba Corral rechazó la citación de Meirelles por motivos procesales, otro juez de Comodoro Py, Sebastián Casanello, autorizó escucharlo mediante una videoconferencia en la causa por el eventual pago de sobornos de Odebrecht en la construcción de la planta potabilizadora de Paraná de las Palmas.
Los investigadores argentinos debaten ahora en qué carácter escucharán a Meirelles. ¿Declarará como imputado? ¿Puede ser acusado en la Argentina -y por lo tanto acogerse al régimen del arrepentido- o ya fue juzgado en Brasil y por lo tanto aquí equivaldría a juzgarlo por segunda vez por el mismo delito? ¿O corresponde considerarlo como testigo y que, en ese caso, declare bajo juramento de decir verdad?
Mientras tanto, Casanello libró ya el exhorto, que ahora recorre los canales diplomáticos habituales y se encuentra ya en Brasil. Pero aún no llegó a su destinatario final, Meirelles, que espera su oportunidad de hablar.
(*) Esta investigación de Hugo Alconada, de La Nación, de Argentina, contó con la colaboración de la red latinoamericana de periodismo investigativo integrada por IDL-Reporteros, La Prensa, de Panamá; Armando Info, de Venezuela; y Sudestada, de Uruguay.