Una inesperada batalla por la libertad de expresión como resultado de la investigación periodística se desató en México, cuando la renombrada periodista Carmen Aristegui fue despedida de la cadena MVS ayer por la noche.
La empresa alegó la pérdida de confianza tras una crisis desatada luego de que el programa de Aristegui se vinculara a Mexicoleaks, una nueva iniciativa de denuncia ciudadana y periodismo independiente en la que participan publicaciones y organizaciones prestigiosas de periodistas como Animal Político, Emeequis, Proceso, Periodistas de a Pie, entre otras.
MVS señaló que se trató de un “uso de la marca [sic] sin autorización expresa”.
Aristegui retrucó indicando que se trata de una campaña planeada “con mucha anticipación, con muchos recursos y con mucho poder”. “Este equipo de periodistas está decidido a dar su batalla por la libertad de expresión”, expresó esta mañana. “Nuestros abogados nos dicen que esto es un atropello a la libertad de expresión y que hay un conjunto de irregularidades y de situaciones absolutamente denunciables”, agregó.
La crisis empezó el pasado jueves 12 cuando MVS despidió a los reporteros Daniel Lizárraga e Irving Huerta, de la unidad de investigación del equipo de Aristegui. Ambos investigaron en noviembre pasado el caso del escándalo de La Casa Blanca, en el que se reveló que Angélica Rivera, la esposa del presidente mexicano Enrique Peña Nieto, tiene una casa valorizada en USD 7 millones, ubicada en Las Lomas, México DF. La casa fue construida por el Grupo Higa, una de las empresas que ganó la licitación del tren México-Querétaro, y que había construido obras en el Estado de México, cuando Peña fue gobernador.
La investigación tuvo una gran resonancia pública y fue un duro golpe para la imagen de Peña Nieto, en medio de la ola nacional de indignación por las muertes de los estudiantes en Iguala.
Mensaje Aristegui del viernes 13
“En lugar de despedir a dos periodistas, deberíamos premiarlos. Son dos periodistas fundamentales que han dado a nuestros radioescuchas un trabajo de gran nivel”, declaró Aristegui el viernes pasado.
La periodista comentó que Lizárraga y Huerta se encontraban investigando otro caso: la casa del Secretario de Hacienda y uno de los hombres más cercanos a Peña Nieto, Luis Videgaray. Según la denuncia, el funcionario compró la vivienda al Grupo Higa –también implicado en La Casa Blanca- con un crédito con una tasa menor que la del mercado.
Aristegui exigió que los periodistas fueran reincorporados al espacio de trabajo.
MVS rechazó el pedido y dio por terminada la relación laboral con la periodista.
Comunicado de MVS Radio
Gabriel Sosa Plata, ómbudsman de MVS, manifestó que “sí se debió solicitar autorización” para el acuerdo con Mexicoleaks. Sin embargo, indicó que la campaña de la empresa es “mecanismo de presión inédito de una empresa hacia algunos de sus propios periodistas y conductores, que podría afectar su desempeño periodístico”.
Varios comentaristas respaldaron a Aristegui, entre ellos la reconocida académica Dennise Dresser, quien manifestó que “habrá que defender y arropar y pelear por Carmen Aristegui y sus espacios. Porque son los nuestros. Porque a nosotros, como beneficiarios de su trabajo, nos corresponde construir una defensa robusta de la libertad de expresión, del pluralismo, de la necesidad de ser irreverente y retador”.
El caso tiene una amplia repercusión en la prensa internacional.
Hasta donde se sabe, es una de las primeras veces, si no la primera, en la que un argumento de uso «de marca» es utilizado para reprimir el periodismo de investigación.
[Actualización 17/03/15] La alianza Mexicoleaks rechazó la decisión de MVS de terminar la relación laboral con Carmen Aristegui, y expresó su solidaridad con los periodistas despedidos.
Además, la Secretaría de Gobernación manifestó el deseo de que el «conflicto entre particulares» se resuelva. En un escueto comunicado, afirmó que el Gobierno mexicano «ha respetado y valorado el ejercicio crítico y profesional del periodismo».