El dos de noviembre pasado, tres ministros visitaron las lagunas del Proyecto Conga, para evaluar las ventajas y los peligros de éste. Se trató del ministro de Energía y Minas, Carlos Herrera Descalzi; del ministro del Ambiente, Ricardo Giesecke; y del ministro de Agricultura, Miguel Caillaux.
Las diferencias de puntos de vista entre Giesecke y Herrera Descalzi se hicieron pronto evidentes, hasta en los actos fallidos. Herrera Descalzi, por ejemplo, retornó a Lima en el avión de Yanacocha y solo pareció darse cuenta de lo desatinado del hecho cuando este fue revelado.
Luego, (ver: De lagunas a desmontes), el 21 de noviembre, Herrara Descalzi dijo que el EIA de Yanacocha “es correcto y tiene el visto bueno del ministerio del Ambiente”.
Eso no solo fue desmentido por las observaciones del Minam al EIA que Giesecke entregó ayer, sino en declaraciones que éste dio en cuanto regresó de su visita a Cajamarca. Ahí, por ejemplo, ante declaraciones atribuidas a Roque Benavides afirmando que el EIA de Yanacocha “está vigente”, Giesecke puntualizó que “es facultad del ministerio del Ambiente revisar cualquier estudio de impacto ambiental, por más aprobado que esté”, y prometió realizarlo en los próximos 15 días.
Para revisar el EIA, el Minam tenía que conseguirlo primero. Así, el viceministro del Ambiente Hugo Cabieses pidió el EIA completo a la viceministra de Minas, Susana Vilca. Esta ni siquiera le respondió, según fuentes del Minam.
Entonces, el otro viceministro del Minam, José de Echave, llamó a Vilca, quien respondió pero tampoco mandó el Estudio.
Los días pasaban, de manera que el propio ministro Giesecke llamó a Vilca y le insistió que enviara el EIA cuanto antes. Vilca lo hizo, pero no mandó varios anexos del Estudio.
La búsqueda en otras dependencias del Estado no dio mejores resultados. La Oficina de Fiscalización y Evaluación Ambiental (OEFA) tenía “un Estudio anacrónico”, según fuentes con conocimiento de causa.
IDL-R intentó contactar telefónicamente con la viceministra Susana Vilca, pero no fue posible hacerlo.
El Minam solo tuvo el EIA completo cuando la propia minera Yanacocha lo envió.
En el proceso, se perdieron cuatro de los quince días que el ministerio del Ambiente había dispuesto para revisar el EIA.
La revisión pasó por varias etapas, que incluyeron por lo menos dos reuniones con funcionarios de Yanacocha. El primer conjunto de observaciones fue respondido por esta compañía, y el proceso se repitió en por lo menos una ocasión más. “Hubo mucha interacción, no se trató de nada unilateral”, dice una fuente del Minam.
Algunas observaciones, reconoce la fuente, se cambiaron, “pero la mayoría no solo se mantuvo sino se profundizó”.