A menos de un mes de haber sido contratado por el grupo dominante de accionistas que despidió a Clara Elvira Ospina de la dirección periodística de América TV y Canal N, Gilberto Hume despidió a dos productores periodísticos de ambos canales, y aceptó la renuncia de ocho integrantes del equipo de Cuarto Poder y América Noticias Edición Central, quienes se opusieron a hacer una campaña favorable a la candidatura presidencial de Keiko Fujimori y en contra de Pedro Castillo.
Este martes, Gilberto Hume le comunicó a Carlos Fonseca, productor periodístico de Canal N, y a Carola Miranda, productora general de América Noticias Edición Central y responsable del turno de la noche del servicio local de noticias, que estaban despedidos. ¿El motivo? Una carta que ambos periodistas habían enviado al directorio del canal el sábado pasado, un día antes de las elecciones. Ahí narraban con detalle graves hechos ocurridos en el último tramo de la campaña electoral, que representaban una violación a los principios rectores del canal que guían su labor periodística.
“El día lunes 31 de mayo”, dice la carta, “el director periodístico Gilberto Hume nos convocó a su oficina con el fin de saber si teníamos una posición política. Pregunta que nos sorprendió porque como periodistas nuestras ideas no deben mezclarse con la línea informativa del canal. […] Dentro de esa conversación quedó implícito que nos pedía apoyar a la candidata de Fuerza Popular en desmedro del candidato de Perú Libre. Nuestra respuesta fue que debíamos ceñirnos a los principios rectores […]”. Al día siguiente, según la carta, los productores de Canal N tuvieron una reunión virtual con Hume en la que este pidió “priorizar las contradicciones en las que caían” Pedro Castillo y sus voceros, pero les aseguró que iban “a mostrar en transmisiones y entrevistas a los dos grupos en contienda”.
Sin embargo, el día en que ambos candidatos hicieron sus mítines de cierre de campaña –indica la carta– solo fue transmitido el mitin de Keiko Fujimori, y no el de ambos en simultáneo como habían acordado. Cuando eso ocurrió, se activó el chat de directores para comunicar lo que estaba pasando. “La respuesta del director ante el reclamo (como consta en el chat) fue la siguiente: “tenemos una posición”. Una frase que no se condice con lo que nos dijeron en el Consejo Consultivo Editorial tras la salida de Clara Elvira Ospina”, indicaron Fonseca y Miranda en su carta.
“Le expresé a Gilberto mi molestia dos veces, le dije que debíamos transmitir lo de Pedro Castillo. Y cuando pudimos transmitir diferido, a los minutos subió y dijo que no transmitiéramos más”, contó Carlos Fonseca a IDL-R. “Estábamos incómodos desde el momento en que se nos pedía saber cuál era nuestra posición política y por incidir en denuncias contra un candidato. El día del cierre de campaña fue la gota que colmó el vaso. Le decía que tenía que transmitir ambos cierres de campañas. Él decía, ¿quién te va a pagar tu sueldo? Nos van a quitar el canal. Cuando le reclamaba que había que transmitir lo otro, él decía que quien fijaba la línea editorial era él”.
Este lunes Fonseca y Miranda se reunieron virtualmente con Hume y ahí le comunicaron sobre la carta. “Nos dijo que era lamentable lo que había pasado, y nos reprochó por haber mandado la carta al directorio. Nos dijo que podíamos haberlo conversado antes”, dijo Fonseca. Al día siguiente los citó para decirles que “en vista de que enviamos la carta, se quebró la confianza y nos despedía”.
Entrevistado por IDL-R, Gilberto Hume indicó que Carlos Fonseca y Carola Miranda “no son despedidos por la discusión que tuvieron conmigo sobre el tema de los mítines o por cualquier otra discusión que hayan tenido conmigo antes, porque eso es normal, natural y saludable entre los periodistas. Ellos son despedidos porque apelaron a una instancia de la empresa que no les correspondía, que es el directorio y generaron una discusión que se ha reflejado en el diario La República, que escapa a mis competencias y que es una disputa entre accionistas. La razón del despido es esa”.
Durante la conversación con IDL-R, Gilberto Hume sostuvo que Fonseca y Miranda “estaban maniobrando para defender la posición de Castillo” el día del mitin de cierre de campaña. “Ellos ese día tenían un afán de defender, que tenía que meter a como dé lugar el mitin de Castillo”, dijo Hume. “Tenían una posición, pero yo no los he despedido por eso. Los he despedido por violar las normas de la empresa”, aseguró Hume.
En paralelo a los despidos de Miranda y Fonseca, entre el lunes y martes, renunciaron siete periodistas del equipo periodístico de Cuarto Poder: Gabriela García (directora del programa), Carlos Mauriola (productor general), Anuska Buenaluque, Daniel Yovera, Carlos Hidalgo, David Gómez-Fernandini, René Gastelumendi, y la conductora de América Noticias Edición Central, Karina Borrero.
En un comunicado ayer por la tarde, los periodistas señalaron que las razones de su desacuerdo “con la nueva línea informativa fueron dadas a conocer al directorio en dos cartas”, una el 11 de mayo y la segunda el 24 de mayo pasado, en las que detallaron “los sucesos que colisionaban con los principios rectores de la institución, derecho a la información y la ética periodística, los que defendimos hasta el último día”. “Esta decisión, de dar un paso al costado”, dice el comunicado, “fue aceptada por la empresa de común acuerdo con nosotros”.
En la última carta, los periodistas describen cómo las decisiones adoptadas por Gilberto Hume como director periodístico buscaron favorecer la candidatura de Keiko Fujimori.
“Esto ha ocasionado un claro sesgo político en el contenido e imagen del programa. […] En reuniones con la directora, el productor y los reporteros de “Cuarto Poder”, el director periodístico señaló abiertamente que a la empresa le preocupaba la candidatura de Pedro Castillo, que le parecía un peligro contra la democracia y la libertad y que había que tomar partido en su contra”, indica la carta.
De acuerdo con fuentes de IDL-R, la relación entre Hume y el equipo de Cuarto Poder fue tirante desde el principio. En una reunión inicial con el equipo, este les dijo que Pedro Castillo era un peligro, incluso lo comparó con Hitler. Les dijo que el canal ya tenía una posición tomada. Y que tenían que criticar la candidatura que, según él, atentaba contra la libertad, la democracia y los puestos de trabajo de los periodistas. Criticar la postura del comunismo y el autoritarismo. Los periodistas alegaron, según las mismas fuentes, que no se podía torcer la línea editorial y que existían principios rectores que debían respetarse. Le dijeron que a ellos no les interesaba tener ninguna posición a favor de ningún candidato, sino informar sobre los puntos críticos tanto de Fujimori como de Castillo. A partir de ese momento, la relación empezó a deteriorarse.
La decisión de renunciar de los periodistas fue tomada hace varios días, pero decidieron comunicarlo después de las elecciones para que no se politizara su salida. Fue así como entre el lunes y martes los periodistas conversaron –de manera presencial y virtual– con Hume. Le dijeron que había sido inaceptable la forma cómo había llevado la cobertura periodística durante la campaña electoral y que por principios no podían continuar.
Al ser consultado sobre esto, Gilberto Hume consideró que la renuncia de los periodistas “es producto de la polarización de la campaña electoral, de la presión de las redes sociales, las cuales para mí son una especie de barras bravas. Ellos han actuado sobre discusiones realmente abstractas, no ha habido ninguna cosa concreta. Es más, Cuarto Poder no ha tenido la oportunidad de salir al aire desde que yo estoy en el canal porque a mí me tocó el momento en que venían los dos debates presidenciales y las elecciones. Entonces discusiones sobre tal o cual reportaje fueron interpretadas con una gran discusión de principios y exacerbadas por esta situación del país. Les dije que su renuncia me parecía apresurada y yo esperaba que lo pensaran mejor. No ha habido ninguna posibilidad de censura ni de nada porque el programa no ha salido al aire”.
Ayer, directivos del Grupo La República pidieron al Tribunal de Ética del Consejo de la Prensa Peruana (CPP) que se pronuncie sobre lo ocurrido. Estos “hechos que afectan gravemente la libertad de expresión e información de nuestro país”, indicaron en una carta dirigida a Diego García-Sayán, presidente del Tribunal.
Entrevistado esta mañana en el programa “No hay derecho”, García-Sayán informó que el Tribunal admitió ayer a trámite el caso.“Hay asuntos fundamentales de una sociedad democrática que están aquí de por medio. Primero, los derechos de los periodistas, que en episodios recientes han sido maltratados. En segundo lugar, el derecho de la sociedad a tener una información equilibrada, razonable y objetiva sin perjuicio de las opiniones editoriales de los dueños de los medios”, sostuvo.
García-Sayán también reflexionó sobre un pronunciamiento emitido por el Tribunal de Ética este lunes 7 de junio, donde alertaba de la falta de pluralidad en los medios. “Cuando los grandes medios de comunicación producen una información que no es veraz ni imparcial se está afectando la aproximación de la gente hacia el proceso electoral. (…) Por ejemplo, cuando se levanta o se destaca solo a uno de los dos lados se da una situación de un sesgo mediático que genera ilegitimidad en la prensa. Afecta a los periodistas, que son instrumentalizados, porque no se distingue el derecho legítimo de un medio a expresar su posición editorial de lo que es el manejo sesgado y parcializado de la información”, destacó García-Sayán.
La historia se repite
Los recientes despidos en América Televisión traen a colación otra historia ocurrida diez años atrás. En medio de la campaña presidencial del 2011, varios periodistas de Canal N y América Televisión fueron despedidos y otros renunciaron a sus cargos tras recibir presiones para favorecer la candidatura de Keiko Fujimori.
Los primeros despidos se dieron poco tiempo después de la primera vuelta electoral del 10 de abril del 2011. Los resultados de aquella elección dieron un primer lugar a Ollanta Humala (31%), mientras que Keiko Fujimori obtuvo el segundo lugar (23%).
Durante la campaña de la segunda vuelta, Canal N sufrió sus primeras bajas. El 22 de abril de ese año, Patricia Montero, productora general de Canal N, y José Jara, productor del noticiero “De 6 a 9” del mismo medio, fueron separados de sus cargos de forma intempestiva. A su salida, ambos denunciaron haber recibido presiones por parte de los dueños del canal para apoyar a Keiko Fujimori, en desmedro de Ollanta Humala.
“En las últimas tres o cuatro semanas los periodistas de ambos canales sufrimos la presión de los dueños del grupo. No hay una directiva escrita, pero sí ha habido insinuaciones y presiones de llevar una línea editorial de apoyar a Keiko Fujimori«, declaró entonces Patricia Montero al diario “El Mundo” de España. “La actual directiva es ‘fujimorista’. El canal se está ‘fujimorizando’”, alertó Jara al mismo medio.
Tras ello, la permanencia de Laura Puertas, quien ejercía la dirección periodística de América Televisión, fue discutida hasta en dos directorios del Consejo Consultivo Editorial de dicho canal. Por ello, Rosa María Palacios escribió una extensa carta a los miembros del directorio respaldando a Puertas y alertando sobre las motivaciones políticas detrás de un eventual despido.
“He escuchado atentamente las razones que justificarían la salida de Laura Puertas o la “pérdida de confianza” del Directorio. La más importante: que no “maneja” el contenido del noticiero y ha tolerado que Humala se presente “humanizado” porque se cubrió, dentro de sus actividades diarias (como hicieron todos los medios), la aparición de sus hijos, su esposa o sus habituales carreras. La razón es entonces política, como me lo temía”, indicó Palacios.
Puertas no fue despedida entonces, pero el programa de Rosa María Palacios, ‘Prensa Libre’, fue cancelado dos semanas después de que Humala fuera elegido presidente. ¿Cuál fue el argumento? El canal había decidido “repotenciar” el contenido de entretenimiento en dicho horario.
La decisión fue discutida en un directorio dividido, donde finalmente prevaleció una mayoría compuesta por Luis Miró Quesada Valega, José Antonio Miró Quesada, José Antonio García Miró, Martha Meier Miró Quesada, Pablo Llona y César Pardo Figueroa. Se opusieron a la medida en minoría los representantes del Grupo La República: María Eugenia Mohme, José Samanéz y Gonzalo de las Casas.
Pero la purga de periodistas opositores a la línea del directorio continuó unos meses después. El 19 de diciembre del 2011, cuando parte del equipo de América Televisión había salido de vacaciones, Laura Puertas fue finalmente despedida de ese canal. El directorio, para entonces, seguía integrado por las mismas personas que habían avalado la cancelación del programa de Rosa María Palacios.
El despido de Puertas desencadenó las renuncias de Hugo Coya, productor general de prensa de América Televisión; Raúl Tola, conductor de Cuarto Poder, y Josefina Townsend, conductora de Canal N.
Ahora, diez años después, esto no solo se ha repetido, sino que se ha acentuado.