Hay una epidemia de censura dentro de los medios de una dimensión comparable –aunque haya diferencia en los estilos– con la masiva prostitución periodística de fines de los 90 y el año dos mil. Los casos perpetrados en Lima son, por ahora, mejor conocidos (así sea parcialmente). Pero también en provincias se desarrolla el mismo patrón de censurar informaciones que perjudiquen la candidatura fujimorista.
IDL-R reseña tres casos recientes, que ocurrieron bajo un solo patrón aunque en sitios diferentes. Lo que hace conocidos estos casos es la renuncia o el despido de los periodistas. Como se ha dicho, todos tuvieron como objetivo favorecer, mediante la censura, a Keiko Fujimori. A continuación, los hechos.
En Huánuco, Elvis Ítalo Guillermo Esquivel, conductor del espacio televisivo “Italo TV”, fue despedido por la propietaria y gerenta de canal 4 JSV, Janeth Santa Cruz Ramos, luego que entrevistara el 16 de mayo a la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Alto Huallaga (CODHAH), Rosalía Storck Salazar, quien recordó lo que significó el gobierno de Alberto Fujimori en materia de Derechos Humanos y la amenaza que sería en ese sentido un eventual gobierno de la hija de éste.
La estación había empezado a emitir publicidad a favor de la candidatura de Fujimori a partir del 9 de mayo.
La entrevista con Storck, fue cortada quince minutos antes del término del programa, que se interrumpió desde la sala de controles por orden de la dueña del canal, quien despidió luego de inmediato y sin más trámite a Guillermo Esquivel.
IDL-Reporteros se comunicó con Janeth Santa Cruz Ramos, la propietaria del medio, quien manifestó que los conductores que le alquilan un espacio cuentan con libertad para poder expresar lo que piensan. En el caso de Guillermo Esquivel, dijo que “él no tiene ningún recibo que pruebe que pagaba por el espacio; lo tuve que sacar porque no me resultaba rentable”.
Ítalo Guillermo Esquivel ha denunciado públicamente la censura a través de diferentes medios de comunicación locales.
No muy diferente es lo ocurrido con José Alberto Soriano en Huancayo, quien decidió renunciar públicamente a su puesto de reportero del magazine dominical Parada 4, que se propala a través de la filial de América TV en Huancayo; luego que le fuera censurado un reportaje elaborado a propósito del Día Mundial de la Libertad de Expresión.
Tal como lo expresa en su carta de renuncia al medio, Soriano fue informado un día antes por la productora Eliana Marañón que el informe no sería presentado por la “determinación del canal de no difundir notas que atenten contra la candidatura de Keiko Fujimori”.
El informe censurado –que debió haberse emitido el domingo 8 de mayo a través de la señal de la filial de América TV en Huancayo– constaba de una cobertura de la presentación en Huancayo del documental “La Cantuta en la Boca del Diablo” lo mismo que una entrevista al periodista Wilber Huacasi Huamán. En el reportaje se tocaron temas como el de los estudiantes de La Cantuta y el de las desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales en la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP); así como el de la libertad de expresión y la vulnerabilidad de los medios en el contexto de la segunda vuelta electoral.
Cuenta el periodista huancaíno que al día siguiente tuvo una conversación con el gerente de Logística y Administración de la Red Nacional de América TV, Álvaro Dammert Herrera. Según Soriano, Dammert le dijo ser el responsable de la decisión de no emitir el informe ya que éste tenía un carácter político que no guardaría relación con los contenidos del programa; añadiendo además que no se debían tocar temas de carácter “sensible” refiriéndose a los casos de los estudiantes de La Cantuta y el de los estudiantes de la UNCP.
Lo ‘sensible’ era muy específico: cualquier información que perjudicara la candidatura de Keiko Fujimori, puesto que el programa ha tratado muchos otros casos no solo difíciles sino traumáticos, como la entrevista con la congresista Nidia Vílchez para dilucidar sobre su vinculación en el llamado Comando Rodrigo Franco; o un reportaje sobre lo ocurrido en la Universidad Nacional del Centro durante la época del conflicto interno armado.
Por último, en Trujillo también hubo otro caso de censura con el periodista Yuri Castro Sánchez, del programa radial ‘Réplica’ que se emitía a través de la señal de radio Diplomat.
Castro Sánchez dice que fue apartado por el director del programa Víctor Gil a consecuencia de sus críticas hacia el fujimorismo.
Según Castro, Gil le manifestó que la decisión de sacarlo del programa fue tomada de común acuerdo con los propietarios de la emisora, la familia Burmester Landauro.
Sin embargo, Carlos Burmester Landauro, ex decano del Colegio de Periodistas, a través de una carta, expresó su solidaridad con Castro dejando en claro que la decisión de retirarlo del espacio radial fue “un acuerdo empresarial en el que no he tenido participación ni conocimiento y con el que estoy en total desacuerdo”.
En la misma carta, Burmester Landauro invita a Castro a integrarse al equipo de comentaristas de radio Libertad, emisora en la que él es director, además de manifestar que en su particular opinión “la vuelta a dirigir los destinos de nuestra Patria de la familia Fujimori sería una tragedia para el Perú”.