Este miércoles 10, arrancó en Londres uno de los eventos más importantes en defensa de la prensa libre ante las amenazas que enfrenta y en reconocimiento de su vital importancia para las sociedades democráticas.
Lo notable del evento (el “Global Conference for Media Freedom”, que realmente no necesita traducción) es que sus dos organizadores conjuntos son las cancillerías del Reino Unido y Canadá. En tiempos en los que incluso gobiernos de origen democrático hostigan al periodismo, la decidida posición de los británicos y canadienses – que va mucho más allá de lo meramente retórico– marcó una clarísima diferencia.
En su primer día, la Conferencia Global tuvo la presencia y participación de la canciller canadiense (y ex periodista) Chrystia Freeland; el ministro de Asuntos Exteriores británico Jeremy Hunt; y Amal Clooney, la célebre abogada y activista internacional por los Derechos Humanos, nombrada hace poco como enviada especial de la cancillería británica para asuntos de libertad de prensa.
En su discurso inaugural, frente a delegaciones de cerca de 100 naciones, más de 1,500 periodistas y alrededor de 60 ministros, Hunt enfatizó el propósito del encuentro, de enviar al mundo “el resonante mensaje de que la libertad no es un valor occidental sino universal”.
Luego, al referirse a los desafíos que enfrenta el periodismo, Hunt los ilustró con tres ejemplos, uno de los cuales es el trabajo de IDL-Reporteros.
“En otros países” dijo Hunt, “la vida es más dura, pero hay periodistas que triunfan frente a la adversidad.
Acabamos de escuchar a Luz Mely Reyes, de Venezuela, que ha desafiado al régimen de Maduro como co-fundadora del medio independiente digital ‘Efecto Cocuyo’.
En Kazakhstan, Gulnara Bazhkenova dirige el portal digital Holanews, que reveló cómo los recursos pesqueros el río Ural han sido devastados por envenenamiento.
En Perú, Gustavo Gorriti, de IDL-Reporteros, ha sacado a luz una serie de escándalos de corrupción que involucran a empresas, el gobierno y la judicatura.
Pero, lamentablemente, en muchos países, la situación prosigue deteriorándose”.
IDL-Reporteros agradece el reconocimiento del canciller Hunt.
Al proseguir su discurso, Hunt ensayó una interesante explicación de porqué un político debe defender la prensa libre.
“Soy un político” dijo el canciller “y, como muchos miembros de mi profesión, no siempre disfruto leer lo que los medios dicen sobre mí. De hecho, un político que defienda a los periodistas puede en ocasiones sentirse como un pavo que vota por la Navidad”.
Las razones para arriesgar tal sentimiento son, empero, poderosas:
“Las sociedades que defienden el libre debate contribuyen en forma desproporcionada al avance del conocimiento humano” dijo Hunt. “Las 10 naciones con la prensa más libre del mundo han producido 120 premios Nobel en conjunto. Tres veces más que Rusia y China combinadas. […] Noruega, con apenas cinco millones de habitantes, ha ganado 13 premios Nobel […] Y lograron ese florecimiento porque su sociedad abierta y su prensa libre –considerada la más libre del mundo– han creado el mejor escenario para que sus talentos puedan prosperar. […]
… La evidencia es muy clara. De las 10 naciones más limpias, menos corruptas del mundo, según la escala de Transparency International, siete de ellas figuran en los 10 primeros puestos del ‘World Press Freedom Index’. A la vez, de las 10 naciones más corruptas, cuatro de ellas están entre las 10 peores en cuanto a libertad de prensa”.
Al hacer un llamado a una acción conjunta que enfoque los reflectores sobre quienes atacan al periodismo y a los periodistas, Hunt anunció cinco medidas que su gobierno y los organizadores de la conferencia pondrán en práctica:
- Establecer un Fondo Global de Defensa del Periodismo libre, que será administrado por la UNESCO. El Reino Unido contribuirá con 15 millones de libras durante cinco años.
- Organizar una fuerza de tarea internacional para ayudar a gobiernos diversos a cumplir sus compromisos sobre libertad de prensa y protección del periodismo. El progreso de esa fuerza de tarea será medido anualmente por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
- La enviada especial, Amal Clooney, ha convocado un panel de expertos para asesorar a países varios sobre cómo reforzar la protección legal de los periodistas. El gobierno británico se compromete, entre tanto, a analizar el impacto que cada ley propuesta o modificada pueda tener sobre la libertad de prensa.
- El Reino Unido y Canadá convocarán un ‘grupo de contacto’ de países que defienden la libertad de prensa, para presionar en conjunto –con un criterio de respuesta rápida que involucre a embajadores y cancilleres – frente a ataques a la libertad de prensa.
- Convocar (o invitar) a los países participantes en la conferencia a firmar un “Compromiso Global” en defensa de la libertad de prensa, con el objetivo de funcionar como una coalición que, ya establecida y en acción, se reunirá de nuevo el año siguiente.
Es obvio que la conferencia representa, desde el primer momento, uno de los esfuerzos más serios y sólidos en defensa de la libertad de prensa y los periodistas. En tiempos de retroceso de las democracias liberales y de avance de gobiernos autoritarios, la enérgica iniciativa lanzada hoy es una de las pocas buenas noticias para el periodismo libre y el futuro de la democracia.