La hora del ataque dependía del incierto y volátil clima del VRAEM, con el espeso dosel de nubes cubriendo las abruptas montañas boscosas en las que el SL-VRAEM estableció la base de reductos que le permitieron sobrevivir como una permanente amenaza, desde la década de los 80 del siglo pasado hasta hoy.
Pasadas las 7.30 de la mañana del jueves 11, entró en acción el hasta hoy más importante y ambicioso operativo de las fuerzas de seguridad contra el mando supremo del SL-VRAEM.
Cerca de 15 aeronaves convergieron en precisa coordinación sobre la zona de Massapato y Undurabe, frente a la quebrada de Jajasmayo, en la zona de Vizcatán. Ahí se encontraba el ya ubicado campamento del jefe del SL-VRAEM, Víctor Quispe Palomino, ‘José’.
El ataque empezó con un ablandamiento de fuego aéreo al que siguió de inmediato la inserción de más de 25 grupos de combate de comandos de la FEC, la Fuerza Especial Conjunta del Comando Conjunto de la FFAA (integrada por combatientes de élite de las tres fuerzas armadas y por un contingente de la DINOES, de la Policía). Comandos del CE-VRAEM también integraron los grupos de combate, cada uno de los cuales equivale a media patrulla.
Pese a las tremendas dificultades del descenso en combate sobre la abrupta zona, defendida por anillos de seguridad de SL, con campos de tiro predeterminados, la sorpresa y la velocidad del ataque tuvieron un resultado abrumador.
Los grupos de combate sufrieron solo dos heridos leves en la coordinada y rápida ofensiva por tierra. En poco tiempo los comandos ocuparon el campamento de ‘José’, donde las armas y enseres abandonados indicaron una fuga desesperada.
Ahí se encontró el fusil que, según la información de inteligencia, pertenecía a ‘José’. En el campamento de este encontraron además, según las primeras informaciones, la tumba de ‘Raúl’, Jorge Quispe Palomino.

Los grupos de combate se desplegaron a lo largo del día en persecución de ‘José’ y su escolta senderista, en plena fuga. Para los sorprendidos y conmocionados senderistas, su única posibilidad era la de lograr escabullirse en el bosque que conocen a la perfección y lograr que las fuerzas de seguridad pierdan el contacto activo.
El resultado final de la operación, que se desarrolla en un escenario de alrededor de 25 kilómetros cuadrados, se conocerá en los próximos días, pero lo cierto hasta ahora es que el SL-VRAEM ha sufrido uno de sus mayores, si no el mayor, contraste estratégico en su historia. Antes, sus principales reveses, como las muertes de ‘William’, ‘Alipio’ y ‘Gabriel’ en diferentes acciones, fueron el resultado de emboscadas cuidadosamente preparadas por las fuerzas de seguridad, y ejecutadas fuera de sus reductos.
En esta ocasión, las fuerzas especiales penetraron, con total efecto de sorpresa, en el campamento mismo del jefe senderista, en la que se suponía era la zona mejor defendida, considerada inexpugnable, de Sendero en el VRAEM. “No solo llegamos a su campamento; le levantamos la colcha a ‘José’”, dijo hoy un jefe militar.
Ha sido, en efecto, la incursión militar con más éxito ofensivo en la que es una de las más largas campañas contrainsurgentes en el mundo. Su ejecución indica una larga y meticulosa preparación, un entrenamiento exhaustivo y una coordinación que funcionó sin fallas a la hora de los hechos.
IDL-R continuará informando sobre el desarrollo de esta operación que, de culminar exitosamente, podrá cambiar en forma decisiva el curso de la guerra contrainsurgente en el VRAEM.