Horas después de que el abogado de Crousillat, Jorge Antonio Castro pusiera la denuncia en la Secretaría de la Fiscalía de la Nación el lunes 8, fue a Radioprogramas del Perú en San Isidro para emitir el audio de su conversación con el arequipeño y hombre de banca, Eugenio Bertini, ex gerente del Banco Wiese Sudameris.
En los estudios de RPP, se editó a la medida de Castro el audio de Bertini que minutos después, se difundió en el programa del mediodía de José “Chema” Salcedo.
Lo que no dijeron ni “Chema” Salcedo ni el ex defensor de Alberto Venero, de Juan Valencia Rosas, de Nicolás Lúcar y de Jorge Mufarech, es que el audio fue editado para intentar mostrar lo que Bertini no dijo.
Si se escucha el audio de Bertini que RPP no pasó en su integridad, se puede ver la direccionalidad que imprime el abogado Jorge Antonio Castro cuando habla con un acosado, temeroso Bertini:
(Fragmento 1 de la conversación de Bertini y Castro):
Eugenio Bertini (EB) : Me preguntan sobre un pagaré. Este pagaré es el que en teoría ha dado a que el banco lleve a proceso concursal al canal. A mí me sorprende que una empresa que tenga 18 millones de deuda prácticamente impaga tener un pagaré de 200 mil dólares para poderlo llevar a un proceso concursal. Por supuesto, no conocía esta situación ni la mecánica ni la operativa. Cuando se ha llevado al canal a fines de año yo no me encontraba ni siquiera en el país, me encontraba en la visita anual a la casa central en París y a mi regreso se me informó que el canal había sido llevado a proceso concursal con la intención de salvaguardar las acreencias del banco pues se insistía que la licencia del canal que era en todo caso lo que tenía valor, podía ser tomada por el Gobierno de ese entonces y obviamente el valor de las acreencias pasaba a ser cero. Y con esto se salvaguardaba el interés de los acreedores, en este caso el nuestro, que era lo que nos interesaba, e incluso el interés de las accionistas del canal, en ese caso las señoras o hermanas Crousillat. Lo tomé como algo válido una vez que se hizo. La mecánica y quiénes participaron en la operación no ha sido de mi conocimiento.
Jorge Castro (JC): ¿En algún momento lo visitó el señor Díaz Sandoval que veía las cuentas del canal así como un abogado de apellido Bellido?
Sí, al señor Díaz no lo recuerdo físicamente, Bellido venía como representante de la familia a negociar el apoyo del banco hacia el canal para que se mantengan en operación.
En los expedientes de Indecopi hemos encontrado un contrato preparatorio de cesión de derechos firmado por usted, por el señor Mohme Seminario y el señor Acebo, por La República, entre otros. Este contrato cómo se firmó, se ejecutó durante su gestión o qué significaba este contrato?
Durante mi gestión como gerente del banco he recibido algunas visitas de gente interesada en comprar nuestra acreencia: puedo mencionar algunos de ellos, el señor Nicolás Gonzales, el señor Lerner Ghitis, el señor Romero Caro, el señor Branny Zavala y, obviamente, Mohme Seminario. Algunos preguntaban si el banco tenía interés en salir de la acreencia y les dijimos que por supuesto porque el canal estaba técnicamente quebrado. Cualquier cosa que recuperáramos era un negocio favorable para el banco, sobre todo después de la fusión. Hablábamos de seis millones de dólares y la mayoría de los que hablaban con nosotros les parecía muy caro o venían con una propuesta risible. El señor Mohme Seminario que mostraba un tremendo interés en la compra del canal sí estuvo dispuesto a ofrecer cifras mucho más razonables para nosotros. Y nosotros firmamos una o dos cartas de compromiso o de acuerdo para venderle la acreencia, sin embargo, nunca se concretó porque no tenía las iniciales que tenía que dar o las garantías que el banco le exigía para mantener la situación viva.
Fragmento 2. (Bertini con Castro):
JC: Usted ha hablado que el señor Mohme Seminario lo visitaba. ¿Cuántas veces lo habría visitado Mohme para esta negociación?
EB: Calculo unas diez veces o más. A veces iba solo o algunas veces iba con su abogado el doctor de las Casas. Varias veces, diez o doce veces.
JC: ¿A usted lo convocaron a Palacio de Gobierno el presidente Alejandro Toledo para hablar al respecto?
EB: Sí, sí. Hasta en dos oportunidades me pidió hablar con él. Se refirió a cómo iba el asunto del canal, si ya se había vendido o qué iba a hacer el banco con el canal o si había sacado de la administración a la señorita o a las hermanas Crousillat, que era una molestia tremenda para el gobierno, que le hacía un daño tremendo a un gobierno tan progresista como el suyo por intereses vinculados a la mafia montesinista, etcétera, etcétera. Hablé en Palacio de Gobierno hasta en dos oportunidades y le dije mi punto de vista muy claro. Le dije el banco tiene una acreencia, es minoritario. No puede tomar ninguna decisión sobre lo que es el canal en sí. Si encuentro un marchante que esté dispuesto a pagar lo que el banco quiere por su acreencia, nosotros salimos. En segundo lugar, cualquier propuesta no depende de mí. Pero mis autonomías, cualquier activo que disponga tengo que tener una autorización de mi directorio y de la casa central en París. Ninguna decisión podía tomarla mi persona.
JC: ¿En algún momento cuando habló con el presidente mencionó la posibilidad de eliminar el espectro magnético para controlar el canal 4 de TV?
EB: No en esos términos, pero sí dijo “Nosotros podemos eliminar la emisión de las ondas del canal y anular el canal. O quitarlo y dárselo a un tercero. No sé si estaba en capacidad o si la ley lo faculta pero así se expresó.
JC: ¿Usted ha tenido también alguna otra reunión con el señor Alejandro Toledo fuera de la casa de Gobierno? ¿Qué otras personas se reunieron?
EB: Sí, sí. Me he reunido una vez con el presidente en su casa. Me pidió que vaya a visitarlo. He ido una noche, eran las 8 de la noche. Estaba presente el señor César Almeida, donde se habló también de qué pasaba con el canal. Si el banco tomaba la decisión de venderse la acreencia o no y se le repitió exactamente lo mismo: mientras no tengamos una propuesta que satisfaga al banco en términos de lo que es la recuperación parcial de su acreencia no se podía hacer nada.