IDL-Reporteros termina un año de grandes avances investigativos en medio de los cuales le tocó cumplir diez años. Es verdad que publicamos nuestra primera nota el 14 de febrero de 2010, pero trabajábamos ya en la publicación por nacer desde fines de septiembre y comienzos de octubre de 2009.
Así que 10 años después de escribir y publicar decenas de miles de palabras en IDL-R, nos tocó quedarnos sin ellas en la noche del 28 de septiembre, en el auditorio de la universidad de Hamburgo, cuando anunciaron que habíamos ganado el Global Shining Light Award por nuestras investigaciones de Lava Jato y Lava Juez. Orgullosos, abrumados, felices y sin palabras.
Al regresar al Perú hubo que zambullirse de inmediato en el trabajo, que por mucho que corras, corre siempre más rápido que tú. Pero en medio de todo decidimos celebrar unas horas el galardón y lo hicimos el 8 de noviembre en Yuyachkani, no con toda la gente que hubiéramos querido nos acompañe, pero sí con muchos, a quienes festejamos con música y baile y las palabras que se cantan.
Pero, dado que se trataba de IDL-Reporteros, había que hablar sobre la publicación a la que hemos entregado diez años intensos de la vida. Lo hizo primero Romina, quien a lo largo de estos diez años no solo fue vital en construir a IDL-R sino en construirse ella misma en la extraordinaria periodista que es hoy. Concreta, como es siempre, dijo lo siguiente:
Romina Mella
“ Con rigor y pasión por la verdad”
Quiero darles la bienvenida con una idea que resume lo que he aprendido en estos diez años de IDL-R. El periodismo es una de esas profesiones contradictorias en que a uno lo felicitan por enfrentar algo malo. Como los policías o los bomberos, que por lo general reciben un reconocimiento proporcional al grado de amenazas que enfrentan. Nosotros hacemos periodismo de investigación y eso significa que ganamos impacto en la medida en que descubrimos cosas muy malas que alguien quiere esconder. Personalmente, eso nunca me ha alegrado. No disfruto exponiendo un caso de corrupción, ni exponiendo con nombres y apellidos a gente que se corrompe o hace daño. Solo hago mi trabajo de la manera que he aprendido aquí, con rigor y pasión por la verdad. Si algo puedo decir esta noche es que este es un país diferente justamente gracias al periodismo de investigación. Más que celebrar este premio, que ya es mucho, estamos aquí para darnos un abrazo de alivio porque estuvimos al borde de un abismo y hemos ajustado el rumbo a tiempo. Todavía hay mucho por hacer, pero tomemos esta noche como un respiro en el camino. Un respiro que nos merecemos todos.
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Luego me tocó tratar de describir lo que IDL-R ha contribuido a aquello que realmente había que celebrar, al “periodismo de investigación en nuestro país y en el mundo entero”.
Volvamos a hacerlo cuando termina este año memorable y empieza otro que bregaremos por lograr que sea mejor.
La fuerza del mañana
Cuando, hace 10 años, fundamos IDL-Reporteros, yo supe pronto que pese a mis años de experiencia periodística no solo debía adaptarme sino aprender una nueva forma de hacer periodismo.
Nos abocamos a lograrlo con una pequeña publicación digital, cuya diagramación fue descrita por nuestros amigos más generosos como estupendamente fea. Nosotros tratamos desde el principio de hacerla funcional y atractiva sin ponerle mucha atención a la formalidad pero sí todo el espíritu y todas las horas y todo el esfuerzo al contenido y su narración.
Buscamos desde el comienzo informar y sorprender con investigaciones profundas, reportajes osados, perspectivas inesperadas y exhaustiva comprobación. Como éramos pocos tuvimos que trabajar mucho, esforzándonos siempre por hacerlo con imaginación y originalidad … y muchas, pero muchas trasnochadas.
Así, reportaje tras reportaje, ganamos, año tras año, la confianza y la expectativa de nuestro público. Ambas permitieron que cuando afrontamos el gran desafío de llevar adelante las investigaciones de Lava Jato y Lava Juez, pudiéramos resistir virtualmente incólumes las campañas de desinformación, descrédito y difamación con las que contraatacaron los círculos de corrupción en busca de la impunidad que esta vez se les escapaba.
En determinado momento, los corruptos nos presentaron como titiriteros omnipotentes. Algo estúpido pero, al fin, un elogio involuntario. Ni tenemos poder político ni mandamos a nadie. Logramos, eso sí, un poder real: la capacidad de encontrar y revelar hechos ocultos de gran importancia para la gente. El poder de desenmascarar cleptócratas, describir sus fechorías y hacerlas conocidas al mayor número posible de personas.
Eso es lo que hemos hecho. Sobre la base de las revelaciones investigadas, otros ciudadanos y funcionarios, honestos, competentes y valientes, continuaron con las investigaciones, apoyados por la ciudadanía movilizada. Varios cleptócratas fueron presos. Los corruptos contraatacaron pero han seguido perdiendo terreno.
Aunque todavía incierta y lenta, la Historia ha cambiado hacia un rumbo mejor.
Al haber sido honrados por quienes piensan y sienten que el periodismo investigativo de IDL-Reporteros ha tenido un impacto positivo para nuestra Democracia y nuestro pueblo, quisiera que ese galardón sirva esta noche para celebrar el periodismo de investigación en nuestro país y en el mundo entero, en especial en aquellos lugares donde es la única luz de verdad en medio de los páramos oscuros de la corrupción, tiranía y violencia.
Si demasiadas veces nos ha tocado lamentar el sacrificio de los ilustres periodistas que produjeron esa luz, celebremos hoy lo mucho que lograron, el ejemplo que nos dieron al darle a sus pueblos el poder de la información verdadera, para conquistar su libertad y su derecho a vivir en una sociedad honesta, democrática y libre. Celebremos eso hoy y convirtamos la alegría de hoy en la fuerza del mañana.