La reciente avalancha de versiones, denuncias y acusaciones en el mal llamado caso “Petroaudios”, deja en claro que muchos mienten y que si hay una víctima, ésta es la verdad.
Que hay interés en desinformar, es evidente. Libertades e impunidades están en juego y la única forma de asegurarlas es mediante la distorsión de los hechos. Claro está que eso supone descargas de imputaciones cruzadas y descréditos sistemáticos de la prueba.
¿Es imposible establecer las verdades puntuales y las generales? Por supuesto que no, y la razón de ser del periodismo de investigación es encontrarlas y revelarlas. Pero mientras ese proceso a veces lento se lleva a cabo, hay improvisaciones que pueden ser oportunas.
Es el caso de la sugerencia –el desafío, más bien– del coronel PNP Carlos Morán, quien se ha ofrecido a pasar por la prueba del polígrafo para refrendar la verdad de sus afirmaciones, del todo contrapuestas a las de Giselle Giannotti. Morán, como es lógico, ha desafiado a Giannotti a pasar simultáneamente por la misma prueba.
Giannotti decidió no aceptar el desafío de Morán. Su argumento fue que personas especializadas en inteligencia como Morán, están “entrenadas” para afrontar el polígrafo. Pero, a continuación, desafió, más bien, al fiscal Mateo Castañeda a poligrafiarse con ella.
En IDL-Reporteros creemos que una cosa no quita la otra. De hecho, dada la inflación de versiones, suponemos que sería muy bueno que más personas opten por contrastar sus afirmaciones con el polígrafo. De manera que instamos al coronel Morán, la señora Giannotti y el fiscal Castañeda a dar ese primer paso de verificación. Luego deberían hacerlo varios otros, especialmente aquellos que tienen grandes problemas de credibilidad.
IDL-Reporteros, junto con la Hora N, que dirige Jaime de Althaus, se ha ofrecido a organizar y producir ese literalmente esclarecedor evento. Identificaremos, si llega a darse el caso, a los mejores profesionales independientes en la administración de la prueba.
Es cierto que hay un debate a veces fuerte sobre la validez de los resultados que produce el polígrafo. Pero, con el complemento de otras pruebas (y de repente hasta con la ayuda de los productores de “Lie to me”), se puede llegar a resultados con un alto grado de precisión diagnóstica sobre quién dice la verdad y quién miente. Sobre todo en un caso como éste, donde varias afirmaciones están basadas en mentiras más bien groseras.
Entonces, anímense, señora Giannotti, fiscal Castañeda. Y luego, háganlo también ustedes, políticos y empresarios cuyas afirmaciones y palabras están hoy por hoy más devaluadas que inti de los ochenta.