Resuena nuevamente en los pasillos del Poder Judicial el nombre del recién indultado empresario José Enrique Crousillat, de la mano del presidente de la Corte Superior de Lima, César Vega Vega.
El sábado pasado el magistrado nombró ‘Juez Supernumerario’ (reemplazante) del Décimo Juzgado Constitucional de Lima a Carlos Isidoro Solano, que entre otros casos, ha sido investigado por la OCMA por dar una medida cautelar a favor de los hermanos Winter Zuzunaga; suspender la Oferta Pública de Adquisición (OPA) que Wong iba hacer de las acciones de Andahuasi, y ordenar a RENIEC que le restituya la identidad al investigado por presunto lavado de dinero y dueño de Peruvian Airlines, César Cataño Porras.
El juez supernumerario tenía como misión determinar en menos de tres semanas, fecha en la que regresaba de vacaciones el juez titular, si procede o no la acción de amparo de los dueños de América Televisión contra la amenaza de José Enrique Crousillat.
En rueda de prensa, el magistrado Vega Vega negó conocer a Crousillat, al tiempo que señaló que “los que se sienten nerviosos con nuestras decisiones les recomendamos que tomen su pastillita de Pasitrán, que eso les va a dar tranquilidad”.
Quien no tomó la pastillita, fue el Presidente del Poder Judicial, Javier Villa Stein, quien más rápido que un red bull, salió en conferencia de prensa, a enmendarle la plana a Vega Vega, e informar que “por decoro, el juez Solano se inhibió”.
Entre tanto, IDL-Reporteros obtuvo la siguiente foto de José Francisco Crousillat con su hija Marisol, en la playa Las Lagunas, donde pasaron las fiestas de fin de año, celebrando la estupenda salud del magnate de las coimas montesinas.
El 11 de diciembre pasado, el gobierno de Alan García otorgó un indulto “humanitario” a José Enrique Crousillat López, empresario de televisión que recibió sobornos por millones de dólares de Vladimiro Montesinos en la notoria salita del SIN, junto a su hijo José Francisco.
El indulto presidencial se basó en varios informes médicos sobre la presuntamente deteriorada salud de Crousillat, de 77 años de edad.
Pero la salud de don José Enrique mejoró espectacularmente apenas atravesó la puerta del Penal de reos primarios, San Jorge. Algunos pudieron suponer un milagro, otros subrayaron la fuerza de lo psicosomático, pero hubo muchos escépticos que ponderaron las cualidades histriónicas de Crousillat y sus actores de reparto.
El hecho es que, a fines de diciembre, en entrevista con Radioprogramas el ya saludable Crousillat señaló que: “estamos evaluándolo (volver a América Televisión) porque correspondería, pero en este momento no le puedo asegurar qué cosa voy hacer en los próximos días”.