Una sorda pero grave crisis enfrenta en el ministerio del Interior al ministro Avelino Guillén con el comandante general de la PNP, Javier Gallardo.
No es el enfrentamiento tradicional entre el representante del poder político con el institucional. En este caso, la mayor parte del alto mando de la PNP apoya al ministro Guillén, mientras el general Gallardo cuenta con el respaldo de políticos como Jorge del Castillo y con la expectativa del que pueda darle el presidente Pedro Castillo.
El problema no es reciente. El 23 de diciembre pasado, IDL-Reporteros publicó un primer reportaje sobre el caso: “Crisis en el Interior”, que describió la pugna entre el ministro y el jefe policial por las propuestas de Gallardo de pase al retiro de oficiales que para Guillén estaban entre los mejores en la Policía.
Cuando Guillén le pidió rehacer la lista para mantener en servicio activo a los oficiales meritorios, Gallardo se la retornó virtualmente sin cambios. Más bien añadió a por lo menos un general, Jorge Angulo, jefe de la Región de Lima, considerado entre los más eficientes en el manejo del orden público.
De la primera lista propuesta por Gallardo, el ministro consideró que no debían pasar al retiro los generales Vicente Tiburcio (director de la Dirincri); Miguel Lostaunau (director de la Escuela Nacional de Formación Profesional Policial); Óscar Arriola (director la Dircote); Óscar Serván (director de la Dircri); Marco Antonio Lara (jefe de la X Macrepol Puno); y el general PNP Manuel Vásquez.
En ese ambiente de desafío e insubordinación, todo indica que el presidente Castillo sugirió una salida salomónica, con lo que ello significa. Los tres primeros generales de la lista del párrafo anterior se quedaron, pero los otros tres sí terminaron “invitados” a una involuntaria y prematura jubilación.
Eso no terminó con el enfrentamiento entre el ministro y el jefe policial. Por lo contrario, lo exacerbó y llevó a una nueva escalada en la última semana por los cambios de colocación de los altos mandos policiales.
El martes 11, Gallardo le entregó al ministro su propuesta de los cambios de colocación de generales. De acuerdo con fuentes de IDL-R, la relación presentada por el comandante general de la Policía no consideraba ni el mérito ni la experiencia de los oficiales designados para asumir la conducción de algunas de las direcciones más importantes de la institución.
La lista estaba firmada solo por Gallardo. El general Parra, que ocupa ahora el segundo y tercer cargo en la línea de comando, no lo respaldó. El ministro Guillén, que conocía su desacuerdo y el de casi todos los generales a cargo de direcciones estratégicas, indicó al secretario general del ministerio, Antonio Salazar, que oficiara a Gallardo para que presente una propuesta no solo sustentada sino que además fuera firmada por el alto mando de la Policía.
Al día siguiente, alrededor de la una de la tarde, Gallardo presentó una segunda propuesta, que solo él firmó y que no modificaba nada con excepción de un enroque en la jefatura de la Dirección de Investigación de Lavado de Activos y la Dirección Contra la Corrupción.
La lista tampoco fue consultada con el alto mando policial, según indicaron fuentes de IDL-Reporteros. “El subcomandante [el general Parra] está en desacuerdo con Gallardo. Todo el alto mando de la Policía está en desacuerdo, [los generales] Tiburcio, Arriola, Angulo y Lostaunau, entre varios otros, están en desacuerdo con la actitud del comandante”, añadieron.
De acuerdo con fuentes de IDL-R, para Guillén no solo se trataba de una disposición descabellada, que iba a restar eficacia a la acción policial cuando más se la necesita, sino de una evidente insubordinación frente a la autoridad ministerial.
Guillén decidió pasar al retiro a Gallardo. Para eso necesitaba, claro, la aprobación de Castillo.
Como el mandatario estaba fuera de Lima, Guillén tuvo que esperar hasta el viernes 14 para conversar en persona con él sobre la crisis de autoridad en su sector.
La reunión tuvo lugar alrededor de las 7 de la noche, en el despacho de Castillo, en Palacio.
El ministro expuso a Castillo lo ocurrido y planteó la destitución del general Gallardo de la comandancia general de la Policía.
Guillén llegó premunido de cuatro resoluciones ya firmadas por él. Una era el pase al retiro de Gallardo, y las otras designaban al nuevo comandante general de la Policía, al subcomandante de la PNP y al inspector general.
Según fuentes de IDL-R, el nuevo comandante general de la Policía sería el general PNP Martín Parra, actual subcomandante general de la PNP. Como subcomandante general de la Policía entraría el general PNP Víctor Patiño y como inspector general de la PNP, el general Vicente Tiburcio, actual jefe de la Dirincri.
De acuerdo con la información de fuentes con conocimiento de causa, el presidente Castillo guardó los proyectos de resolución firmados por el ministro para reposar la propuesta, evaluarla y definirla esta semana.
Hubo cualquier cosa menos reposo en los días siguientes, sino más bien una ebullición de intrigas y maniobras.
Si dentro de la Policía el respaldo de Gallardo es tenue, el general cuenta con apoyos nada desdeñables fuera de ella. Para empezar, ha cultivado una relación personal con Castillo que, de acuerdo con algunas fuentes, se inició a través del exsecretario general de la Presidencia, Bruno Pacheco, especialmente durante el proceso de ascensos.
No es el único político. El aprista Jorge del Castillo desarrolló en los últimos días un interés por el manejo del sector Interior, como demuestra, por ejemplo, su Twitter:
Otra persona vinculada con el Apra, el ex ministro del Interior bajo el gobierno de Alan García y luego candidato sin éxito al Congreso por ese partido, Miguel Hidalgo, ha tenido una actuación intensa como consejero de Gallardo. Hidalgo fue antes asesor de Jorge del Castillo en la comisión de Defensa y Orden Interno del Congreso entre 2018 y 2019.
Fuentes diversas indican que Gallardo recomendó al presidente Castillo que nombrara a Hidalgo como ministro del Interior. De hecho, Castillo e Hidalgo se reunieron en Palacio el pasado 18 de diciembre, en medio del proceso de pases al retiro de oficiales.
Poco después, Hidalgo dio una charla de “inducción” a los generales recién ascendidos de la Policía. Lo había hecho en años anteriores, pero esta vez, su estrecha relación con Gallardo le dio una particular resonancia.
Sobre su encuentro con el presidente Castillo, Hidalgo dijo a IDL-R, en una entrevista telefónica el lunes 17, que “un amigo en común canalizó la reunión. Había interés de transmitir por un lado ideas, conceptos y análisis. […] A mí me dijeron que había interés de conocer los problemas de inseguridad, cómo enfocarlo, qué alternativa de solución, cómo podríamos fortalecer la lucha contra la inseguridad”.
Hidalgo y Jorge del Castillo coinciden en tener compañías consultoras en conflictividad social.
Hidalgo es director general del Grupo Hidalgo, un holding empresarial que agrupa a Minalago SAC (consultora en conflictividad social y seguridad corporativa), Minarena SAC y la constructora M & H Construcción.
Ahora añadió a sus tareas empresariales el asesoramiento a Gallardo, que, según afirma “no es vinculante”. A su vez, como se ha dicho, Gallardo recomendó al presidente que nombrara a Hidalgo como ministro del Interior en reemplazo de Avelino Guillén.
IDL-R intentó entrevistar sin éxito al general Gallardo.
En tal contexto, la crisis en el sector Interior se aproxima a un curioso desenlace, en el que un ministro que logró en poco tiempo el apoyo y respeto de la Policía se enfrenta a un comandante general sin apoyo institucional pero con inesperados respaldos políticos.
Entre las dos y tres de la tarde de hoy, el ministro Guillén se reunió con la premier Mirtha Vásquez para discutir este asunto. De acuerdo con fuentes de IDL-R, ella le ha expresado su respaldo.
¿Habrá sorpresas? Quizá. ¿Consecuencias? Sin duda que sí.