(*) Actualización del miércoles 25 de febrero.
Los remezones por el caso de los Swiss Leaks continúan con un impacto de réplica sísmica, sin dar señales de disminuir. Ayer, las autoridades suizas allanaron la sede del HSBC en Ginebra, tras comunicar el inicio de una investigación penal contra el banco por lavado agravado de dinero. La incursión fue dirigida por los fiscales Olivier Jornot e Yves Bertossa, acompañados no solo por fiscales y policías sino también por analistas financieros.
La investigación periodística global, liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés) y por el periódico francés Le Monde encontró que el HSBC ayudó a buena parte de sus clientes –entre ellos traficantes de armas y de diamantes ‘de sangre’– a esconder su dinero de las autoridades fiscales.
Similar conclusión habían alcanzado ya las autoridades de impuestos de varias naciones, abanderadas por la francesa, que recibieron de esta la información del exfuncionario del HSBC Hervé Falciani, convertido en fugitivo de Suiza y denunciante en Francia, luego de sustraer una inmensa cantidad de datos bancarios que documentaron las transgresiones del HSBC y las evasiones de sus clientes.
La avalancha investigativa comprendió el esfuerzo de verificación y la investigación independiente de periodistas de 45 países, miembros del ICIJ.
Una de esas naciones – que cuenta, por cierto, con un vibrante periodismo de investigación–, es Brasil, donde paralelamente el caso ‘Petrolao’, el mayor escándalo de corrupción de su historia reciente, no cesa de dar sorpresas y añadir a miembros prominentes de sus élites política y corporativa, a la lista de los investigados por coimas, robos y sobornos de una escala gigantesca, hasta para Brasil.
Ahora resulta que varias de esas personas, sobre todo líderes corporativos, figuran como clientes de la notoria sucursal suiza del HSBC.
La mega corrupción del caso “Petrolao’ involucra tanto a Petrobras, la petrolera estatal brasileña, como a las principales firmas constructoras y contratistas de ese país, como Queiroz Galvao, Galvao Engenharia, Odebrecht, Camargo Correa, OAS y Tomé Engenharia, entre otras. Varios de sus principales ejecutivos han sido arrestados. Otros se han convertido en colaboradores eficaces (es decir, en delatores bajo acuerdo con la fiscalía); y varios buscan ya acuerdos, que significarán entregar la información pedida, devolver dinero robado y, quizá, pagar sus delitos con multas y prisión negociadas.
Si la investigación en Brasil se lleva a cabo con la energía con que se realizó la del HSBC, ( y hasta ahora es muy intensa y eficaz) la avalancha informativa que emergerá será sin duda mayor a la que vino de Europa y podrá servir no solo para retratar en íntimo detalle la corrupción brasileña sino la de virtualmente toda Latinoamérica. Y dentro de ella, muy especialmente, la del Perú.
El reconocido periodista brasileño Fernando Rodrigues reportó, hace unos días, en su blog, la existencia de cuentas en el HSBC de varios personajes vinculados al caso ‘Petrolao’.
Para empezar, se encontró una cuenta relacionada con Pedro Barusco, el ex gerente de Petrobras que recibía parte de las coimas y que confesó haber iniciado esa práctica sistemática hace 20 años, en 1995, así como el uso de trece compañías offshore para esconder las “propinas” (coimas en portugués). Barusco es ahora colaborador eficaz de las autoridades federales brasileñas.
Además se encontraron cuentas ligadas a ejecutivos de las firmas Queiroz Galvao y Galvao Engenharia, también involucradas en grandes casos de sobornos. Dos de esos ejecutivos se encuentran imputados en el caso ‘Petrolao’. Ellos son Eduardo de Queiroz Galvão y Dario de Queiroz Galvão Filho.
De las seis cuentas vinculadas a ejecutivos de estas compañías, tres estuvieron activas hasta el periodo 2006/2007 por lo menos, y sumaron un monto cercano a 23 millones de dólares (*).
Tanto Petrobras como Queiroz Galvao han tenido y tienen una presencia importante en el Perú, como veremos a continuación.
Ranking de proveedores y elección de abogados
Entre el 2006 y el 2011, durante el segundo gobierno de Alan García, Petrobras ocupó dos veces el primer lugar en el ranking anual de proveedores del Estado. La primera vez, el 2006, le fue adjudicado un monto de más de 3, 900 millones de soles por el suministro de petróleo crudo para la Refinería de Talara durante tres años consecutivos.
El año 2010, el monto adjudicado fue de 11, 436 millones de soles, por diferentes suministros de petróleo crudo también para dicha refinería. En uno de los casos, por un periodo de siete años, según información del OSCE (Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado).
En esos años, Petrobras fue patrocinada por el estudio Nava & Huesa Abogados, fundado por y vinculado con Luis Nava Guibert, entonces secretario general de la Presidencia de la República y luego ministro de Estado durante el último periodo aprista (Ver reportaje ‘La sombra del secretario’). Según declaró el estudio a la Sunat, Petrobras le pagó 64 mil 109 soles entre diciembre de 2006 y diciembre de 2011.
La constructora Queiroz Galvao, por su parte, ganó en enero de 2009 una licitación para encargarse de la rehabilitación y mejoramiento de la Carretera Casma – Yaután – Huaraz (en el tramo Pariacoto – Yupash), valorizados en más de 150 millones de soles.
Al año siguiente, en diciembre de 2010, Queiroz Galvao resultó siendo la mayor financista de la fallida campaña presidencial de Alejandro Toledo, con un aporte de 180 mil soles, según los registros de la ONPE.
En marzo de 2013 ganó de nuevo una licitación estatal, esta vez valorizada en más de 212 millones de soles, por la rehabilitación y mejoramiento de otra carretera en el interior del país.
Pero su mayor inversión en el Perú es una que está por hacerse en estos tiempos procelosos. Se trata de otro proyecto vial, que implicará una inversión de alrededor de mil millones de dólares: El “Sistema de Transporte Masivo del tipo Monorriel en el área Metropolitana de Arequipa”, que busca renovar el transporte en la ciudad y que tendrá una extensión mayor a veinte kilómetros.
En diciembre de 2014, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones confirmó la viabilidad presupuestal del proyecto, que actualmente se encuentra en etapa de evaluación por parte de ProInversión.
De acuerdo con lo planeado, la brasileña Queiroz Galvao se encargaría del 70% de la inversión (y el Gobierno Central del 30% restante), si no se presenta otro postor en el proceso de adjudicación. Hasta donde se sabe, la fecha límite sería julio. Sin embargo, si aparecen competidores se iniciaría un proceso de licitación.
«No hay que perder el tiempo en discusiones, hay que ser positivos. Estoy muy optimista con el monorriel y no queremos ver demoras. Este año se realizará de todas maneras», indicó el ministro de Transportes y Comunicaciones, José Gallardo, a un diario local durante su visita a Arequipa el último martes.
¿Alguien le ha contado a Gallardo sobre el caso ‘Petrolao’?