La derogatoria del aporte obligatorio de los independientes efectuada por el Congreso de la República el jueves 28, respondió principalmente a una movilización sin precedentes de los ciudadanos en reclamo de derechos que sintieron vulnerados por la codicia corporativa con la cooperación (muchos la sintieron como complicidad) del gobierno. Ni el Gobierno ni los grupos lobistas de las corporaciones previeron la indignada reacción de los ciudadanos, sobre todo de los independientes. Por primera vez, una movilización de este tipo logró un resultado rápido y decisivo.
IDL-R publica ahora una cronología que detalla el camino seguido por la norma, desde el 2011 hasta la reciente derogatoria. Reproduce además la serie investigativa “AFP: ciudadanos y oligopolio” que, desde 2013, ha dado cuenta de graves irregularidades en el sistema de AFP.
El cobro de las comisiones más altas de Latinoamérica, los conflictos de interés entre las AFP, las aseguradoras y otras empresas del sistema financiero, así como la imposibilidad del afiliado para conocer en qué se invierte su dinero, fueron algunos de los hechos revelados por las prolijas investigaciones.
El punto de quiebre fue la publicación de “Fondos sin retorno” en abril pasado, que demostró que los jubilados no recibirán entre el 20% y el 50% de su fondo de pensiones, bajo la modalidad de retiro programado. Una revelación que originó serios cuestionamientos sobre la efectividad del sistema de AFP e impulsó las protestas cuando se intentó imponer a la fuerza a los jóvenes trabajadores independientes del país, un sistema ya percibido como fallido e injusto.
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