Desde la tarde de este domingo 8 de febrero, un extraordinario esfuerzo internacional de investigación periodística revela y explica las oscuras dinámicas de la banca privada de uno de los bancos más grandes del mundo, el HSBC, sobre la base de analizar decenas de miles de cuentas bancarias, reportes de funcionarios y registros de clientes que llegaron a las manos de los periodistas de investigación después de una ruta azarosa y rocambolesca.
El esfuerzo de investigar, analizar, comparar, verificar y corroborar la masa gigante de datos estuvo a cargo de equipos periodísticos de 45 países, coordinados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), con sede en Washington, DC.
El ICIJ fue contactado por el periódico francés Le Monde, que tuvo primero los megadatos y se percató de inmediato de su alcance e importancia mundial. A partir de ese contacto se inició un notable esfuerzo colaborativo a través de una red virtual de periodistas que cubrió casi todo el mundo, coordinada por un equipo pequeño de periodistas del ICIJ.
IDL-Reporteros, que ha trabajado anteriormente con el ICIJ en otras investigaciones –la depredación pesquera en el Pacífico Sur, por ejemplo– difunde ahora esta investigación de singular historia y alcances épicos.
Ni lo espectacular de sus dimensiones, ni las intrigas y persecuciones europeas y levantinas parecen corresponder al tipo de información que llegó hace meses, a través de redes seguras, a las manos de los periodistas: Números y más números, el tipo de orgía de Excel que solo podría excitar a contadores compulsivos.
Pero la investigación y el análisis procesó los números y pasó a las palabras con un lead, el párrafo introductorio, que se lee con la galvanizada atención que suscitan los mejores relatos sobre intriga, violencia, corrupción, riqueza y sangre; porque al final, como se explica, en eso pueden terminar los números aparentemente inocuos de cuentas secretas.
Aquí les traducimos el lead operativo del ICIJ sobre los Swiss Leaks:
“Documentos secretos revelan que el gigante banco global HSBC lucró de sus negocios con traficantes de armas que canalizaron granadas de mortero a niños soldados en África, con los encargados de la bolsa de dictadores del Tercer Mundo, con traficantes en diamantes de sangre y con otros forajidos internacionales”.
Interesante, ¿verdad? Veamos ahora algunos de los alcances de la investigación.
• Los Swissleaks contienen información sobre 106 mil clientes del HSBC, con cuentas que suman alrededor de 102 mil millones de dólares.
• Los documentos que obtuvo el ICIJ cubren decenas de miles de cuentas hasta el año 2007.
• El gobierno francés obtuvo primero la misma información y la compartió con otros gobiernos en 2010, entre ellos los de Estados Unidos, Italia, España, Argentina, Alemania, Bélgica, Irlanda. Una cantidad de impuestos evadidos ha sido cobrado por estos países de sus evasores descubiertos.
• No son problemas virginales los del HSBC. En 2012, el subcomité permanente de investigaciones del Senado de Estados Unidos sostuvo que el HSBC había provisto dinero y “servicios bancarios” a bancos sauditas y bangladeshis sospechosos de financiar a Al Qaeda. Hacia fines de 2012, el HSBC acordó pagar una multa de 1,900 millones de dólares al gobierno de Estados Unidos y acordó con los fiscales entrar en un período de prueba de cinco años.
• La ruta de la filtración de los documentos obtenidos por el ICIJ se inició con un ex empleado de HSBC, Hervé Falciani, que extrajo subrepticiamente los datos y los entregó al gobierno francés en 2008. Le Monde obtuvo eventualmente gran parte de esta documentación y llegó eventualmente a un acuerdo con ICIJ para que este consorcio ayudara a darle un alcance mundial a la investigación.
A continuación, algunas notas de la investigación sobre Latinoamérica. Otras traducciones al español y los hipervínculos a las principales investigaciones del ICIJ en inglés.
IDL-Reporteros actualizará frecuentemente la investigación conforme esta avance.