El comandante EP Eduardo Moisés Ramos Chávez Valdivia ha sido procesado numerosas veces por la justicia civil y militar.
En el año 2000 fue ‘dado de baja’ del Ejército con un documento falso para que realizara un seguimiento a congresistas tránsfugas. Entre julio y octubre 2000 reportaba toda su actividad al entonces ministro del Interior, José Villanueva Ruesta, y debía colaborar con engrosar la bancada fujimorista de acuerdo a las órdenes de Vladimiro Montesinos. Lo logró con Waldo Ríos, ex FIM. (Ver documento del Ministerio Público)
En octubre de 2003 se encontraba sometido a un proceso en la justicia militar por hechos ocurridos en 1999, cuando Ramos era jefe de unidad del batallón de infantería motorizado de Chocope, La Libertad. Sus subordinados indicaron que los obligaba a generar seis mil soles mensuales de ingresos en la cantina y a economizar nueve mil raciones para el personal militar.
Un documento del mismo proceso en la justicia militar indica que hay indicios de que el comandante Ramos y un coacusado cobraron dinero de la Empresa Aurífera Santa Rosa (Comarsa, de la familia Sánchez Paredes); la empresa Casagrande y la minera Quiruvilca por brindar seguridad haciendo uso de vehículos y personal militar de la unidad. Sin embargo, la resolución indica que por falta de pruebas lo absuelve de los delitos de “abuso de autoridad, desobediencia, contra el deber y dignidad de la función, contra el honor, decoro y deberes militares, enajenación y perdida de objetos y prendas militares y material del estado, malversación, fraude y falsedad”.
Cuando el general EP (r) Edwin Donayre fue comandante general del Ejército, Ramos Chávez Valdivia trabajó cerca de él en el cuartel general del Ejército.
Actualmente, Ramos Chávez Valdivia tiene un negocio de transportes de carga por carretera, Enlaces del Perú, que cuenta con una sede en Trujillo.
IDL-R intentó contactar telefónicamente, sin éxito, varias veces al comandante Ramos Chávez Valdivia durante el cierre de este reportaje.