Entre las preguntas que planteó la investigación del caso Lava Jato en el Perú, las más difíciles fueron sobre la relación entre la clandestina división de pagos ilegales de Odebrecht, el Sector de Operaciones Estructuradas, y el fallecido expresidente Alan García.
Las investigaciones primero y las confesiones después, avanzaron el conocimiento sobre el caso antes y después de abril de 2019.
– Desde noviembre de 2018 quedó establecido que el Sector de Operaciones Estructuradas pagó un honorario de $100 mil dólares a Alan García en pago por una conferencia que dictó en Sao Paulo, Brasil, el 25 de mayo de 2012. El pago fue disfrazado en su momento, pero luego de la revelación periodística que hizo IDL-R, todos los participantes en el proceso terminaron reconociendo lo que en realidad ocurrió. Pero Alan García nunca admitió haber planificado ocultar la fuente real de pago.
– Luego del suicidio de Alan García, en abril de 2019, tres personas muy cercanas a este: Luis Nava, Miguel Atala y José Antonio Nava, confesaron a los fiscales del Equipo Especial que García había recibido aportes clandestinos directos de Odebrecht en diversas formas y circunstancias.
– Luis Nava reveló que el ex jefe de Odebrecht en el Perú, Jorge Barata, entregó directamente a García dinero en efectivo dentro de loncheras y maletines. En el proceso de confesión salieron a la luz varias transacciones hasta ese momento desconocidas.
– José Antonio Nava confesó haber recibido de manos de Jorge Barata una mochila con dinero cuyo destinatario, quedó claro para él, era Alan García.
– Miguel Atala hizo una confesión de sorprendente contundencia poco después de su arresto en abril de 2019.
Según dijo a los fiscales, en el segundo semestre de 2010, “me llamó a mi teléfono celular el expresidente Alan García Pérez, mi número era 9981347**, no recuerdo de qué número me llamó, y me dijo que lo vaya a visitar a Palacio de Gobierno. Llegué a Palacio de Gobierno en mi vehículo, me anuncié e ingresé por la puerta conocida como Desamparados. Me anuncié que venía a visitar al expresidente Alan García Pérez, y me hicieron pasar, y fui atendido por Luis Nava Guibert, quien me lleva ante el presidente Alan García Pérez. Yo estuve solo ese día. Luego cuando me encontré con el expresidente Alan García Pérez, el señor Luis Nava Guibert nos dejó solos y nos tomamos un café”.
Entonces, “ [Alan García] me manifestó que el dinero que tenía yo en la cuenta de [la] sociedad offshore Ammarin Investment INC era dinero suyo, y que por favor le lleve dicho dinero de forma progresiva, así que luego de esa reunión empecé a llevarle el dinero al expresidente Alan García Pérez. La primera vez en un monto aproximado de $ 20,000.00 a $ 30,000.00 dólares, y así de forma progresiva iba llevándole dinero al expresidente Alan García Pérez. Cada vez que necesitaba dinero me llamaba por teléfono previamente y me citaba a diversos lugares, le he entregado dinero en diversas ocasiones y lugares como en Palacio de Gobierno, en su domicilio que primero quedaba en la urbanización Las Casuarinas en Surco y luego en su domicilio ubicado en Miraflores, al Instituto de Gobierno de la Universidad San Martin de Porres, entre otros lugares”.
«La primera vez en un monto aproximado de $ 20,000.00 a $ 30,000.00 dólares, y así de forma progresiva iba llevándole dinero al expresidente Alan García Pérez»
Atala indicó que: “Yo le entregaba dinero que tenía de mis negocios personales, los cuales eran compensados con los activos que me habían depositado previamente en la cuenta bancaria de Ammarin Investment INC en la Banca Privada de Andorra, siendo que estos dineros de la BPA, antes de llegar a mi persona, habían sido depositados en una cuenta de mi titularidad del Banco Scotiabank Sucursal Panamá, luego de lo cual ese dinero fue transferido a propia cuenta bancaria en Lima”.
Las entregas de dinero se dieron, dijo Atala, en diversos lugares, en Lima y las playas del sur, entre 2010 y 2018.
Fue, tal como lo publicó IDL-Reporteros, un testimonio puntual y coherente, que necesitaba comprobarse a través del detalle de las operaciones: el escenario y la circunstancia de los pagos; la descripción contable de las transacciones. ¿Existía ese nivel de precisión, o no?
IDL-Reporteros ha podido obtener información que responde la pregunta.
El pormenorizado relato que sigue proviene del testimonio de alguien solo identificado con un código. El 2017-07-2. Pero se trata de un informante que demuestra un conocimiento de precisa granularidad sobre las actividades de Miguel Atala.
La información del colaborador es coherente y minuciosa. IDL-Reporteros obtuvo esa información y considera que ella avanza sustantivamente el conocimiento y la prueba en torno a la relación que hubo entre Odebrecht, su ilegal Sector de Operaciones Estructuradas y Alan García.
Los comienzos
Lo primero que el informante deja claro, en el testimonio que consiguió IDL-R es que la relación entre Alan García y Miguel Atala fue de larga data. Se conocieron en 1979 a través de un primo de Atala: Jorge Fermi Herrera. Este, según el testigo, era persona cercana a Armando Villanueva del Campo, candidato presidencial del Apra en las elecciones generales de 1980.
Se volvieron a ver en 1986 –cuando García era ya Presidente de la nación– en el Club Palestino y luego en la casa del entonces senador Miguel Ángel Mufarech. Al término de ese año la relación era ya amistosa.
El 2001, cuando García regresó al Perú después de su largo exilio en Francia, un grupo de amigos de este organizó una reunión el 14 de febrero, en la que estuvo Atala. Con varios amigos en común, se encontraron de nuevo en diversas ocasiones. Atala pasó a formar parte de un grupo de apoyo externo a García, junto con personas como Jorge Ramos Ronceros, Augusto Lanatta, Juan Francisco Pásara, buena parte de los cuales ocupó cargos importantes años después, durante el segundo gobierno de García.
En la reunión del 14 de febrero de 2001, refiere el testigo, Atala conoció a Luis Nava Guibert. Los presentó Óscar Morales Vega, un exdiputado aprista del primer gobierno de García. La relación entre Atala y Nava pronto se hizo cercana.
Luego de perder la elección de 2001, el “2002 o 2003” García invitó a Atala a formar parte, junto con Nava, de un “Instituto de Promoción al Empleo” que no tardó en ser constituido e inscrito en los Registros Públicos, aunque no parece haber desarrollado luego otras actividades.
No fue la única iniciativa en la que aparecieron juntos los tres. En septiembre de 2003, fue creada la “Asociación Democracia Social”, que tuvo un primer consejo directivo que puede ser considerado tanto una repartición de tareas como un presagio: su presidente fue Alan García; el secretario, Luis Nava; y el tesorero, Miguel Atala.
La propuesta
Según el testimonio del aspirante a colaborador eficaz 2017-07-2, en septiembre de 2007, Atala estuvo de viaje en Estados Unidos. Ahí recibió una llamada de Luis Nava a uno de sus nextel. Nava le preguntó cuándo retornaba a Lima. Al regresar, a principios de octubre de 2007 dice el testigo, Atala contactó a Nava, quedaron en reunirse y lo hicieron poco después.
En la conversación, de acuerdo con el informante, Nava le habría dicho a Atala que iba a prestar “asesoría legal” a empresas que, según dijo, no tenían vinculación con el Estado. Pero que, dado su cargo [era, recuérdese, secretario general de Palacio de Gobierno], no podía “aparecer como titular de la cuenta en la que se iba a realizar los pagos por las asesorías o consultorías que iba a brindar”. ¿Podía Atala figurar “como representante legal de una empresa que se iba a constituir en el extranjero”, donde se iba a abrir una cuenta para recibir los pagos fruto de sus asesorías?
De acuerdo con el testigo, Nava dijo que ello no le iba a ocasionar ningún problema, dado que ninguna de las empresas que iban a recibir su asesoramiento “tenían vinculación con el Estado Peruano”. Atala aceptó el pedido, dice el testigo, y Nava le informó entonces que los detalles de cómo se debía abrir la cuenta se los daría “el señor ‘Barata’”.
Pero, de acuerdo con fuentes cercanas a Luis Nava, Atala supo desde un inicio que la cuenta era para que Alan García reciba dinero en el extranjero y que el entonces secretario de la presidencia no fue quien puso en contacto a Barata con Atala.
El aspirante a colaborador eficaz explicó que el 8 de octubre de 2007, el propio Barata llamó a uno de los nextel de Atala, haciendo referencia a la conversación de este con Nava. Quedaron en verse y el mismo día Jorge Barata llegó a la casa de Atala, en San Isidro. Venía, dijo, para “recomendarle el banco en el que debía aperturar [sic] la cuenta en el extranjero”. Como adivinarán, recomendó la Banca Privada de Andorra y a continuación, pidió a Atala un número de contacto para que el funcionario de dicha banca pudiera llamarlo.
Dicho y hecho: el día siguiente, 9 de octubre, lo llamó el ya conocido Francesc Xavier Pérez Giménez, quien –tras hacer referencia a que Atala había sido recomendado como cliente por Barata para abrir una cuenta en Andorra, pasó a enumerar los trámites expeditivos que había que cumplir.
Casi todo estaba arreglado, subrayó Pérez Giménez. La offshore ya estaba constituida en Panamá y se llamaba Ammarin Investment Inc. Todo lo que Atala debía hacer era proporcionarle un correo electrónico (fue un hotmail) y hacer un depósito de $10 mil dólares para “cubrir gastos de apertura de cuenta”. Ese mismo día llegaron los formularios por correo electrónico y fueron llenados, escaneados y enviados al correo electrónico de Pérez Giménez.
Atala, dice el aspirante a colaborador eficaz, realizó el primer depósito con una transferencia de Coher Coher Investment, de un pariente cercano, que “hizo el favor” a Atala, de prestarle el dinero.
Y así, a mediados de octubre de 2007, quedó lista la cuenta para recibir el dinero del Sector de Operaciones Estructuradas de Odebrecht a través de la offshore Klienfeld.
Antes de entrar en el inédito detalle, visita a visita, de cómo se entregó el dinero en Lima, es necesario tener una idea precisa de las fechas y los montos en que se depositó el dinero clandestino de Odebrecht en la cuenta de Ammarin en Andorra, así como el de las fechas y montos de los retiros efectuados por Atala.
Veamos primero los depósitos. El siguiente cuadro, hecho por la Policía de Andorra, en la investigación que hizo al BPA, lo indica con claridad. Fueron cinco abonos. El primero, el 7 de noviembre de 2007 y el último el 20 de febrero de 2008.
El monto total ingresado fue de $1 millón 312 mil dólares.
Los retiros fueron nueve en total. El primero se hizo el 29 de diciembre de 2008, y luego la cuenta no se movió por más de tres años. El 5 de marzo de 2012 hubo un retiro fuerte y luego se sucedieron los restantes, con plazos relativamente cortos entre sí. El último retiro (todos fueron hechos como “transferencias al extranjero”) fue el 21 de octubre de 2013. El siguiente cuadro, hecho también por la Policía de Andorra, lo resume:
El monto total de retiros ($1 millón 383 mil 780 dólares) fue superior, en algo más de $70 mil dólares a los depósitos, por los intereses que ganó la cuenta. Quedaban apenas unos 18 mil euros cuando la cuenta fue intervenida por las autoridades.
Secretos revelados
En septiembre de 2008, casi un año después de haber abierto la cuenta de Ammarin Investment en Andorra, Atala viajó a Brasil como parte de una comitiva de empresarios a un encuentro en el que participaron los entonces presidentes de Brasil, Lula da Silva; y el de Perú, Alan García.
En la primera o segunda noche del evento, durante una exposición sobre los mantos de Paracas, Luis Nava se acercó, según el testigo, a Miguel Atala y le dijo, según la versión de aquel: “… tengo que ser honesto contigo y decirte sobre la cuenta offshore, que te había solicitado el favor de que fueras apoderado, en realidad pertenecía al señor Alan García”.
Según el aspirante a colaborador eficaz 2017-007-2, Miguel Atala “se quedó petrificado [sic] y sorprendido, y no le dio ninguna respuesta a Luis Nava porque estaban rodeados de mucha gente en la reunión…”.
Petrificado o no, hacia el segundo semestre de 2010, las cosas habían quedado del todo claras para Atala. Pero, de acuerdo con el colaborador 2017-007-2, todavía restaba una conversación importante:
Alan García llamó a Miguel Atala al nextel 813*4746, a tenor del testigo, para pedirle que lo visite en Palacio.
A las 11 am del 2 de julio de 2010, Atala entró a Palacio por la puerta de Desamparados. Luego que el encargado de seguridad se comunicara con la “Secretaría de Palacio de Gobierno”, dejaron ingresar a Atala. “No le pidieron ningún documento, ni lo registraron”. Acompañado por un oficinista llegó a la oficina de Nava, quien anunció su presencia a García, lo condujo a la oficina de este y se retiró.
Entonces, cuenta el testigo, “el Presidente García le invitó un café a Miguel Atala, conversaron de temas triviales […] y finalmente el Presidente García le comunicó si el doctor Nava le había informado sobre la cuenta offshore y le dijo que esa cuenta era para hacer consultorías y asesorías con empresas netamente privadas que no negociaban con el Estado, que no se preocupara y le agradeció por el apoyo que estaba brindando y que esto no iba a traer ningún tipo de problemas, en ese momento el Presidente García le pidió a Miguel Atala mantener discreción, le indicó que cuando podía traer algo de dinero de la cuenta, y Miguel Atala le comentó que podía regresar la siguiente semana para ir avanzando, el Presidente García le reiteró su agradecimiento, terminando la reunión, el Presidente García llamó al doctor Nava para que acompañe hasta la puerta de salida de Palacio a Miguel Atala”.
En medio de la caótica puntuación, el significado emerge claro: Alan García le confirmó a Atala que el dinero de la cuenta era, para él. Atala aceptó el hecho y se mostró dispuesto a colaborar. Si todo no estuvo dicho hasta entonces (y no es improbable que ya se hubiera hablado sobre el tema), a partir de ahí –siguiendo el muy preciso testimonio del colaborador 2017-007-2– solo quedaba cerrar operativamente el círculo, compuesto por los siguientes segmentos:
– Atala acepta ser el beneficiario final de un cuenta offshore.
– Jorge Barata, jefe de Odebrecht, lo visita, para presentarle al funcionario de la banca privada de Andorra que abrirá la cuenta.
– Se abre la cuenta en la BPA.
– El sector de Operaciones Estructuradas de Odebrecht, a través de su offshore multiusos, Klienfeld, abona $1 millón 312 mil dólares totalmente clandestinos a Ammarin Investment INC, la offshore de Atala.
– Miguel Atala es informado, de acuerdo con el aspirante a colaborador eficaz, que el dinero de la cuenta “pertenece” a Alan García.
– Atala acuerda con García la forma de entregarle el dinero a medida que García lo necesite o pida.
Y así se inició el mecanismo que se ejecutó a través de 40 visitas.
Aquí va la relación y el detalle de cada una de ellas.
Primera visita
El 7 de julio de 2010, cuenta el aspirante a colaborador eficaz 2017-007-2, Alan García llamó a Atala a su Nextel, preguntándole si podía ir el día siguiente a Palacio. Y fue. El 8 de julio de 2010, Miguel Atala llegó a Palacio llevando dos sobres en un bolsillo de su saco, que sumaban $20 mil dólares.
Como la vez anterior, Atala estacionó en Desamparados, entró por esa puerta a Palacio; un funcionario bajó a recogerlo y lo llevó a la oficina de Nava, quien le dijo: “¡qué rápido has regresado!”. “Me ha gustado la oficina del Presidente y el café” respondió Atala entre las risas de quienes se entienden. En la oficina, de García, Atala conversó con él unos 15 minutos. Al terminar antes de irse, “Miguel Atala puso encima del escritorio de Alan García dos sobres con US$ 20,000 […] y le dijo al Presidente García que estaba preparando una visita para la próxima semana, diciéndole que iba a comenzar a bajar el dinero que le tenía guardado, a lo que Alan García le respondió: ‘Miguelito, te espero’”.
¿De dónde salió el dinero de los sobres?
Según indicó el testigo, Atala mantuvo un registro prolijo de todas sus operaciones. Para esta entrega hizo un retiro mediante cheque por 16 mil soles, el 3 de julio; otro por 7 mil soles el 6 de julio de 2010; el mismo día hizo un cheque por 55 mil 250 soles. Sumaron 78 mil 250 soles, que al cambio de la fecha rindieron $27 mil 650 dólares. Pagó 20 mil y quedó con más de 7 mil dólares en caja para la siguiente entrega.
Segunda visita
Atala no tardó en volver a Palacio, convocado nuevamente por García, vía nextel. El 19 de julio de 2010 entró, como las otras veces, por Desamparados e ingresó sin ser registrado por la seguridad. Caminó por el largo pasadizo de ingreso hasta la oficina de Luis Nava, quien lo condujo a la oficina de García. Un mayordomo les sirvió café mientras García y Atala conversaban sobre los negocios de este. Atala se quejó de la abrumadora competencia china y García, según refiere el testigo, le preguntó que si tuviera que escoger entre medio millón de textiles y 30 millones de peruanos, qué preferiría. Las discrepancias se terminaron, todo indica, cuando Atala dejó dos sobres sobre el escritorio de García, “en la parte superior izquierda”. El monto sumado de ambos sobres era de $20 mil dólares. Atala “se despidió, no sin antes recibir el agradecimiento del Presidente García, además le dijo que no se preocupara, que le avisaría cuando él necesite dinero”.
El minucioso Atala registró con cuidado cómo había reunido los $20 mil dólares. El 10 de julio hizo un cheque por 13 mil soles; el 12 de julio firmó otro cheque por 10 mil soles; y el 16 de julio (mediante el cheque Nº 0078997343) 15 mil soles. Los tres cheques sumaron 38 mil soles, que al cambio del día fueron $13 mil 420 dólares. Sumó los $7 mil del saldo anterior y con eso alcanzó $21 mil 070 dólares. Entregó $20 mil a García y guardó el saldo.
Tercera visita
Después de la entrega anterior, dice el testigo, Atala y García no se reunieron por un año, días más o menos. El 1 de marzo de 2011, Alan García llamó a Atala a su Nextel. Le dijo que no tenía apuro, pero ¿podía visitarlo? Atala junto $20 mil dólares, llamó a García el 14 de marzo para coordinar su visita. El 15 de marzo de 2011, Atala volvió a entrar por Desamparados, fue acompañado por un funcionario de secretaría hasta la oficina de Nava, pasó unos minutos con él y fueron luego a la oficina de García, donde Atala entró solo. Luego de la taza de café de rigor, hablaron sobre las inminentes elecciones y García le comentó que a su juicio “más posibilidades tenía Ollanta que Keiko”. Terminado el café, Atala “sacó dos sobres conteniendo dinero que guardaba en el bolsillo de su saco, y los dejó encima del escritorio. El presidente García, dijo a Miguel Atala que lo disculpara por la molestia, quedando eternamente agradecido, a lo cual Miguel Atala respondió que no se preocupara, que cuando gustara le brindaría su apoyo, despidiéndose en ese momento, para luego retirarse”.
¿Cómo reunió el dinero? Atala lo hizo a través de tres cheques, cuyos números registró. Uno, el 2 de marzo de 2011, por 17 mil soles, del Scotiabank; el cheque 0092409113 por 23 mil soles, el 2 de marzo; y un tercer cheque por 13 mil 200 soles. Sumaron 53 mil 200 soles, que representaron al cambio $19 mil dólares. Con el saldo completó los $20 mil que entregó. Los cambios de divisa, puntualiza el testigo, eran realizados por “un asistente de Miguel Atala” en “una casa de cambio del centro de Lima o en el distrito de San Isidro”.
Cuarta visita
En la primera semana de junio de 2011, fue Miguel Atala, sostiene el testigo, quien llamó desde su nextel a García, preguntándole “si quería que lo visitara”. García, de acuerdo con el testimonio, le contestó “que sí, que lo visitara, que desde hace tiempo no se veían ni conversaban”.
El 16 de junio de 2011, Atala llegó a Palacio por la vía de costumbre, y tras el procedimiento ya rutinario de ingreso sin registro, se encontró en la oficina de Nava, quien no perdió tiempo en llevarlo a la de Alan García. Ahí, “comentaron un poco sobre la elección del presidente, por un espacio de más o menos quince a veinte minutos, después Miguel Atala sacó de sus bolsillos un par de sobres con dinero y los puso sobre el escritorio”. García le dijo entonces: “… Muchas gracias, Miguelito, espero no incomodarte pero no sé cuál es mi futuro, no tengo claro lo que voy a hacer, así que es, no te voy a molestar por un buen tiempo, yo te aviso, por favor…”.
La suma que entregó Atala fue de $20 mil dólares. La hizo retirando 12 mil 540 soles de “su cuenta personal del Banco Continental”; un retiro de su cuenta personal del Scotiabank, por $13 mil dólares; y un cheque el 16 de junio por 9 mil 550 soles, que fueron cambiados por $3,400 dólares. La suma de todo hizo $20 mil 870 dólares. Le quedaron $870 dólares en caja.
Quinta visita
Pasó casi un año. El 22 de abril de 2012, Atala llamó a García preguntándole si “quería que lo visitara por el tiempo transcurrido”. García repuso no tener ningún apuro, pero si tú tienes necesidad, no hay ningún problema, me puedes visitar”.
El 22 de mayo, portando $25 mil dólares, Atala fue a visitar a Alan García a su nueva dirección en Las Casuarinas. El tráfico estaba muy pesado y demoró en llegar, tanto que García lo llamó, preocupado, a su Nextel. En la tranquera, Atala dio la dirección de la entonces embajadora de Marruecos, pero enrumbó a la casa de García. Al llegar lo recibió un oficial de seguridad “de apellido Gallardo”, “jefe de grupo de la PNP”. La casa de García “era… hermosa, con una vista espectacular de Lima”. Luego de media hora de conversación Atala “se paró y al observar un mueble en la sala, dijo que muy bonito estaba el mueble, que si podía abrir un cajón, a lo que Alan García le dijo que sí, en ese cajón dejó dos sobres que contenían $25 mil dólares”. “… Cuando gustes estoy para ayudarte”, dijo Atala como despedida. “… Gracias Miguelito…”. Contestó García.
Como sucedió con cada entrega, cada visita, Atala mantuvo un registro puntual de las transacciones hechas para conseguir el dinero: Tres retiros: uno del Scotiabank por $10 mil dólares; otro, el 14 de mayo de 2012 de una cuenta personal por 22 mil 500 soles. Y un tercero, el 21 de mayo de 2012, por 26 mil 820 soles. Los soles sumaron 49 mil 320, que al cambio resultaron en $18,000 dólares. La suma de lo acumulado y el saldo dio $28,870 dólares. Entregó $25 mil a García y quedó con casi $4 mil en caja.
Hasta aquí hemos cubierto cada visita con cierto detalle, (el informante usa más pormenores en la descripción de escenarios, anécdotas de los encuentros y precisión contable). Hay muchos datos que permiten una corroboración minuciosa y respaldan la básica veracidad de la información. Pero, como restan 35 visitas más por reseñar, pasemos ahora a una descripción harto más somera de cada visita, enfatizando fechas, lugares y cantidades. Al leer esta versión resumida, es importante tener en cuenta cada visita está documentada con mucha información de trasfondo. [Ver infografía]
Sexta visita
El 16 de julio de 2012, alrededor de las 10 de la mañana, Miguel Atala salió de su casa, en San Isidro, rumbo a la casa de Alan García para dejarle dos sobres con un total de $25 mil dólares. “Miguelito tan atento y amable”, le habría dicho García a Atala al despedirse, de acuerdo con el aspirante a colaborador 2017-007-2.
Séptima visita
El 10 de agosto de 2012, Miguel Atala visitó a Alan García en su oficina en el Instituto de Gobierno y de Gestión Pública de la USMP, en Miraflores. Al ingresar al despacho del exmandatario, Atala sacó de su bolsillo dos sobres con $ 10 mil dólares cada uno y los puso encima del escritorio. “Muchas gracias Miguelito y disculpa la molestia”, le dijo García a Atala, quien respondió: “cuente conmigo”, de acuerdo con el aspirante a colaborador.
Octava visita
El 20 de setiembre de 2012, Miguel Atala se reunió con García en su oficina, en el Instituto de Gobierno y de Gestión Pública de la USMP. Hablaron de temas de coyuntura política y hacia el final, Atala sacó de su bolsillo $25 mil dólares y los puso sobre el escritorio de García. “Alan García siempre le decía: “gracias Miguelito” y Miguel Atala le decía “cuenta conmigo Presidente, no se preocupe, avíseme para cualquier otra oportunidad”, relató el aspirante a colaborador.
Novena visita
El 20 de noviembre de 2012, Atala se reunió con García en su oficina en el Instituto de Gobierno y de Gestión Pública de la USMP. Le entregó tres sobres con un monto total de $35 mil dólares “Muy agradecido, en el mes de diciembre te voy a molestar un par de veces, ¿hay algún problema?”, preguntó García. “No se preocupe que yo me encargo de eso”, respondió Atala.
Décima visita
El 14 de diciembre de 2012, Atala le entregó $45 mil dólares a García en el Instituto de Gobierno y Gestión Pública de la USMP. “Como era de costumbre, García le invitó un café y le dijo: gracias Miguelito, te estoy molestando mucho, pero si no te incomoda vuélveme a hacer otra visita antes de Navidad”, relató el colaborador.
Undécima visita
El 21 de diciembre de 2012, cerca de la Navidad, Atala le entregó a Alan García cuatro sobres con un monto total de $50 mil dólares, en su oficina en el Instituto de Gobierno y de Gestión Pública de la USMP.
Duodécima visita
El 13 de febrero de 2013, García y Atala se encontraron en el Instituto de Gobierno y de Gestión Pública de la USMP, alrededor de las 10 de la mañana. Fue una visita corta. Atala dejó $30 mil dólares encima del escritorio de García.
Décimo tercera visita
El 20 de febrero de 2013, Miguel Atala se reunió con Alan García en el Instituto de Gobierno y de Gestión Pública de la USMP para entregarle $20 mil dólares. Atala aprovechó la oportunidad para invitarlo a una reunión que haría en su casa por el bautizo de su nieto que sería el 5 de marzo.
Décimo cuarta visita
El 5 de marzo de 2013, Miguel Atala almorzó en casa de su hijo, luego fue a su casa para ultimar los detalles de la celebración del bautizo de su nieto. Sus invitados, entre los cuales García, llegarían desde a las 7:30 de la noche. “Alan García llegó a su casa puntual, se sentaron en la sala, estuvieron tomándose el pelo sobre el tema de la champaña y Alan García le dijo a Miguel Atala que era mejor tomarlo que guardarlo porque después se malograba”, relató el colaborador. García se quedó unas tres horas y cuando se iba a retirar, Atala le pidió que esperara un momento y le alcanzó $30 mil dólares en una “lata vacía” de champaña.
Décimo quinta visita
El 23 de mayo, Atala llamó a García para saludarlo por su cumpleaños. Este le pidió que lo visitara la semana entrante para “tomar un café”. El 6 de junio de 2013 se reunieron en Instituto de Gobierno y de Gestión Pública de la USMP, alrededor de las 11 de la mañana, en la oficina de García, que quedaba en el segundo piso. Hacia el final del encuentro, Atala sacó de sus bolsillos cuatro sobres con un total de $50 mil dólares y los puso sobre el escritorio del exmandatario. Luego se fue.
Décimo sexta visita
El 20 de junio de 2013, Miguel Atala visitó a Alan García en su casa, en Miraflores. De acuerdo con el colaborador, “Atala le dijo a Alan García que su casa estaba bonita, se sentó en la sala conversando con García sobre el viaje que haría a los Estados Unidos, que se quedaría en dicho país más o menos dos meses para visitar a su familia y escapar un poco del invierno”. Tras una conversación de poco más de 20 minutos, Atala dejó tres sobres con un total de $35 mil dólares sobre un aparador de la sala del exmandatario.
Décimo séptima visita
El 13 de setiembre de 2013, Miguel Atala le entregó a Alan García dos sobres con un total de $20 mil dólares, en casa del exmandatario.
Décimo octava visita
El 26 de septiembre de 2013, Miguel Atala se reunió con García en el Instituto de Gobierno y de Gestión Pública de la USMP para entregarle cuatro sobres con $10 mil dólares en cada uno. Al despedirse, Miguel Atala le contó que uno de sus hermanos, Anthony, llegaría al Perú los primeros días de octubre y lo invitó a un almuerzo para el 12 de octubre, a la 1:30 de la tarde. García le confirmó que iría.
Décimo novena visita
El 12 de octubre de 2013, García asistió al almuerzo familiar organizado por Miguel Atala en su casa para agasajar a su hermano Anthony. Cuando la reunión terminó, Atala le entregó $30 mil dólares en una cajita de cartón dentro de una bolsa de papel.
Vigésima visita
La primera semana de diciembre de 2013, Miguel Atala recibió la llamada de Alan García, quien se quejaba que aquel “se había desaparecido”. Atala le prometió que lo visitaría en las fiestas navideñas. Por eso, Atala llamó a García el 23 de diciembre, desde su Nextel, para confirmarle que al día siguiente lo visitaría. Alrededor de las 11:30 de la mañana del martes 24, Atala llegó a la casa de Alan García, en Miraflores. Fue una reunión corta. Atala llegó con una caja de seis botellas de champaña de regalo y tres sobres con un total de $40 mil dólares.
Vigésimo primera visita
El aspirante a colaborador indicó que durante el verano de 2014, Miguel Atala y Alan García se encontraron en varias reuniones sociales, así como en conferencias del Instituto de Gobierno y de Gestión Pública de la USMP. En una ocasión, García llamó a Atala para avisarle que el segundo fin de semana de marzo estaría en la playa y le pidió que se encontraran el sábado 8 de marzo, a las 10:30 de la mañana, en el malecón de Asia. Atala le entregó a García tres sobres con un total de $30 mil dólares.
Vigésimo segunda visita
El 27 de marzo de 2014, Atala llamó a García y le propuso encontrarse en la playa. Dos días después se reunieron en la terraza de la casa de playa de Roxanne Cheesman, en Los Cocos. De acuerdo con el informante 2017-007-2, Atala y García conversaron un rato, bebieron vino y al cabo de 40 minutos, el primero, inusualmente, le entregó “en sus manos” $40 mil dólares.
Vigésimo tercera visita
El 8 de mayo de 2014, Miguel Atala llamó por teléfono a Alan García para recordarle que al día siguiente, el viernes 9, lo visitaría. Atala le entregó a García tres sobres con $10 mil dólares en cada uno. $30 mil dólares en total.
Vigésimo cuarta visita
El 3 de junio de 2014, alrededor de las 10:30 de la mañana, Miguel Atala se reunió con Alan García en el Instituto de Gobierno y de Gestión Pública de la USMP. Atala le entregó dos sobres con un total de $25 mil dólares.
Vigésimo quinta visita
Durante la primera semana de diciembre de 2014, Miguel Atala llamó a Alan García y quedaron en encontrarse al día siguiente, el lunes 15, en el Instituto de Gobierno y de Gestión Pública de la USMP. Atala le entregó a García tres sobres con $10 mil dólares cada uno ($30 mil dólares en total).
Vigésimo sexta visita
El 23 de diciembre de 2014, Miguel Atala visitó a Alan García en su casa, en Miraflores. A propósito de la Navidad, Atala le llevó una caja de botellas de champaña y le entregó a García $50 mil dólares.
Vigésimo séptima visita
27 de marzo de 2015, alrededor de las 10 de la mañana, Miguel Atala visitó a Alan García en el Instituto de Gobierno y de Gestión Pública de la USMP. Fue una reunión corta. Antes de irse, Atala dejó dos sobres con un total de $25 mil dólares sobre del escritorio de García.
Vigésimo octava visita
El 7 de abril de 2015, Miguel Atala le entregó a Alan García dos sobres con un total de $25 mil dólares, en el Instituto de Gobierno y de Gestión Pública de la USMP.
Vigésimo novena visita
El 14 de mayo de 2015, alrededor de las 10:30 de la mañana, Atala le entregó a García dos sobres con un total de $30 mil dólares, en el Instituto de Gobierno y de Gestión Pública de la USMP.
Trigésima visita
El 28 de mayo de 2015, Miguel Atala visitó a Alan García en su casa y le entregó tres sobres con un total de $35 mil dólares.
Trigésima primera visita
El 22 de setiembre de 2015, Miguel Atala le entregó a Alan García cuatro sobres con un total de $40 mil dólares en la casa del exmandatario.
Trigésima segunda visita
El 2 de febrero de 2016, Miguel Atala visitó a García en su casa, en Miraflores. Durante la reunión, Atala dejó dos sobres con un total de $20 mil dólares sobre un aparador de la sala.
Trigésima tercera visita
El 23 de marzo de 2016, Miguel Atala se reunió con Alan García en un nuevo lugar. De acuerdo con el aspirante a colaborador 2017-007-2, se trataba de una oficina nueva del exmandatario ubicada en la avenida Roca y Boloña, en Miraflores. Atala le entregó dos sobres con un total de $25 mil dólares.
Trigésima cuarta visita
El 29 de marzo de 2016, Atala y Nava volvieron a reunirse en la oficina del exmandatario, en la avenida Roca y Boloña. Atala le entregó dos sobres con un total de $25 mil dólares.
Trigésima quinta visita
El 8 de abril de 2016, Miguel Atala le entregó a Alan García tres sobres con $10 mil cada uno ($30 mil dólares en total) en la oficina del exmandatario en Miraflores.
Trigésima sexta visita
El 18 de mayo de 2016, Miguel Atala le entregó a García tres sobres con un total de $30 mil dólares, en el Instituto de Gobierno y de Gestión Pública de la USMP.
Trigésima séptima visita
El 27 de mayo de 2016, Atala le entregó a García dos sobres con un total de $20 mil dólares.
Trigésima octava visita
El 14 de junio de 2016, Miguel Atala le entregó a Alan García, en su casa, cuatros sobres con $10 mil dólares cada uno. $40 mil dólares en total.
Trigésima novena visita
El 22 de agosto de 2016, Miguel Atala visitó a Alan García en su casa y le entregó dos sobres con $20 mil en total..
Cuadragésima visita
El 15 de septiembre de 2016, Miguel Atala fue a la casa de Alan García para entregarle cuatro sobres con $40 mil en total.
Fueron 40 visitas con 40 pagos, entre julio de 2010 y septiembre de 2016. El monto total de lo que Atala entregó personalmente a García fue un millón 210 mil dólares.
Ahí no terminaron las visitas y los pagos. Como declaró Atala en su confesión de fines de abril de 2019, él realizó pagos a García hasta el 2018. Fuentes con conocimiento de causa indican que el monto total de pagos que Atala habría hecho a García hasta 2018 asciende a un millón 340 mil dólares.
El sector de operaciones estructuradas (o división de sobornos) de Odebrecht depositó un millón 312 mil dólares en la cuenta de Ammarin, en Andorra.
Atala retiró un millón 383 mil 780 dólares, gracias a los intereses que acumuló la cuenta.
Si la información sobre las visitas que falta documentar se obtiene y corrobora, entonces quedará claro que, a través de las cuotas expresadas en visitas, el dinero que Klienfeld/Odebrecht depositó en la cuenta de Andorra regresó finalmente, como sin duda se planeó desde el principio, a las manos de la persona a la que querían pagar.
En pocos días habrá un nuevo interrogatorio a Jorge Barata en Brasil. Tendrá claro, seguramente, que cuanto más conozca quien pregunta, menos puede omitir (o mentir) quien responde.