El Equipo Especial contra la corrupción del poder (Eficcop) tiene en sus manos un testimonio que confirma el vínculo entre la exfiscal de la nación Patricia Benavides y el abogado Luis Castillo Alva, investigado por hechos vinculados al caso “Cuellos Blancos”.
Se trata de la declaración ofrecida por el exfiscal Jorge Vargas Sueldo ante el fiscal Christian Niño Torres –jefe del Equipo Nº3 de Eficcop– el pasado 2 de mayo.
Vargas Sueldo tuvo un breve pero interesante paso por el Ministerio Público. Entre 2018 y 2022, fue fiscal adjunto del Equipo Especial Lava Jato, donde colaboró con las investigaciones contra el expresidente Pedro Pablo Kuczynski y la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori. Tras un corto período en el Área de Enriquecimiento Ilícito y Denuncias Constitucionales de la Fiscalía de la Nación, el 22 de julio de 2023 fue designado fiscal provincial del primer despacho del equipo especial “Cuellos Blancos”, en reemplazo del fiscal Junior Rodríguez.
Según Vargas Sueldo, a los pocos días de asumir dicho cargo se lo presionó con un pedido impropio.
Miguel Girao –entonces asesor de Patricia Benavides– lo invitó a almorzar y le dijo que los acompañaría un “amigo abogado”. Vargas Sueldo, quien sabía haber sido recomendado para el puesto por Girao, aceptó la invitación sintiéndose entre “presionado y comprometido”.
La cita se concretó al día siguiente de la llamada. Según el mismo testimonio, Girao envió a la oficina de Vargas Sueldo a un chofer que lo condujo hasta un edificio ubicado en la avenida Javier Prado, en San Isidro.
“Una vez en el sótano, el vehículo se estacionó y pude ver a Miguel Girao en frente del auto. Al bajar del vehículo nos saludamos y le pregunté: oye, ¿no íbamos a almorzar en un restaurante? Me respondió que no me preocupara, que ya estaban reunidos en ese lugar”, declaró el exfiscal.
Luego ambos subieron al ascensor y al cabo de unos segundos ingresaron a un departamento ubicado en lo alto (el piso 18) del edificio.
En el interior, según dijo, lo estaban esperando Jaime Villanueva Barreto, el conocido abogado Luis Castillo Alva (investigado entonces por el caso Cuellos Blancos) y su pareja, la empresaria Mirtha Gonzales Yep.
Pronto, Castillo Alva tomó la palabra y expuso su pedido a Vargas Sueldo, el fiscal que tenía su caso.
“Empezó a mencionar distintos detalles de la investigación de ‘Los Cuellos Blancos del Puerto’ en la que se encontraba en calidad de investigado, indicando que el principal escollo eran los fiscales Jorge Díaz Cabello, quien era el coordinador del equipo especial, y el fiscal Andy Junior Rodríguez Domínguez (antecesor de Vargas Sueldo en el puesto)”, relató Vargas Sueldo a los fiscales de Eficcop.
Castillo Alva hizo notar, sobre todo, su molestia por una medida dispuesta por el fiscal Junior Rodríguez: la citación, para declarar, a los policías que habían realizado videovigilancias en su caso.
Vargas Sueldo intuyó que el objetivo de la reunión era que dicha medida quedara sin efecto. Dijo sentirse mal, se retiró de la reunión y retornó a su oficina, en la avenida César Vallejo, en Lince.
En los siguientes días, el fiscal estudió la carpeta de investigación contra Castillo Alva y pudo comprender el impacto del pedido.
Castillo Alva es investigado por los delitos de organización criminal, cohecho y tráfico de influencias al haber formado parte del supuesto liderazgo de la organización de “Cuellos Blancos” y por haber obtenido ventajas para sus clientes –entre los que se cuenta al exsecretario de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez– por medio de su amistad con el exjuez César Hinostroza.
En ese contexto, Vargas Sueldo encontró que su antecesor en el cargo, el fiscal Junior Rodríguez, había dispuesto la citación de varios testigos, entre los que se encontraban cuatro policías que habían apoyado en la investigación de los “Cuellos Blancos” a inicios de 2018.
El testimonio de los policías resultaba clave, puesto que fueron los primeros en identificar plenamente a Castillo Alva en reuniones junto a otros integrantes de la organización a inicios de 2018.
Una llamada del 29 de enero interceptada entre Walter Ríos y su asistente Gianfranco Paredes dio una de las primeras pistas. Es esta:
Pocos días después, el 2 de febrero del mismo año, los policías captaron a Castillo Alva almorzando junto a Walter Ríos, el empresario Mario Mendoza y otros asistentes en proceso de identificación. La cita tuvo lugar en el restaurante “Ataji”, ubicado en el centro de Lima, entre la 1 y 30 de la tarde y las 6 y 21 de la noche.
En el transcurso de dicha reunión, a las 5 y 56 de la tarde, Ríos hizo una llamada a César Hinostroza, que fue interceptada por la Policía. Es esta:
La referencia a Castillo Alva tras el seudónimo de ‘Pepe Lucho’ quedó entonces bastante clara.
Algunas semanas después, el 26 de marzo, los policías también captaron a ‘Pepe Lucho’ asistiendo a una reunión en el domicilio del exjuez supremo César Hinostroza, en San Borja.
Vargas Sueldo supo entonces que la declaración de los policías resultaba vital para su investigación y, en contra de los intereses de Castillo Alva, programó la declaración del comandante Danilo Mendoza Montoya, la mayor Angélica Sánchez Chavarry y los tenientes Karla Cuadros Huansi y Miguel Aliaga Camacho para los días 13 y 16 de octubre del año pasado.
Algunas semanas después, sin embargo, el fiscal, convencido de que las presiones en su contra no cesarían, renunció al cargo y a la institución. Y no se equivocó. Tiempo después, ya fuera del cargo, el exfiscal preguntó por la citación a los policías.
Le informaron que la disposición había quedado sin efecto. ¿Qué sucedió?
La respuesta está en un informe del 25 de enero de este año elaborado por la fiscal Julianna Chávez, actual titular del despacho.
De acuerdo con Chávez, el 20 de septiembre del año pasado la fiscal Angie Távara Roque recibió la encargatura del despacho en reemplazo de Vargas Sueldo. Seis días después, el 26 de septiembre, Távara Roque dejó sin efecto la citación a los policías.
Poco tiempo después, la misma fiscal fue promovida como titular del despacho por Patricia Benavides. Se mantuvo en el cargo hasta enero de este año.
El testimonio de Vargas Sueldo corroboró la versión de Jaime Villanueva, dada en su calidad de colaborador eficaz ante el Eficcop.
El 13 de febrero de este año, Villanueva reveló que Patricia Benavides accedió a cambiar fiscales del equipo especial “Cuellos Blancos” para favorecer a Castillo Alva a cambio de recibir ayuda del abogado en una de las investigaciones en su contra en la Junta Nacional de Justicia (JNJ).
El exasesor de Benavides contó que a la salida del fiscal Junior Rodríguez, el 15 de julio de 2023, Miguel Girao propuso al fiscal Vargas Sueldo en su reemplazo. Benavides estuvo de acuerdo y lo designó en el cargo el 22 de julio de ese año.
Villanueva situó la reunión narrada por Vargas Sueldo algunos días después, entre el 24 y el 26 de julio. La cita, dijo, se llevó a cabo en el departamento de Castillo Alva ubicado en el piso 18 de la avenida Javier Prado Oeste Nº 875, en San Isidro:
Ambas versiones han sido rechazadas por Castillo Alva. Luego de ser detenido a finales de abril, el abogado ha negado conocer a Vargas Sueldo y cuestionado la posible reunión, puntualizando que Miguel Girao se encontraba fuera del país entre el 20 y el 28 de julio de ese año.
De acuerdo con los registros migratorios, Girao hizo un viaje a España en esas fechas, sin embargo el testimonio de Vargas Sueldo se limita a indicar que la reunión en el departamento de San Isidro se llevó a cabo en días posteriores a su designación el 22 de julio de 2023, sin precisar una fecha exacta.
Castillo Alva , quien se encuentra cumpliendo prisión preventiva, también es investigado por el Eficcop, por haber entregado 65 mil dólares a los asesores Jaime Villanueva y Miguel Girao por agilizar el cambio de los fiscales de su caso, cargo que también ha rechazado.