(Traducción de ABC Color)
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“No hay día en que no me arrepiento de mi debilidad de carácter”, dijo un emocionado abogado británico en una corte de Houston. “Me permití a mí mismo aceptar estándares de comportamiento en cultura de negocios que nunca pueden ser justificados. Acepté el sistema de corrupción que existía en Nigeria. Hice la vista gorda a lo que ocurría, y soy culpable de las ofensas de que se me acusa”.
El abogado, Jeffrey Tesler, hablaba al final de su audiencia de sentencia en 2012, tras declararse culpable de cargos de corrupción en EE.UU. por su papel en lo que se conoció como el Escándalo de Sobornos de Halliburton. Una red de bancos secretistas y paraísos fiscales “offshore” fue utilizada para canalizar $182 millones hacia funcionarios oficiales nigerianos a cambio de $6 mil millones en ingeniería y trabajos de construcción para un consorcio internacional de compañías que incluía a una que por entonces era subsidiaria de Halliburton. En 2010 Nigeria acusó al ex vicepresidente de EE.UU. Dick Cheney, quien fue presidente de Halliburton antes de ser electo, para luego librarlo de culpa cuando Halliburton llegó a un arreglo de $35 millones.
Registros filtrados de HSBC, un gran banco mundial con base en Londres, revelan nuevos detalles sobre el papel del banco como un conducto para los sobornos – y nuevos detalles sobre cómo operaba Tesler. Los archivos, obtenidos por el diario francés Le Monde y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), muestra vínculos entre Tesler y nigerianos de alto rango que no habían sido nombrados previamente de forma pública en conexión con el escándalo, haciendo surgir la posibilidad de nuevas interrogantes sobre el manejo del asunto por parte de Nigeria.
El Escándalo de Sobornos de Halliburton data de 1994, cuando el gobierno nigeriano lanzó ambiciosos planes para construir el Proyecto de Gas Licuado Natural de Bonny Island.
Tesler era por entonces, según sus propias palabras, “solo un abogado” del norte de Londres. Pasó de asesorar a nigerianos radicados en el Reino Unido sobre negocios de propiedades a aprovechar sus relaciones sucesivos gobiernos militares y civiles nigerianos.
Tesler comenzó a planear los pagos de los sobornos en 1994 y transfirió pequeñas cantidades de dinero a través de Suiza en 1996. Pero para 2003, su rol había aumentado.
En un osado episodio en la capital nigeriana, Abuja, Tesler dirigió la entrega de un bolso de viajes cargado con $1 millón en billetes de $100 en el vestíbulo de un hotel de lujo donde el costo por noche de una suite puede superar el ingreso anual promedio de $3.000 del país. Fue una de al menos 20 transferencias de dinero que Tesler había hecho o dirigido. El dinero tenía como destino el partido de gobierno de Nigeria por medio de la compañía de petróleo y gas estatal, la Nigerian National Petroleum Corporation (NNPC), de acuerdo a un reporte oficial nigeriano.
Meses después, en abril de 2003, el partido de gobierno logró una arrolladora victoria en una elección marcada por el arreglo de votos, el fraude y la violencia que mató a al menos 100 personas.
Las famosas leyes de secreto bancario de Suiza alentaron a Tesler a usar el país como base para mover el dinero. Y el HSBC Private Bank (Suiza), con oficinas cerca de hoteles de lujo en Ginebra y Zúrich, era su banco preferido. Cuando las autoridades estadounidenses se hicieron con las 12 cuentas suizas de Tesler en 2013, cinco eran del HSBC – más que cualquier otro banco.
Los archivos obtenidos por Le Monde y el ICIJ muestran que nueve personas, incluyendo miembros de la familia de Tesler y ciudadanos nigerianos, tuvieron una variedad de roles con cuentas del HSBC Private Bank (Suiza) entre 1990 y 2003 – meses antes de la finalización de la planta de gas. Nueve de las 12 cuentas instruían al HSBC que mantenga toda correspondencia bajo candado y llave en una caja fuerte del banco.
A pesar de que Tesler estuvo bajo investigación desde 2003, el HSBC siguió ofreciendo asesoramiento, servicios y retiros de efectivo a Tesler y su familia, cuyas cuentas en el banco sumaban decenas de millones de dólares en un punto dado de 2006/2007. HSBC asesoró a la familia incluso aunque sus archivos individuales para Tesler y aquellos cercanos a él incluyen referencias a “casos criminales” y “el asunto Tesler”.
La esposa de Tesler, Judy, es nombrada en los archivos como la dueña beneficiaria y cliente controladora de dos cuentas, una de las cuales fue abierta en 1999 y en un punto dado de 2006 o 2007 tuvo $35,3 millones. Los archivos no especifican su rol en relación a una tercera cuenta. Como hizo con su esposa, Tesler también transfirió dinero de sobornos a cuentas a nombre de sus hijas, de acuerdo a investigadores franceses y estadounidenses. Una de las hijas, Laura, por entonces estudiante de psicología de veintitantos años, de acuerdo a los archivos filtrados, se convirtió en millonaria – al menos en papel – a través de su posesión beneficiaria de una cuenta bajo el nombre de una compañía panameña que tenía casi $4 millones.
Judy Tesler y sus hijas no recibieron cargos.
El 14 de enero de 2005 – 15 meses luego de que Tesler fuera identificado por primera vez durante una investigación francesa sobre corrupción –, el agente de Judy Tesler dijo a HSBC que compre y venda inversiones con valor de $380.000. Esta cuenta fue congelada debido a las investigaciones criminales, pero personal del HSBC dejó que la venta siga su curso. Meses después, empleados del banco se encontraron con uno de los dueños beneficiarios en Londres, posiblemente Judy Tesler, para “revisar carteras de valores”.
En abril de 2005, el HSBC Private Bank (Suiza) registró una visita de “J.T.”, probablemente Jeffrey Tesler, quien recogió correspondencia y retiró más de $10.000 en efectivo de otra cuenta.
“Si un banco tiene razón para creer que los fondos están relacionados de cualquier forma a actividad criminal, entonces cualquier transferencia desde o hacia la cuenta debería ser reportada”, dijo Jimmy Gurulé, un profesor en la Universidad Notre Dame y ex asistente fiscal en EE.UU., en una entrevista.
“Los bancos no deberían permitir que sus clientes se beneficien de dinero sucio”, dijo Gurulé, añadiendo que el hecho de que la cuenta luego fue intervenida por las autoridades “pone banderas rojas sobre por qué el banco concluyó que la cuenta no estaba vinculada a actividad criminal y autorizó la venta”.
En respuesta a las preguntas del ICIJ, un vocero de HSBC dijo que el banco no comenta sobre clientes en específico.
Los archivos filtrados revelan que Tesler tenía vínculos financieros con dos ex funcionarios nigerianos: el mayor general retirado Chris Garuba, jefe de gabinete del ex presidente nigeriano Abdulsalami Abubakar, quien supuestamente también recibió sobornos cuando era presidente; y Andrew Agom, un veterano funcionario del gobierno que murió en un ataque a un convoy. Funcionarios del banco también respondieron a una solicitud de la viuda de Agom para descongelar la cuenta de su esposo, cuya correspondencia fue enviado a la firma legal de Tesler en el norte de Londres y que fue marcado como sujeto a investigaciones criminales sobre Tesler. Los archivos no indican si al final la cuenta fue o no descongelada.
Garuba, un ex gobernador del estado de Bauchi (noreste), es ahora director de Obekpa Petroleum, una compañía nigeriana de petróleo. Antes de su muerte, Agom era miembro de la junta del Partido Democrático del Pueblo, que controlaba el gobierno cuando este asunto se desarrolló.
Agom era el dueño beneficiario de una cuenta en HSBC vinculada a una compañía con base en Gibraltar, Hemisphere Services Limited, que tuvo un máximo de $797.377 en un punto dado de 2006 o 2007. La revista Africa Continental previamente nombró a una compañía llamada Hemisphere Services (Nigeria) como “recipiente de largesse” de Tesler tras ver documentos revelados a la revista durante una investigación francesa sobre corrupción. La cuenta de Agom fue abierta en 1991, el mismo día en que una cuenta fue abierta a nombre del ex jefe de la Fuerza Aérea nigeriana, Abdullahi Dominic Bello. Un investigador del gobierno nigeriano previamente había descrito las cuentas suizas de Bello como un conducto para “fondos negros”. El investigador no mencionó explícitamente a HSBC.
Los archivos de HSBC identifican a Chris Garuba y a su esposa Rita como clientes de HSBC; sus nombres están listados junto con el de Tesler en una cuenta llamada Bridlington Enterprises Limited, para la cual Tesler actuaba como apoderado. Los archivos muestran que la cuenta fue abierta el año antes de que Tesler enviara su primer pago de soborno a Suiza, aunque los archivos no muestran que Tesler haya transferido dinero a la cuenta de Bridlington, que tuvo hasta $367.547 en 2006 o 2007.
Chris y Rita Garuba no respondieron a las solicitudes de comentarios del ICIJ.
Tesler fue sentenciado a 21 meses en prisión y entregó $149 millones de sus cuentas suizas al gobierno de EE.UU. por servir como el intermediario de sobornos pagados para asegurar contratos para KBR, la ex subsidiaria de Halliburton, y los otros miembros del consorcio, la firma japonesa JGC Corporation, la parisina Technip, al igual que la italiana ENI S.p.A y su subsidiaria holandesa Snamprogetti Netherlands B.V.
Entre 2009 y 2011, los miembros del consorcio pagaron multas que totalizaron más de $1,5 mil millones por su papel en la intriga de sobornos. Dos funcionarios de KBR que habían trabajado con Tesler, Wojciech Chodan y Albert (Jack) Stanley, ex director y presidente de KBR, fueron sentenciados a un año de medidas alternativas a la prisión y 30 meses de cárcel, respectivamente.
Cheney había sido director y jefe ejecutivo de Halliburton, la compañía madre de KBR, durante cinco años – desde 1995 hasta 2000 – antes de convertirse en el vicepresidente de EE.UU. en 2001.
El abogado de Cheney ha asegurado repetidamente que su cliente no estuvo involucrado. “El Departamento de Justicia y la Securities and Exchange Comission investigaron esa empresa conjunta detenidamente y no hallaron algo que indique cualquier acto inapropiado de Dick Cheney en su rol de CEO de Halliburton”, escribió el abogado Terrence O’Donnell en una declaración a Associated Press en 2010.
Mientras tanto, Tesler, ahora de 66 años, cumplió su sentencia y regresó a Inglaterra, donde dijo a las autoridades que “pasaría los últimos años que Dios graciosamente me otorgue, para buscar perdón”.
Jeffrey Tesler no respondió a las solicitudes de comentarios del ICIJ.
En Nigeria, activistas anti-corrupción siguen pidiendo a las autoridades que identifiquen y persigan a ciudadanos nigerianos envueltos en el escándalo. Aunque nunca fue hecho público, un documento del gobierno de 2010 supuestamente incluye a tres presidentes nigerianos, un vicepresidente, un ministro, jefes de inteligencia y titanes corporativos en una lista de beneficiarios de sobornos. El reporte no nombró a Garuba o Agom.
“En términos de las personalidades y la cantidad de dinero involucrados, es probablemente el mayor escándalo en la historia de Nigeria”, dijo Dauda Garuba, coordinador en Nigeria del Natural Resource Governance Institute, en una entrevista con el ICIJ. (Dauda Garuba no tiene conexión con la familia Garuba que figura en los archivos de HSBC)
“Pero aunque hemos visto las acusaciones y condenas de compañías extranjeras y sus más altos ejecutivos en Europa y América”, dijo Garuba, “el propio gobierno de Nigeria no ha tomado acción en el mismo país en que la corrupción tuvo lugar”.