El juez Víctor Zúñiga aprobó el 30 de marzo pasado la colaboración eficaz de Jorge Yoshiyama Sasaki, quien en 2018 contó en detalle a los fiscales del caso Lava Jato cómo fue la operación de lavado de dinero basada en reclutar falsos aportantes para ocultar el origen de cientos de miles de dólares en la campaña presidencial de Keiko Fujimori del año 2011.
Su confesión permitió llegar al punto inicial en la cadena del ‘pitufeo’ del dinero clandestino: a su tío Jaime Yoshiyama, exsecretario general de Fuerza 2011 (ahora Fuerza Popular), a quien Jorge Barata declaró haber entregado en efectivo parte de los aportes que hizo la constructora brasileña –con dinero de la Caja 2– a la campaña de Fujimori.
Jorge Yoshiyama identificó entonces a Giancarlo Bertini Vivanco, empresario y amigo suyo, como falso aportante y reclutador de prestanombres para ocultar la procedencia de parte del dinero negro de la campaña. Bertini se entregó a la justicia en febrero pasado tras estar cuatro años prófugo y con un proceso de extradición en curso ante las autoridades italianas. Bertini había sido acusado, en marzo de 2021, por el fiscal José Domingo Pérez de haber lavado alrededor de medio millón de dólares de la campaña de Fujimori, por lo que pidió 22 años y 8 meses de prisión en su contra.
Un nuevo colaborador eficaz, bajo el código 2017-55-22, ha dado información detallada sobre el rol que jugó Giancarlo Bertini en la trama de ‘pitufeo’ de dinero para la campaña presidencial de Keiko Fujimori en 2011 y cómo forjó su relación con Jorge Yoshiyama.
De acuerdo con el colaborador, Bertini conoció a Yoshiyama aproximadamente en el año 2003, por intermedio del ingeniero Pierre Gonzales Castelli, quien construyó –según el colaborador– el inmueble donde funcionaron las oficinas de la empresa Laboratorios Roster SA., de Yoshiyama Sasaki. La empresa de Bertini, Office USA, fue contratada para amoblar esas oficinas.
Coincidentemente, desde 1994 Giancarlo Bertini contaba con un almacén y una planta pequeña que funcionaban en jr. San Miguel 1379, en Surquillo, inmuebles vecinos a las oficinas de Roster SA.
Con el tiempo ambos se hicieron amigos.
Según el colaborador, Yoshiyama invitó a almorzar a Bertini en varias oportunidades. En una de esas ocasiones, Bertini “le contó que tenía obligaciones de un millón de dólares aproximadamente”. Yoshiyama le ofreció un préstamo por el monto total de la deuda para así convertirse en su único acreedor. Bertini aceptó y pocos días después Yoshiyama le entregó el dinero en efectivo en su oficina en Surquillo.
De acuerdo con el colaborador 2017-55-22, la entonces secretaria de Bertini, Mónica Rodríguez Dilaura, tuvo conocimiento de este primer préstamo. Luego hubo otros, de montos menores, siempre en efectivo.
Tiempo después, en el año 2011, Jorge Yoshiyama buscó a Giancarlo Bertini en su oficina en Surquillo para pedirle ayuda. “Estamos en plena campaña como locos y hay un grupo de inversionistas peruanos y extranjeros que quieren ayudar financieramente con la campaña pero no quieren que sus aportes figuren, por lo que te pido me ayudes a depositar en la cuenta Scotiabank del partido de Keiko este dinero y llenar las respectivas planillas que te doy y hacer los depósitos en montos no mayores a nueve mil dólares”, le propuso Yoshiyama a Bertini, según el colaborador.
Bertini aceptó.
De acuerdo con el colaborador, Yoshiyama le entregó a Bertini aproximadamente 490 mil dólares, en varias armadas, de alrededor de 100 mil dólares cada una. Tres o cuatro entregas se hicieron en la oficina de Bertini y una en el parque del condominio de este. En esta última entrega, Jorge Yoshiyama estuvo acompañado de su esposa.
Según el colaborador, Bertini mantuvo informados de las entregas de dinero a su entonces esposa Patrizia Coppero del Valle, su secretaria Rocío Salazar Bocangel; al conserje de sus empresas Italia Import Export SRL y Office USA, Daniel Mellado Correa; y a su amigo y socio Fabrizio Brigneti Abasolo.
“Bertini aceptó firmar los recibos de aportaciones que le había entregado Jorge Yoshiyama y figurar como falso aportante por la suma aproximada de ochenta mil dólares, asimismo su esposa Patrizia Coppero del Valle firmó los recibos de aportaciones por la suma de veinticinco mil dólares, e Italia Import Export por la suma de cuarenta mil dólares”, indicó el colaborador eficaz 2017-55-22 en una declaración de marzo pasado.
Además, “Bertini captó de manera directa y por encargo de Jorge Yoshiyama falsos aportantes para la campaña electoral del año 2011, es decir se encargó de buscar personas de su vínculo de amistad, laboral, familiar con quienes tenía confianza para pedirles que firmaran los recibos de aportaciones en efectivo por el monto que ellos creyeran conveniente”.
De acuerdo con el colaborador, Giancarlo Bertini captó directa e indirectamente por lo menos a once personas para ocultar al menos 199 mil dólares.
Se trata de Juan Carlos Castañón del Carpio, quien desde aproximadamente 1992 se encargó de la contabilidad de las empresas de Bertini. Él ofreció firmar un recibo de aportaciones en efectivo por 15 mil dólares.
Su hija, Mayra Alexandra Castañón Dávila, firmó un recibo por 15 mil dólares; y sus primos Sandra Liau Soplopico y Carlos Roldán Dávila Segovia, firmaron cada uno un recibo por 10 mil y 15 mil dólares respectivamente. Este último fue contador de las empresas Office USA SAC e Italia Import Export, de Giancarlo Bertini.
De acuerdo con el colaborador, Bertini presentó a Jorge Yoshiyama y a Juan Carlos Castañón. Este último llegó a hacer trabajos contables para Yoshiyama, quien en determinado momento le prestó alrededor de 10 mil dólares.
Richard Penny Bidegaray, broker de seguros y amigo de Bertini, aceptó firmar un recibo de aportaciones en efectivo de 10 mil dólares. César Helfer Reynafarje, otro de los amigos de Bertini, aceptó firmar un recibo de aportaciones en efectivo de 10 mil dólares.
De acuerdo con el colaborador, Fabrizio Brigneti Abasolo, socio y amigo de Bertini, “se ofreció a colaborar con la firma de un recibo de aportaciones de aproximadamente 20 mil dólares” y ofreció a sus familiares cercanos como falsos aportantes: su esposa Catherine Gonzales Pérez Velasco, quien firmó un recibo de aportaciones de aproximadamente 8 mil dólares; su suegro Pierre Gonzales Castelli, quien firmó un recibo de aportaciones de 50 mil dólares en las instalaciones de la empresa Roster; y su cuñado Pierre Gonzales Pérez Velasco, quien firmó un recibo de aproximadamente 6 mil dólares.
Según el colaborador, Pierre Gonzales le dijo a Bertini que su cuñado, Gustavo Caillaux Zazzali, “podía apoyar en la firma de los recibos debido a que tenía capacidad económica para sustentar”.
Caillaux Zazzali aceptó inicialmente ‘pitufear’ 50 mil dólares, pero esto no llegó a concretarse, de acuerdo con la versión del colaborador. Es por esa razón que Bertini, quien ya había recibido los 50 mil dólares en efectivo de Yoshiyama, tuvo que conseguir otros falsos aportantes. Solo logró ‘pitufear 30 mil’, y devolvió los 20 mil dólares restantes a Yoshiyama, según el colaborador.
Ignacio Vivanco Chirinos, primo hermano de Bertini, también “se ofreció a colaborar con la firma de un recibo de 10 mil dólares y se comprometió a ayudar a buscar personas que figuren como falsos aportantes. Finalmente entregó cinco recibos firmados”.
Una vez que Giancarlo Bertini acumulaba recibos de donaciones de campaña por montos de entre 30 mil y 50 mil dólares; su conserje Daniel Mellado depositaba el dinero en la cuenta bancaria de Fuerza 2011 en montos menores a 9 mil dólares. Luego Bertini guardaba los voucher de depósitos “y una vez que coincidía los montos entre los recibos de aportaciones y los voucher, se los entregaba a Jorge Yoshiyama en suma aproximada de 100 mil dólares, mecánica que se repitió hasta llegar al monto total de 490 mil dólares”.
Las declaraciones de este nuevo aspirante a colaborador eficaz en el caso contra Keiko Fujimori y su partido, ocurrieron entre el 23 y 29 de marzo pasado, pocos días antes del robo de la computadora de la fiscal Paulina Roque, del Equipo Especial Lava Jato, que contiene información importante sobre el tema.