En esta tercera entrega de IDL-Reporteros, Jorge Barata habla de los pagos que le hizo a ‘Chalán’ y a ‘Bandido’, de las coimas que pagó a Jorge Cuba y a su entorno, y del pago de favores que hizo a funcionarios del gobierno aprista.
El que cuidaba a Caballo Loco
Fue durante el segundo día del interrogatorio en Curitiba cuando Jorge Barata confesó que les ponía codinomes —nombre clave o alias, en portugués— a quienes sobornaba. Uno de ellos, Luis Nava Guibert, exsecretario de Alan García, tenía el codinome más interesante en esta historia. Barata lo llamaba ‘Chalán’.
“Chalán es el cuidador de caballos ahí en Perú, ¿no?”, dijo Barata a los fiscales, quien le puso ese codinome “porque había un conocimiento, una historia, de que el presidente Alan García tenía el apelativo de ‘Caballo Loco’. Eso se quedó en mi cabeza y le puse Chalán”.
El ex jefe de Odebrecht en el Perú contó que los pagos ilícitos que realizaba solía asignarlos a un proyecto “para tener una referencia”. En el caso de ‘Chalán’, Barata asignaba estos pagos al proyecto de la IIRSA Sur, “porque era un proyecto que en ese momento era el más grande y podía justificar el pago de esto”. No obstante, hubo otros casos en que algunas transferencias a ‘Chalán’ figuraban como “movimientos especiales”. “Cuando no tenía el nombre de la obra, ponía cualquier cosa”, explicó Barata a los fiscales. “Como eso era un documento de control interno, no hacía diferencia que salga el nombre de la obra”.
Barata explicó también que estos pagos a ‘Chalán’ —primero en efectivo y luego como depósitos a una cuenta offshore en la Banca Privada de Andorra—, “no estaban específicamente vinculados solo a la Interoceánica, sino a un apoyo genérico en todos los temas”.
“Yo estuve pagando a medida que me sentía cómodo […], reconociendo que las cosas estaban caminando, y a partir de ahí iba pagando los favores”. A pesar de ello, Barata cuenta que en determinado momento, Luis Nava Guibert puso “bastante presión” por la demora en la entrega del dinero. Fue por eso que Barata le propuso abrir la cuenta offshore de Ammarin Investment —a nombre de Miguel Atala, por sugerencia de Luis Nava—, para poder acelerar esos pagos. Según Barata y la información que entregó a los fiscales, estos depósitos terminaron en 2008. No hay más pagos a ‘Chalán’ después de ese año.
“No hay. Porque […] es lo que fue pactado, lo que fue conversado […] Yo me acuerdo lo que pacté, y en base a lo que pacté, […] hicimos una búsqueda hasta encontrar toda la información que tenemos sobre eso […] Sumadas las dos cosas conseguimos traer toda esta información [a la Justicia]. No ha habido otro pacto después de este. Con o sin Nava. Entendí que al haber cumplido con los 3 millones, que inclusive fue más […] Si usted suma todos los pagos que hemos hecho, llega a un valor superior a eso”.
Luego de eso, ‘Chalán’ “no me ha vuelto a pedir dinero”, sostuvo el brasileño a los fiscales, pero agregó: “El que me pidió dinero fue su hijo”.
Bandido
José Antonio Nava Mendiola, hijo de Luis Nava Guibert, tenía el sugerente codinome de ‘Bandido’. Jorge Barata se lo había puesto porque “tenía una pistola que cargaba para todos lados”. “Siempre llevaba un arma en el carro, en el pantalón”, contó Barata a los fiscales. “Era algo que a mí me llamaba bastante la atención”.
Durante el interrogatorio en Curitiba, Barata contó que Nava Mendiola, por ser hijo del entonces secretario del presidente García, era una persona que sabía mucho de lo que pasaba al interior del gobierno aprista. “Era un aliado valioso […] Nos traía información de cuáles eran las peleas que estaba habiendo dentro del partido”, recuerda el brasileño. “Eso nos ayudaba a sintonizar con lo que estaba pasando”.
Sin embargo, ‘Bandido’ —gerente general de Transporte Don Reyna, proveedora de Odebrecht— “siempre estaba quejándose”, dijo Barata, por más que este tenía varios contratos y proyectos con la constructora brasileña.
“Hizo una serie de reclamos, pero yo no quería involucrarme en ir hasta el gerente comercial de la obra para reinvindicar que no se pagó eso, que no se pagó aquello, porque no era una cosa que se iba a ver bien e iba a involucrar a un montón de gente y terminaría desentonando y haciendo conocer una relación mía con él y que yo no quería que todos se enteraran”.
“¿Pero por qué pedirle a usted un dinero si [Nava Mediola] prestaba un servicio?”, preguntó el fiscal José Domingo Pérez a Barata. “¿Por qué no reclamarlo por las vías legales correspondientes si consideraba que había un incumplimiento por parte de usted por el servicio de Transportes Don Reyna?”
“Porque [Nava Mendiola] ya había reclamado y por las vías oficiales no había llegado a ninguna solución, y porque también conocía que yo pagaba a su papá”, explicó el brasileño. “Él se sintió también con el derecho de reclamar.”
Barata precisó que con estos pagos ilícitos a ‘Bandido’, quería “liquidar todos esos reclamos y, de alguna forma, agradecerle también por haberme apoyado durante todo este proceso […] con todas las informaciones que siempre me traía”.
Durante el interrogatorio, Barata explicó en detalle los documentos de pagos realizados a Bandido, hechos entre enero y octubre de 2010, y que fueron asignados por Barata al Metro de Lima o Tren Eléctrico, el proyecto más importante por esos días. “Como […] era un dinero de Caja 2, eso no entraba a la contabilidad […] A mí me daba igual poner el nombre Tren Eléctrico o poner el nombre de cualquier proyecto porque era indiferente”.
Barata confesó que, en esas fechas, citaba a Nava Mendiola en “un lugar”, le entregaba el dinero en efectivo y luego le agradecía. En total, el exdirectivo de Odebrecht sostuvo haber pagado a ‘Bandido’ 471 mil dólares en efectivo, como “una especie de reconocimiento” por su ayuda.
Pronto se sabría, por boca del mismo Nava Mendiola, que la ayuda que brindaba a Barata iba más allá de proveerle información útil sobre el gobierno.
El viernes 26 de abril, luego de la confesión de Jorge Barata, ‘Bandido’ declaró ante los fiscales del Equipo Especial Lava Jato. En el Consulado del Perú en Miami, el hijo de Luis Nava confirmó que Barata entregaba en maletas el dinero ilícito en efectivo a su padre, y que, en “algunas ocasiones” el propio Nava Mendiola llevó el dinero, por encargo del exdirectivo de Odebrecht.
“Algunas veces lo recogía y llevaba el dinero a mi padre”, declaró ‘Bandido’ en el testimonio que leyó el fiscal José Domingo Pérez en la audiencia cautelar para Luis Nava Guibert, el martes 30 de abril. “En otras veces me pedía que yo le llevara unas mochilas en diferentes oportunidades, que nunca abrí, pero sé que había dinero y se las entregaba a mi padre”.
Ese día, luego de la lectura de la confesión de su hijo, el exsecretario de Alan García recibiría 36 meses de prisión preventiva.
Los que también recibieron
A lo largo de las cuatro horas de interrogatorio, Jorge Barata reconoció ante los fiscales peruanos el objetivo que perseguía con estos millonarios sobornos: “Eso estaba ayudando, sin duda, a facilitar toda nuestra relación con el Gobierno”. Por eso, además de a ‘Chalán’ y ‘Bandido’, hizo pagos ilícitos a funcionarios de otras entidades. Juan Carlos Zevallos, expresidente de Ositrán, fue uno de ellos.
El contacto con Zevallos fue en 2007 o 2008, dice Barata, cuando estaban construyendo la IIRSA Sur, en un momento en que Odebrecht tenía “mucha dificultad”. Acababan de reemplazar a Zevallos de ese puesto, recuerda Barata, pero igual “se hizo el pacto” con él para que le ayudara con los trámites y la documentación que requería la obra, ya que este funcionario “tenía 5 años en el puesto”. Barata le pagó a Zevallos en una cuenta en la Banca Privada de Andorra durante los mismos años en que pagó a Luis Nava Guibert, el ‘Chalán’.
El siguiente en la fila en pedir dinero a Barata fue Jorge Cuba, entonces viceministro de Comunicaciones, justo en la etapa de la licitación del Metro de Lima.
“¿Usted tiene conocimiento de quiénes eran los beneficiarios o a qué intereses representaban estas personas?”, preguntó el fiscal José Domingo Pérez al exjefe de Odebrecht en el Perú.
“No te puedo afirmar quién más, además de las personas que se presentaron, estaban siendo beneficiados”, contestó Barata. “Para nosotros, cuando el señor Cuba nos buscó a través del señor Carlos Nostre, indicó que él necesitaba recibir tanta cantidad de dinero, y que ese dinero iba servir para pagarle a él y una parte para la gente del Comité de Licitación. Esa es la información que tenemos. Ahora sí, además esta gente, él lo usó para pagar a otros funcionarios, eso no podemos afirmar. Eso hay que chequear con las cuentas, porque el dinero del señor Cuba está registrado en cuenta, o sea una parte también fue en efectivo, pero una parte importante también fue pagado en cuentas”.
Durante el interrogatorio en Curitiba, Jorge Barata dijo que solo tenía conocimiento y registro de lo siguiente: que para el Tramo 1 del Metro de Lima, pagó a Jorge Cuba “un millón [de dólares] en efectivo y en transferencias; al Comité, 400 mil en efectivo; a Santiago [Chau], 300 o 400 mil en efectivo; a Edwin [Luyo], 300 o 400 mil en efectivo y transferencias. O sea, el total […] está alrededor de 2 millones 200 mil dólares”.
Y en el Tramo 2 del Metro de Lima, Barata reconoció haber elevado las cifras: “al señor Cuba, 5 millones [de dólares] en efectivo y transferencia; al Comité, hemos pagado un millón en efectivo y transferencias. A Edwin [Luyo] y Mariella [Huerta], un millón 400 mil en efectivo y transferencias. Al señor Santiago Chau, 400 mil en transferencias. O sea, el total del Tramo 2: 7 millones 800 mil [dólares]”.
Barata dijo que Carlos Nostre, ejecutivo de Odebrecht, que “hizo esta gestión”, fue quien realizó los pagos. “Adicionalmente a eso”, recordó el brasileño, “hemos pagado más 471 mil [dólares] al señor José Nava [Mendiola] dentro del tema del Tren Eléctrico, como ya mencioné”.
De este modo, ante los fiscales peruanos, el exjefe de Odebrecht en el Perú confesó haber pagado, “en números redondos” 10 millones 500 mil dólares en pagos ilícitos por el Metro de Lima.
“Ahora, claro, en los proyectos donde teníamos socios, además, hacíamos una repartición de los costos. Porque no podíamos sacar el 100% de la empresa, también teníamos que compartir con los socios”, explicó Barata. Y dentro de este esquema, dijo, también estaban contados los sobornos.
Para sustentar sus dichos, Barata afirmó ante los fiscales peruanos que Odebrecht ha reunido más de 4 mil hojas con información relacionada a esas transferencias y pagos, que han encontrado dentro de los sistemas del Departamento de Operaciones Estructuradas.
“Te cuento que ese departamento tiene más de 3 millones de hojas, muchas en pdf, en fotografías y una serie de cosas”, explicó Barata al fiscal José Domingo Pérez. “Es una búsqueda exhaustiva, hecha por una empresa especializada, que ha estado trabajando de forma permanente para levantar las 4 mil hojas que vamos a entregarles, además de esas que ya hemos entregado”.
Tortugas sobre árbolesEl pago de favores no solo venía en forma de dinero. Jorge Barata contó a los fiscales peruanos que, a veces, contrataba a familiares de funcionarios que favorecían los intereses de la empresa. “Nos pedían que contratemos a sus hijos”, cuenta Barata. “Y cuando tenían la capacidad, la calificación, se contrataba”. Ese fue el caso, dice el brasileño, de Javier Cornejo Cisneros, hijo del entonces ministro de Transportes y Comunicaciones, Enrique Cornejo. El hijo del ministro fue integrado, por recomendación de Barata, a la empresa Santo Toribio Energía SA, cuyo accionista era la empresa Odebrecht. “El tipo es fabuloso. Muy inteligente y muy preparado. En la época, él estaba haciendo estudios de biología sustentable […] Yo le indiqué que hiciera las entrevistas y fue contratado para trabajar ahí. Quien me lo presentó fue su papá”. Sin embargo, no siempre los contratados eran profesionales calificados. Para entender mejor esta práctica, el fiscal José Domingo Pérez, recordó a Barata que Marcelo Odebrecht, a las personas contratadas bajo este esquema, las llamaba jabuti. “Quiere decir que cuando una tortuga, que es como se llama un jabuti, está encima de un árbol, es porque alguien lo puso ahí, porque una tortuga no sube un árbol”, explicó Barata. “Entonces […] si la persona que está en la posición no es una persona que tenga la calificación adecuada, es una persona que está ahí solo para recibir su sueldo […] Alguien lo contrató porque quería agradar”.
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El Cristo de OdebrechtJorge Barata, exjefe de Odebrecht en el Perú, quería tener “el reconocimiento del presidente” Alan García. Y para conseguirlo, reconoce haber estado muy pendiente de las nuevas ideas de su amigo. Una de ellas fue la construcción del polémico Cristo del Pacífico, la enorme imagen levantada junto al Morro Solar. “En un momento el presidente dijo que quería hacer algo simbólico en la ciudad de Lima”, recuerda Barata. “Que Lima necesitaba tener algo por lo que fuera reconocida”. Entonces García, como hizo con el Gran Teatro de Lima, convocó a algunos empresarios para que, a través de donaciones, realizaran este proyecto. “[García] naturalmente nos llama […] Nosotros hemos trabajado en ese proceso pero […] al final los empresarios, cuando vieron que ya no tenían ningún nivel de retorno, porque el gobierno ya se está terminando, se fueron y yo me quedé solo con el compromiso”, admite Barata, quien para ese momento, ya había encargado la construcción del Cristo a un artista, y “ya no podía retroceder”.
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