El reciente paquete de medidas para contrarrestar la desaceleración en el crecimiento económico contiene disposiciones para ablandar considerablemente la regulación a las compañías mineras y para facilitar la rápida aprobación de los estudios de impacto ambiental.
Pero, como lo probaron investigaciones previas de IDL-R, ni la regulación fue severa (y menos eficaz) ni los estudios de impacto ambiental se hicieron con el debido nivel de seriedad.
Sostener que el crecimiento económico significa abandonar los criterios más elementales de regulación y de cuidado del medio ambiente es una grave falacia que parte, además, de una mentira, como lo demuestran las publicaciones de IDL-R que, por su pertinencia, publicamos nuevamente.