-¿Habló García con Barata el 2019?
A las 10:14 de la mañana del jueves 17 de octubre de 2019, IDL-Reporteros publicó “La confesión de Luis Nava”, el remecedor reportaje sobre el relato minucioso en el que el ex secretario general de la Presidencia de la República durante el gobierno de Alan García, reveló en detalle las múltiples entregas clandestinas de dinero en efectivo que hizo Jorge Barata, el entonces jefe de Odebrecht en el Perú, al propio Alan García.
Esta publicación precisó que “IDL-Reporteros consiguió una copia del extraordinario documento”; es decir, de la diligencia fiscal que tuvo lugar el 25 de septiembre pasado, “cuya abundante y pormenorizada información cambia de manera fundamental lo que se conocía hasta ahora sobre la relación entre Jorge Barata y Alan García”. La relectura, meses después, de ese reportaje, no hace sino confirmar el impactante efecto que la confesión de Nava tuvo sobre el conocimiento del caso.
Apenas media hora después de la publicación, antes de las 11 de la mañana, entró en actividad un chat múltiple en el que participaban un conjunto de notorios personajes junto con otros menos conocidos, y con Roxanne Cheesman, pareja del fallecido ex presidente Alan García. En el grupo estaban Ricardo Pinedo, Erasmo Reyna, Genaro Vélez, Aurelio Pastor, Humberto Abanto, Luciana León, Wilber Medina, José Pimentel.
Tal como reveló un reportaje de Anuska Buenaluque en ‘Cuarto Poder’ el pasado domingo 23 de febrero, Cheesman inició así la conversación “Hola, la mala noticia hoy. Pésima. Nava ha dicho que toda la plata era de Alan, que la usó para pagar lo estudios de sus hijos afuera, lo que es mentira […] porque todos estudiaron con becas y Alan pidió un crédito en el BCP para pagar su media beca”.
“He mandado a una abogada de mi estudio a conseguir la copia de la declaración. Si la consigue la tendré por la tarde”, escribió Aurelio Pastor.
“Habría que reconstruir para poder refutar: 2007 estudiaba Alan R, Gabriela y Luciana”, escribió Pinedo.
“Qué maldito!”, exclamó por escrito Erasmo Reyna, mientras Pinedo enviaba el link de la publicación de IDL-R en twitter.
Entonces, a las 10:46 am, Cheesman afirma/pregunta: “Creo que es hora de sacar mi chat con Barata?”.
“No” responde Pinedo.
“El arma letal es lo último que se dispara. Si se quema ahora, no tendremos con qué disparar después”, aconsejó Humberto Abanto sobre el empleo óptimo de tácticas terminales.
¿Cuál era esa “arma letal”?
Buenaluque la propaló el domingo pasado: Un chat, una conversación por Whatsapp, que tuvo Cheesman, desde Estados Unidos, con Jorge Barata, en Brasil, en la mañana del 17 de abril de 2019, cuando Alan García, después de dispararse en la cabeza, agonizaba en el hospital Casimiro Ulloa. El diálogo empezó a las 9:17 de la mañana, se interrumpió alrededor de las 10:05 y se reanudó a las 10:59. Chessman le informó de la muerte de García a las 11:14 y la conversación terminó cerca de las 11:20.
Durante el diálogo, ante los reclamos de Cheesman para que Barata proclame la inocencia de García, este responde con palabras como: “Siempre diré la verdad y tengo por él la mayor admiración y respeto. Nunca he hablado nada de él porque nunca hubo nada de qué hablar y él sabía de eso. […] Y el próximo martes, en audiencia, escuchará eso de mí […] Unos días más e iba a estar liberado de esa tragedia, qué pena que no pudimos declarar antes para evitar todo eso”.
Pero pocos días después del chat entre Cheesman y Barata, ocurrieron un par de eventos en Curitiba, Brasil, estrechamente relacionados con aquél.
El martes 23 de abril, a las 10:30 de la mañana, tal cual reportó IDL-Reporteros: “Al final de la declaración [de Barata], cuando se estaba firmando el acta y luego abandonando la sala, el abogado Erasmo Reyna, que había asistido ya no como abogado de García sino del partido aprista, se acercó a Barata y le extendió la mano. Se la estrecharon cordialmente y tuvieron un diálogo corto pero significativo. […] Reyna le dijo a Barata que García había sido como su hermano y que estaba muy dolido. Le habló también sobre el aprecio y la estima que García le había tenido al exejecutivo, […] Reyna sostuvo a Barata que García nunca le había pedido a este plata directamente y que aquí se trataba de hablar con la verdad. Barata le respondió que tomaría en cuenta lo que estaba diciendo”.
Eso desencadenó un fuerte incidente. El fiscal Rafael Vela llamó enérgicamente la atención a Barata; y tanto este como su abogado, Carlos Kauffman, se disculparon luego. Reyna grabó la conversación, que fue pronto propalada en Lima.
El día siguiente, el 24 de abril, las confesiones de Barata, bajo juramento y dentro de los términos de delación premiada de Brasil y de colaboración con el Perú, fueron muy diferentes a lo que sugirió en el chat con Cheesman del 17 de abril.
Dentro de una muy detallada y prolija confesión, Barata dijo –según reportó IDL-R– que “supo …, de boca del propio Alan García, que este conocía de los pagos de sobornos a Toledo”. También que aceptó pagar, según afirmó, sobornos a Luis Nava, sabiendo que este “no tenía ninguna capacidad de influenciar sin usar el nombre de Alan García. Como secretario del presidente Nava no tenía otra función ejecutiva que no fuera el servicio al Presidente”. Finalmente, luego de describir cómo incorporó a Miguel Atala dentro del proceso de coimas, Barata respondió a una pregunta del fiscal José Domingo Pérez indicando que: “Luis Nava y Miguel Atala fueron los ‘Maiman’ de Alan García”.
Nada había en común entre sus respuestas al chat con Cheesman y sus declaraciones formales una semana después.
Luego de esas declaraciones, y de la decisión, el mismo mes de abril, de Miguel Atala, de confesar y declarar que el dinero de la cuenta en Andorra (alrededor de un millón 300 mil dólares), era, en realidad, de Alan García, a Luis Nava le quedó poca elección. En septiembre, cinco meses después, Nava empezó un largo y prolijo proceso de confesiones cuya primera parte fue reportada en detalle por IDL-R y que provocó de inmediato el chat grupal aprista y el debate de si utilizar la supuesta “arma letal” en la visión de Abanto.
Conversación con Cheesman
Ese mismo día, desde antes de publicar el reportaje sobre “La confesión de Luis Nava”, IDL-Reporteros buscó comunicarse con familiares del fallecido ex presidente García, para recoger sus versiones y corroborar los datos aportados en la declaración de Nava.
Romina Mella, de IDL-R, se comunicó con Alan García Nores antes de la publicación. Luego de entrevistarlo, García Nores, a petición de Mella, ofreció informar a Cheesman de que IDL-Reporteros buscaba entrevistarla. Cheesman contactó a Mella a través del Whatsapp, a las 12:03 del 17 de octubre. Luego de intercambiar mensajes escritos, hubo una conversación por teléfono que derivó poco después en el envío digital de varios documentos. En forma intermitente, entre conversaciones de voz, diálogos escritos y envío de documentos sobre las propiedades de Cheesman, la comunicación se dio a lo largo de once horas ese día, hasta las 10:59 p.m.
El sábado 19 de octubre, Cheesman se volvió a contactar con Romina Mella, por Whatsapp, para entregar más documentación sobre sus bienes. La comunicación se dio entre las 10:29 a.m. y las 2:32 pm.
Toda la información relevante a las confesiones fue corroborada y la documentación incorporada a la publicación, a través de actualizaciones.
Durante la conversación del 17 de octubre, Cheesman mencionó la que tuvo por chat con Barata y otra, de parecido tenor, que tuvo con José Antonio Nava, el 21 de abril. Por la tarde, Cheesman decidió enviar los dos chats, y lo hizo a las 4 p.m.
La información sobre propiedades y transacciones fue de fácil corroboración y se publicó, como queda dicho, prontamente. El chat entre Cheesman y Barata, en cambio, suscitó preguntas inmediatas:
Cheesman tenía el número de Barata. ¿Lo tuvo también su pareja, Alan García? Y si lo obtuvo por otro medio, ¿acaso no lo compartió con García? ¿Hubo alguna comunicación entre García y Barata antes del trágico desenlace? Y si García tuvo el número y no intentó o logró comunicarse con Barata; o si se comunicó, pero con un resultado insatisfactorio, ¿instruyó a Cheesman para comunicarse con Barata apenas supiera de su suicidio?
De otro lado, sabiendo que pocos días después de ese chat, Erasmo Reyna había abordado a Barata en Curitiba con, en la práctica, el mismo argumento del chat de Cheesman; y que en ambos casos, Barata había respondido en forma similar, para dar después declaraciones formales ante la ley que contradecían abiertamente lo dicho a uno y otra, era evidente que esa contradicción entre versiones era parte de conflictos internos por descubrir; lo cual también aplicaba a las diferencias entre las versiones de Barata, de una parte, y de Atala y Nava, de la otra. Por ello IDL-R decidió incorporar el chat como insumo de investigación, sabiendo además que, al estar en poder de Roxanne Cheesman, iba a salir publicado en cualquier momento.
Ahora, al ver el debate dentro del chat del grupo de personas como Abanto, Pastor, Reyna con Cheesman, donde ellos mismos sostienen que la conversación Cheesman/Barata no es información sino un “arma letal”, queda claro que para ellos el chat no era una información reveladora sino un golpe de propaganda.
En realidad, por lo anotado, recibir el chat fue muy importante, por las preguntas que suscitó y los nuevos caminos de investigación que abrió.
Todavía faltan algunas respuestas finales, pero esas preguntas han permitido ya algunas respuestas y revelaciones que, a continuación, IDL-R expone a sus lectores.
¿Contacto directo?
Empecemos por la primera pregunta: ¿Cómo consiguió Cheesman el teléfono de Barata?
En el reportaje de Anuska Buenaluque, en ‘Cuarto Poder’, Erasmo Reyna responde indicando que ella obtuvo el teléfono de Barata a raíz del impedimento de salida de García del país, el año 2018 (min 13:40). Y agrega que, por su lado, Barata no conocía el número de teléfono de Cheesman (min 14:00).
Por su parte, en otros programas, Ricardo Pinedo ha ensayado una explicación mucho más tosca y ambigua: En N Portada dijo que era fácil conseguir el teléfono de Barata porque “…su familia vive aquí en Perú. Sus hijas viven aquí en Perú.”. ¿Qué quiere decir eso? ¿Que las hijas reparten el teléfono de Barata a quien lo pida? ¿O que son un motivo para mandar un mensaje no precisamente telefónico?
Si nos concentramos, por ahora, en la explicación de Reyna, hay que asumir que el número de teléfono de Barata fue probablemente encontrado hacia fines de 2018 y que Cheesman no lo usó hasta el 17 de abril de 2019. Antes de ello, mientras se profundizaban las investigaciones en el caso Lava Jato y nuevos hechos salían a la luz, ¿existe alguna evidencia de que Alan García buscó un contacto directo con los brasileños y con Barata en especial?
Lo que diversos testimonios parecen indicar inequívocamente es una marcada y creciente preocupación de Alan García por el giro de los acontecimientos, aparejada con un gran esfuerzo por disimular esa preocupación.
Una serie de documentos y testimonios exclusivos que IDL-R ha podido obtener, así lo ilustran:
El 10 de septiembre de 2019, el Colaborador Eficaz 2017-007-4 relató que: “… cuando salió la noticia en la prensa de las cuentas de Miguel Atala Herrera en Andorra, Alan García Pérez convoca a Luis Nava Guibert a un almuerzo al restaurante Don Vito que queda al costado del Instituto de Gobierno de la Universidad de San Martín. Alan García Pérez estaba muy preocupado y muy nervioso, es por eso que Luis Nava Guibert le indica: “compañero, tranquilo, qué te pasa, o esa plata es tuya que estás tan nervioso”; Alan García Pérez le indica: “no, cómo se te ocurre”, Alan García Pérez le preguntó “a ti no te preocupa”; le responde: “no, será un negocio del señor Atala, él no habla de sus negocios o inversiones”.
Es un testimonio curioso, puesto que las confesiones posteriores indican que tanto Nava como Alan García sabían que el dueño real del dinero de la cuenta del BPA era el propio García. Lo que parece seguro es que el tema se trató en ese almuerzo.
La torta de chocolate.- En el mismo testimonio, el colaborador menciona un incidente curioso: “En una ocasión”, cuenta, “Jorge Barata le mandó a través de Luis Nava Guibert una torta de chocolate con láminas amarillas al presidente Alan García Pérez. […] En esa ocasión además, llevó dos porciones con láminas las cuales Luis Nava Guibert sacó, pero Jorge Barata le replicó que [no] las sacara porque eran de oro. Luis Nava Guibert le indicó: “cómo en un país como el Perú comes oro en láminas”; Jorge Barata se avergonzó y le pidió que no le cuente a nadie. Luego, Jorge Barata se enteró que Luis Nava Guibert le contó a Alan García Pérez, por lo que se molestó más que el presidente le hizo una broma de mal gusto a Jorge Barata”.
Sea que las láminas de oro lo expliquen, o no, lo cierto es que parece que la relación entre Nava y Barata, tuvo frecuentes puntos de roce y aspereza, especialmente en los puntos de acceso al entonces presidente García.
El colaborador indicó, asimismo que, “el presidente Alan García Pérez le contó a Luis Nava Guibert que hablaba con Jorge Barata por Whatsapp y se chateaban, y que además usaban a otros para enviar chats. Alan García Pérez llamaba muy seguido a Luis Nava Guibert y enviaba Whatsapp en relación a los brasileños, sobre su preocupación, algunas veces Nava Guibert no le contestaba el teléfono”.
¿Dónde están “Los Amigos”?
En la misma diligencia, el colaborador 2017-007-4 entregó las copias de mensajes de Whatsapp desde el celular de José Antonio Nava Mendiola con el de Alan García. Muchos de los mensajes son reproducción de otras noticias, de pronunciamientos o entrevistas del propio Alan García, pero que conforme avanza el año 2019, adquieren un tono más extraño y por momentos inquietante.
El 4 de marzo de 2019, por ejemplo, le escribe tres mensajes seguidos a Nava Mendiola:
“Esto le pasé a Aurelio para que lo hiciera llegar a los amigos, pero no sé si pasó”.
“Leí su consejo. Lástima por la situación, porque los amigos son los únicos que podrán hacer la Línea II elevada y soy el único que podría impulsarlo”.
“Ojalá pasara. Es posible lograrlo”.
Nava Mendiola contesta con un:
“OK señor”.
“Mañana tengo reunión”.
A continuación, los mensajes se hacen extraños, virtualmente delusivos.
“Así terminará, voy a tumbar a los españoles”.
Nava Mendiola contesta a lo seguro:
“La dilatación del avance se está dando por la falta de seriedad de la empresa, además de la del gobierno”.
“Ojalá un cambio de timonel logre que se plasme la necesidad del pueblo”.
Y García añade:
“Solo los amigos pueden. Me encargo”.
“Es muy cierto”, se apresura en responder Nava Mendiola.
“Avisar”, dice García.
“Sí, señor” termina Nava Mendiola el alucinado diálogo.
El lunes 18 de marzo, García envió otro mensaje sobre “los amigos”.
“En qué andarán nuestros amigos? El gobierno anda dando señales contradictorias”.
El miércoles 20 de marzo remitió la copia de un twitter propiciatorio junto con una instrucción para Nava Mendiola.
Que se firme lo que sea necesario para que el país conozca toda la verdad. El retraso ocasiona daño económico y político. pic.twitter.com/9YxwKlYSjg
— Alan García (@AlanGarciaPeru) March 20, 2019
“Hacer llegar”.
“Bien, señor”, respondió Nava Mendiola.
El 26 de marzo, en medio de las preocupaciones predominantes, se dio tiempo para comentar la calidad tenística de Vizcarra.
“Juega como gobierna. Hasta el culo”.
Dos días después, a las 6:37 p.m., vuelve la preocupación en otro mensaje a Nava Mendiola:
“En qué andarán los amigos”.
Doce minutos después, este contesta:
“Hola señor”
“Lo llamé sin suerte”.
El domingo 7 de abril, hay tres llamadas perdidas. Dos a las 10:24 y una a las 1:05 p.m.
Según Nava Mendiola: Con “los amigos”, García se refería a Odebrecht y a Barata. “García por algún motivo creía que yo tenía una comunicación con Barata, y quería que le haga llegar el mensaje”.
Paella en El Golf
A lo largo de sus últimos meses, Alan García le reveló a José Antonio Nava Mendiola que él había inventado en diciembre de 2017 el supuesto diálogo con un especialista brasileño en marketing, de apellido Coimbra, en el sentido que Jorge Barata inculparía a Luis Nava.
Utilizando las supuestas terceras personas, García ensayó a través de terceros, tal como lo percibió Luis Nava, la idea de que este fuera responsabilizado por ‘chantaje’, afirmando que el delito ya habría prescrito y que sería una manera de unificar versiones ante el avance de las investigaciones. Nava dejó entender, según fuentes confiables, que no lo “metan en huevadas porque no ha estado metido en nada”. Antes no había participado en la campaña presidencial de 2016, que significó un severo revés para García.
Sin embargo, la relación entre ambos continuó casi hasta el final. Cerca del primer fin de semana de abril, García llamó a Nava, quien lo invitó a almorzar en su casa en la playa el Golf. Nava le preguntó qué quería comer. Paella, contestó García.
El sábado 6 de abril de 2019, García llegó a la casa de Nava en el Golf. Estaban Luis Nava y su esposa con otros dos invitados: Fernando Rubini y su esposa.
El almuerzo duró unas cinco horas, entre la 1:30 pm y las 6:30 pm. Un cocinero contratado hizo la paella, y la conversación, estimulada por unas seis botellas de vino LAN reserva, fue entretenida.
“Fue una conversación muy animada” recuerda Rubini, “íbamos a repetir la reunión dos semanas después, en otro lugar, pero no se dio por lo que sucedió. […] Yo en varias ocasiones me paré a hablar por teléfono, y en esos momentos se quedaban hablando Lucho con Alan. Lucho lo miraba con una admiración tremenda. Yo lo traté a Alan de par a par. Yo sabía que él venía [a la reunión en la casa de playa] … La conversación fue … muy profunda en aspectos históricos y económicos”.
“Yo lo noté un poco preocupado [a Alan García] cuando se habló sobre temas económicos. Como que estaba siendo acorralado por las circunstancias”.
En alguna de las ocasiones en que Rubini se levantó, García parece haberle dicho a Nava que se iba a suicidar y este le contestó con un amigable “no hagas eso presidente, cómo vas a hacer eso”, cuya intención aparente era quitarle seriedad a la idea. Luego, la conversación siguió animada con discusiones entre García y Rubini sobre la historiografía de la guerra con Chile. A las 6:30 pm García se despidió.
El día siguiente, García mandó un Whatsapp inusual a Nava. Normalmente, dice este, le hacía chistes sobre la comida: “Que la carne más dura que un zapato, que el vino avinagrado, que el burro a la parrilla no estuvo mal… ese tipo de cosas”. En esa ocasión, sin embargo, le agradeció por la “rica comida”, la conversación, los amigos.
Fue la última reunión que tuvieron el ex presidente con su ex secretario general. Poco después ocurrieron los arrestos, el suicidio, las confesiones.
Mensaje a Samir
En el proceso de avance de las investigaciones en su caso, Alan García parece haber comprendido desde temprano que su punto más vulnerable en la investigación que lo afectaba no era Luis Nava sino Miguel Atala. Con el segundo había de por medio la cuenta descubierta en la Banca Privada de Andorra, con montos y movimientos inocultables.
Como se recuerda, en septiembre de 2017, los periodistas de El País, José María Irujo y Joaquín Gil revelaron los pagos ilegales de Odebrecht a Miguel Atala en la Banca Privada de Andorra. Dos meses después, en noviembre, El País publicó otra nota sobre el “exvicepresidente de la empresa estatal Petróleos del Perú” y su declarada intención de depositar en la BPA de uno a 10 millones de dólares. Dijo que el dinero provendría de negocios agrícolas, inmobiliarios y textiles. También indicó que buscaba cobrar a través de la BPA, una comisión “de unos inversores brasileños”. Ahí es donde estuvo más cerca de la verdad.
Un año después, de acuerdo con el testimonio del aspirante a colaborador eficaz 2017-07-03, cerca del mediodía del 19 de octubre de 2018, el hijo de Miguel Atala, Samir, que también figuraba como titular de la cuenta en Andorra, recibió una llamada telefónica por Whatsapp. Era Alan García. El expresidente le dijo que necesitaba comunicarse con su padre, Miguel, y que lo había llamado porque pensaba que ese “era el teléfono dos de su papá”. Samir Atala informó a García que “su padre no estaba con él” y aceptó transmitirle el mensaje de que “con suma urgencia se vaya a Chosica”.
Samir Atala, que estaba en Piura, voló de regreso a Lima, contactó a su padre y cuando iba a contarle el mensaje que García le había pedido transmitir, Miguel Atala le pidió que se lo diera personalmente.
Según la versión del aspirante a colaborador eficaz 2017-07-03, Samir Atala fue a ver a su padre y le transmitió el recado de Alan García. Ante ello, Miguel Atala “señaló con un poco de incomodidad que seguían con el mismo tema que debía irme del país porque sino le darían prisión preventiva”.
Era tarde. Tres días antes, el 16 de octubre, en respuesta a una petición del Equipo Especial Lava Jato hecha el 13 de octubre, el Poder Judicial había ordenado el impedimento de salida del país por 12 meses a Miguel Atala. A partir de ese momento, como veremos, el círculo se fue cerrando sobre Atala mientras se resquebrajaba su coartada financiera y la real posibilidad de cárcel para él y su hijo Samir se hacía cada vez más clara. Atala lo entendió con certeza y todo indica que García también. Según José Antonio Nava, García le preguntó en las semanas finales por Atala. Le dijo que no le contestaba el teléfono. Al no contestarle, supuso que no lo iba a apoyar. Pese a que, según parece, llegaron a hablar entre sí – o por eso–, el fallido acuerdo entre ambos marcó el camino hacia el final.
La delación y el duelo
En la trama tejida entre Jorge Barata, de un lado, con Alan García, Luis Nava y Miguel Atala con su hijo Samir en el otro, los caminos de todos conducían al destino común de la revelación de delitos cuyas consecuencias, por diversas razones, resultaban inaceptables para García, Nava y los Atala. Ya Jorge Barata había elegido, como lo hizo todo Odebrecht, la delación. Su libertad significaba revelar lo suficiente como para que por lo menos algunos de los denunciados por él terminaran en la cárcel. Todo indica que intentó salvar a García, pero eso significaba que Nava y los Atala asumieran culpas que no estaban dispuestos a hacer suyas.
García parece haberlo entendido. Y comprendió que una vez arrestados, los Atala lo iban a denunciar como el dueño real del dinero de la cuenta de la BPA, como sucedió en efecto; y que luego Nava también dejaría en claro quién era el dueño de la plata de loncheras y mochilas. Sabía además que la delación de Atala era suficiente para incriminarlo. Sin ser demasiado explícito, no dejó de intentar de buscar salidas, hasta que supo que las pruebas terminaban de cerrarlas. Y prefirió morir por su propia mano antes de enfrentarlas judicialmente.
Todo indica que su muerte golpeó duramente a Barata y a los Nava pero no cambió la decisión de ninguno de ellos de no sacrificarse por García. Ya hemos visto cómo las conmovidas manifestaciones del chat de Barata con Cheesman y de su breve conversación con Erasmo Reyna, fueron seguidas casi de inmediato por la puntual, aunque probablemente incompleta delación ante los fiscales en Curitiba.
Fuentes de IDL-R indican ahora que para Barata el chat con Cheesman fue propio de la condolencia que se expresa en un velorio ante la viuda de una persona cercana, pero que su declaración formal ante los fiscales es la que cuenta.
José Antonio Nava Mendiola estaba en Miami cuando se enteró de la muerte de García. Desde ahí mandó el siguiente conmovido mensaje por Whatsapp a Roxanne Cheesman:
¿Cómo concilia Nava Mendiola ese chat con lo que ya conocía? Este contestó así a la pregunta de IDL-Reporteros.
“Mi comunicación con ella, solo puedo manifestarle que en ese momento yo me encontraba en los EEUU y no tenía además las información sobre la magnitud de lo sucedido.
Mi única intención en ese momento era consolar de alguna manera el dolor que ella sentía ante tremenda tragedia y no era el momento de encontrar responsabilidades con ella sino consolarla por su pérdida.
Yo lo que tendría que decir en referencia al tema Lava Jato y a las cosas que conocía, eran en mi concepto solo de interés del ministerio público y es con ellos con los que debía precisar cualquier información y es así como lo hice y lo he venido haciendo.
Mi actitud con ella solo podía ser de consuelo y pésame en ese momento, cualquier otra información es solo con la fiscalía.
Ese momento era de dolor, de luto y de tragedia, considere adecuado mantenerlo así”.
El comentario de Luis Nava sobre la muerte de García es breve:
“Ese día llegó Abanto a verme: “… compañero, tengo una mala noticia…”.
“Alan acababa de fallecer”.
“Lloré mucho su muerte”.
¿Habló García con Barata el 2019?
Sabemos ya que es más que probable que Alan García tuviera el número de teléfono de Barata y se puede suponer a la vez que García no intentaría comunicarse con Barata en una forma que pudiera interpretarse como suplicante. Los intentos de comunicación con “los amigos” fueron por eso indirectos pero a la vez frecuentes.
¿Habló Barata con García por teléfono o Whatsapp? De un lado, cuando menos una fuente que fue cercana a García indica que este le dijo que estaba en contacto con Barata. Del otro, fuentes de IDL-R afirman ahora que cuando este regresó a Brasil en 2016, perdió su lista de contactos en el teléfono y dejó de hablar con casi todos, pues no contesta llamadas de teléfonos desconocidos.
¿Pero habló con García en 2018 o 2019?
Aunque ya no tenía contacto con García en esa época, de acuerdo con fuentes de IDL-R con conocimiento del tema, Barata puede haber hablado una vez con él por teléfono, pero que no recuerda exactamente cuándo ni cuál fue el asunto.
Según una fuente con conocimiento de causa, días antes de matarse, “García contó que habló con Barata, que lo había llamado por teléfono. Me dijo que no lo iba a implicar…. También me dijo: “yo le meto un balazo a este huevón [José Domingo Pérez] y me mato yo. Me mostró que se había metido un balazo el otro día. Le dije que no piense en esas cosas, que no iba a pasar nada”.
La respuesta reveladora a todas esas preguntas reside probablemente en un sitio: el teléfono móvil de Alan García.