En medio de un huaico de denuncias, comprometedoras revelaciones y críticas de casi todos los sectores, el controvertido director general de la PNP, general Raúl Salazar presentó renuncia a su cargo el 6 de marzo, mediante carta al ministro Wilfredo Pedraza.
A continuación, el reportaje de IDL-R sobre el desmantelamiento de personal calificado en unidades policiales de importancia crucial, que ordenó Salazar y cuya revelación puede haber sido una de las razones que precipitó su salida.
El Comando de la Policía desmantela la Divinesp
En una de las más extrañas y contradictorias acciones tomadas por el Gobierno en el ámbito de la seguridad interna, la División de Investigaciones Especiales (Divinesp) de la Dirección Antidrogas de la PNP, acaba de ser desmantelada, para todo propósito práctico.
En efecto, la unidad sin duda más importante y eficaz en la lucha contra el crimen organizado y el senderismo, ha perdido, de un solo golpe, a 21 de sus 26 oficiales, como resultado de una medida sin precedentes por parte de la Dirección General de la Policía, bajo las órdenes de su controvertido director general, Raúl Salazar.
Los 21 oficiales han sido removidos de sus puestos dentro de los cambios de colocación en la Policía. Esos cambios fueron notificados el fin de semana pasado.
La altamente especializada Divinesp es la unidad responsable de la captura del líder senderista ‘Artemio’; de la acción que concluyó en la muerte del mando senderista del VRAE ‘William’; de la captura del espía Víctor Ariza; de la investigación y captura del narcotraficante Fernando Zevallos; de la investigación del caso Sánchez Paredes; de la investigación del caso de César Cataño; de la investigación por lavado de activos, del caso del ex alcalde de Pucallpa, Luis Valdez Villacorta; el descubrimiento y arresto de los interceptadores en el caso BTR, entre muchos otros de alto perfil y gran importancia.
El pretexto para el cambio es el nuevo reglamento de la Policía que ordena que todos los oficiales sirvan cuando menos cinco años en provincias bajo sede provincial. Una dirección especializada como la Divinesp (aunque constantemente manda a sus efectivos por todo el Perú, pero con sede en Lima), conserva por varios años a sus policías, en tanto su preparación es costosa, prolongada y, además, constante.
En cualquier unidad, los cambios anuales no deben exceder un porcentaje relativamente bajo del total de efectivos, para garantizar la continuidad. Con mucha mayor razón en unidades muy especializadas como la Divinesp.
La única justificación para una medida tan radical se da en eventos de corrupción masiva. En el caso de la Divinesp, todos sus miembros pasan por exámenes periódicos de polígrafo.
El único aspecto discutible es el apoyo y la financiación directa, así como el aporte tecnológico que da el gobierno de Estados Unidos a esa unidad. Pero el caso es que el gobierno peruano siempre ha estado de acuerdo con ello y no ha interpuesto objeción alguna. De otro lado, la tecnología policial que presta el gobierno de Estados Unidos y el apoyo financiero para operaciones ha sido decisivo para los éxitos operacionales que ha tenido esta unidad.
Remover de un momento al otro al 90 por ciento de los oficiales de la unidad especializada, significa reducir su eficacia casi a cero. Los que han sufrido el cambio de la virtual totalidad de sus efectivos han sido los que se dedican a la investigación del narcotráfico y lavado de activos.
Los cambios, además, parecen haber sido hechos con encono. Uno de los oficiales mejor especializados en la lucha contra el narcotráfico ha sido enviado a la escuela policial de Puno. Otro, ha sido enviado a la jefatura de radiopatrullas en Huancavelica.
El hecho concreto es que a partir de hoy y hasta que se logre reconstituirla, la mejor unidad contra el crimen organizado ha quedado diezmada. El daño que se ha hecho a una serie de investigaciones en curso es, de acuerdo a lo que puede apreciarse desde ahora, sumamente alto.
Continúa el desmantelamiento de unidades policiales
La Divinesp no ha sido la única dirección policial que ha sufrido un virtual desmantelamiento. Otras unidades de gran importancia en la lucha contra el crimen organizado y la delincuencia común están pasando ahora por un similar proceso de irracionalidad desbocada por parte del Comando Policial.
La Dirección de Investigaciones Criminales (Dirincri) también ha sido diezmada en el marco de los cambios de colocación, dispuestos por el general Raúl Salazar. Según indicó una fuente a IDL-R, “quieren enviar al mayor número de policías a comisarías y a prevención. Han desmantelado las divisiones más importantes con ese pretexto”, dijo la fuente.
El año pasado, 2012, la Dirincri tuvo 379 oficiales asignados. Ahora, en 2013, a pesar del aumento de bandas criminales apenas se ha asignado a 263 oficiales.
Una de las divisiones más afectadas ha sido Secuestros. Han sido removidos entre 20 y 30 policías, muchos de ellos altamente calificados. La labor de esta división condujo a la captura, en diciembre pasado, del ‘Viejo Paco’, líder de la banda criminal ‘La Gran familia’. Fue un trabajo policial arduo y complejo, a cargo de oficiales expertos, buena parte de los cuales ha sido removido ahora.
Otras divisiones que han quedado disminuidas en su capacidad operativa son Homicidios y Alta Tecnología. Varios de los oficiales expertos en investigaciones y computación han sido asignados a unidades con sede en provincias (para cumplir con el reglamento policial) y otros al VRAE.
¿El resultado? Los ciberexpertos (algunos muy calificados) estarán tan perdidos en el VRAE como el experimentado comando de fuerzas especiales de selva que se destine a la división de Alta Tecnología.
En otro asalto a la lógica y la razón, la División de Robo de Vehículos (Dirove) que dependía, por razones más que obvias, de la Dirincri ha pasado a ser parte de la Dirección de Tránsito y de la Policía de Carreteras.
En este contexto, las palabras del ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, en su presentación del martes 5 en el Congreso, sobre las acciones del gobierno en materia de seguridad ciudadana, suenan patéticamente vacías.
“Existe voluntad política” para enfrentar la delincuencia común y el crimen organizado. “No ignoramos la demanda en seguridad ciudadana que exige la población (…) este gobierno sí se preocupó por tener una estrategia clara”, dijo Pedraza el lunes pasado en el Pleno del Parlamento.
La “estrategia clara” bajo las órdenes de Salazar, consiste en enfrentar a las organizaciones de narcotráfico y a Sendero, desmantelando la Divinesp; enfrentar a secuestradores y extorsionadores como “La Gran Familia”, diezmando a la División de Secuestros; parar los robos de autos, parqueando a la Dirove, la División contra el Robo de Vehículos, en la Dirección de Tránsito; combatir el aumento de los asesinatos por sicariato, los robos agravados y los ataques de bandas, sacando a más de 100 oficiales (de un total que apenas supera los 350) de la Dirincri.
Se trata de un increíble sabotaje a su propia misión, que el Gobierno debe explicar, pero no antes de corregir♦