La frase, “el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”, se atribuye al santo católico del siglo XII, Bernardo de Claraval. Hay variaciones de la misma, por escritores tan diversos como Ramón del Valle Inclán, Carlos Ruiz Zafón, Stephen King. Y también por economistas, al argumentar las paradojas de su ciencia deprimente.
Se aplica tanto a los proyectos, los sueños o las promesas que no se concretan en hechos; como, sobre todo, a aquellas acciones bien intencionadas pero que, por ignorancia o falta de tino, terminan en resultados opuestos a la intención original.
Mucho de ello ocurrió la semana pasada.
El viernes 5 de este mes, como se recuerda, ‘La Pestilencia’ perpetró un violento hostigamiento contra IDL-Reporteros, contra su director; y contra el Instituto de Defensa Legal (IDL). Esa acción criminal fue parte de la intensificación de una larga campaña de la ultraderecha (y los círculos corruptos en asimilación simbiótica con ella), de ataques contra IDL-R, basados en masivas campañas de desinformación calumniosa, propalada y rebotada por el periodismo lumpen bajo sus órdenes; por establos de troles en las redes; y reforzada en las calles por el estridente hostigamiento de ‘La Pestilencia’.
En sus últimas acciones de amplificada gritería, ‘La Pestilencia’ ha proferido insultos o blandido carteles que anuncian [su deseo de] la pronta muerte de Gustavo Gorriti, director de IDL-Reporteros. Lo hicieron en febrero, frente a la casa de Gorriti y lo repitieron el viernes 5, frente al local de esta publicación.
El domingo 7, como publicó IDL-R, una persona se acercó en bicicleta, a media mañana, al local que comparten IDL-Reporteros y el IDL. Bajó, colocó una rosa blanca dentro de una botella con agua contra la reja, se alejó para tomar una foto desde la pista y luego se marchó en la bicicleta.
IDL-R publicó el siguiente tuit pocas horas después.
No era la primera vez que gente hostil llegaba al local de IDL fuera de horas de trabajo o en fines de semana. En una ocasión, el 4 de febrero de 2022, para intentar meterse, pata de cabra de por medio, a las oficinas de la institución. En otra, un sábado, para arrojar bolsas de basura al patio de ingreso, mientras un sujeto fotografiaba desde la pista a los delincuentes en plena acción.
¿Una rosa blanca como amenaza? En este país (y en medio mundo, no solo en Latinoamérica), mandar flores funerarias como predicción de muerte pronta a quien se quiere intimidar, ha sido y es un recurso harto usado, que algunas veces logra mucho efecto y otras veces ninguno.
Además, junto con sus otros significados, y en parte también por ellos, la flor blanca tiene un definido y frecuente uso funerario.
Esa, dadas las circunstancias que rodearon el evento, fue la primera hipótesis de IDL-R, y sobre ella se actuó.
En los intensos días siguientes, IDL (y luego IDL-R) recibió información sorprendente a través de un intermediario.
Nos dijo que la acción era todo lo contrario de una amenaza: se trataba, aseguró, de un gesto de solidaridad con IDL e IDL-Reporteros, efectuado por un alemán nacionalizado peruano, con profundas convicciones democráticas.
¿Solidaridad expresada en un día domingo de calle vacía, sin llamar a la puerta, dejando una flor sin mensaje alguno y tomándose el tiempo para fotografiar el cuadro, sin intento ulterior de comunicación? No sonaba coherente. Hicimos varias preguntas a través del intermediario antes de que los directivos de IDL establecieran una comunicación directa con el ciclista de la flor.
Se trataba de Frank Günter Schreiber, un alemán que llegó al Perú el año dos mil y se nacionalizó peruano el año 2017.
Un día después, Schreiber mandó la siguiente carta a IDL:
Abajo de su firma, en la carta, Schreiber pegó un breve recorte del National Geographic sobre el movimiento estudiantil, “La rosa blanca”.
La carta de Schreiber era, es, muy clara. Pero, dado el desenfrenado uso actual de la desinformación y la mentira, IDL-R consideró indispensable realizar una investigación prolija del caso y su circunstancia –ello, en medio de la presión del trabajo en otras publicaciones e investigaciones.
El viernes, Schreiber apareció en el programa “Sálvese quien pueda”, que conducen Josefina Towsend y Renato Cisneros. Explicó con claridad su caso ante sus perceptivos entrevistadores.
IDL-R considera ahora que, a la luz de la información conseguida y analizada, Frank Schreiber intentó expresar su solidaridad con IDL-R y con IDL por el hostigamiento de la Pestilencia, conectando ese episodio con la resistencia heroica de los estudiantes de la Weiße Rose frente a la bestia nazi.
La vinculación con el movimiento que dirigieron, junto con otros, los mártires Hans y Sophie Scholl, es inspiracional y conmovedora. IDL-R agradece el gesto.
Pero la expresión misma de la solidaridad fue realizada en forma equívoca, tal como el propio Schreiber reconoció en su carta y provocó una percepción opuesta a la que, con buena intención y poco acierto, intentó expresar Schreiber.
La intención fue buena, y la agradecemos, pero cuando se la pone en práctica con torpeza, resuena a través de los siglos el dicho de san Bernardo de Claraval indicando hacia dónde conduce el camino empedrado con buenas intenciones, cuando se descuida detalles fundamentales del conocimiento de la realidad en su aplicación.
En vista de lo descrito en esta nota, IDL-R procede a borrar de sus redes sociales la publicación que apareció en ellas el pasado domingo 7 de mayo.