Fue una gran movilización con un título quizá inapropiado: la “Tercera toma de Lima”, pues nadie toma lo que ya es suyo y le pertenece.
El ministro del Interior, que no es la fuente más confiable en precisión aritmética, sostuvo que habían participado unas 21 mil personas. Probablemente fueron más, pero lo realmente importante es quiénes participaron. Organizaciones, colectivos, asociaciones civiles, sindicatos, políticos, asociaciones de trabajadores, delegaciones de regiones, estudiantes organizados y muchos ciudadanos independientes, de diversa procedencia y opinión, se unieron para expresar su ferviente rechazo al gobierno de Dina Boluarte y al Congreso, en demanda del adelanto de elecciones.
Para un alto porcentaje de manifestantes, el gobierno en binomio de Boluarte con los grupos que dominan el Congreso, representa una erosión ininterrumpida de lo que queda de democracia en el país. Y esa no es solo la opinión de los manifestantes.
Hace menos de un mes un sondeo del Instituto de Estudios Peruanos reveló que el 80% de la población desaprueba la gestión de la presidenta Boluarte, mientras que el rechazo ciudadano al Congreso es de un abrumador 91%.
La de ayer fue la primera convocatoria nacional, luego de las violentas protestas de diciembre 2022 y enero 2023 donde fueron muertas 49 personas, presuntamente investigadas hoy por pausadas indagaciones fiscales.
La diversidad de quienes concurrieron a las marchas de ayer fue notable y contribuyó mucho a darle el carácter de ciudadanía de amplio espectro que tuvo. La presencia de Rosa María Palacios, por ejemplo, animó a muchas personas de temple moderado y hasta conservador, a unirse a la protesta. Durante varios días Palacios exhortó a los ciudadanos a participar en la marcha, como ella iba a hacer, e hizo.
Hoy, la presidenta Dina Boluarte se pronunció reconociendo que las protestas fueron pacíficas. Expresó algunos pensamientos cuyo significado, dado que el gran Mario Moreno ya no está entre nosotros, resulta difícil descifrar.
“Eso es bueno para el Perú, entre la paz y el diálogo sincero podemos llegar a buenos consensos que resuelvan los problemas del país y que no estén por delante intereses políticos, que con el devenir de los días no tienen espacio de solución, porque son políticos y eso se resolverá en las próximas elecciones”.
¿Cuál será la fecha de “las próximas elecciones”, presidenta? ¿Es esa la sorpresa que permitirá llegar a “buenos consensos”?
Comprensiblemente escéptica, la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) propuso una nueva jornada nacional de protestas en los días de Fiestas Patrias.
Gustavo Minaya, secretario general adjunto de la CGTP señaló: “El día de hoy, las organizaciones que conforman el CNUL y la CGTP vamos a tener una reunión de evaluación para ver las acciones que vamos a desarrollar. Ya estamos proponiendo, en algunos casos, que se programe una nueva jornada nacional de protestas para los días 27, 28 y 29 de julio”.
La marcha de ayer se distingue de las protestas de diciembre, enero y febrero no solo por haber sido pacífica, aunque enérgica, sino sobre todo por haber sido mucho más inclusiva, urbana y con claridad de metas. Cambio de gobierno, fortalecimiento de la democracia.
Las imágenes del siguiente fotorreportaje de Omar Lucas, expresan el ánimo y la intensidad de lo que se vivió ayer y que, todo indica, no terminó con la noche, sino marcó el comienzo de una nueva etapa de movilización social.