«Ayer cargachos, hoy transportistas», se decía en 2010 y 2011 en los talleres mecánicos del VRAE donde se acondicionaban caletas para cargar la cocaína en camionetas que llevaban la droga a la frontera con Bolivia.
Ahora podrían decir «ayer transportistas, hoy pilotos». O despachadores aéreos, o controladores de torre chicha de vuelo.
Desde 2012 fue evidente que se ensayaba el retorno del narcopuente aéreo para la exportación de la cocaína en el Perú, como en los años de boom en los 80.
IDL-R identificó y reportó sobre lo que entonces era una tendencia comparativamente incipiente. Nuestra primera nota sobre el tema: ‘El Uchiza del sigo XXI’, fue publicada el 8 de agosto de 2012.
Desde entonces hasta ahora, el puente aéreo de las drogas se ha convertido quizá en el principal medio de exportación de la cocaína peruana. Y su crecimiento ha dinamizado enormemente la economía del narcotráfico y cambiado sus patrones aproximándolos a los años de auge –y corrupción– de los 80.
Pese a ser un asunto de seguridad nacional, el gobierno ha preferido mirar a otro lado y disimular con la menor vergüenza posible su inacción en el tema.
Pero dado que con mirar a otro lado no se va el problema, IDL-R publica ahora, junta y organizada, la serie completa de sus investigaciones sobre el puente aéreo. Esta publicación precede nuevas investigaciones que saldrán a luz en los días siguientes.
Aquí las publicaciones, de la más reciente a las más antigua: