Al colaborador eficaz con clave 010A-2018 le han fallado varias cosas, pero no la memoria.
Sus detalladas confesiones sobre reuniones que ocurrieron hace más de dos años, resultan hoy en buena medida comprobadas por la geo-referencia forense de la telefonía celular.
En otras palabras: dónde estuvo el celular hace años – con precisión de minutos–, ahí mismo, casi siempre, estaba el dueño.
Su corroborado testimonio tiene mucha importancia porque compromete con, por lo menos preguntas inquietantes, al hoy presidente del Poder Judicial, José Luis Lecaros.
IDL-Reporteros pudo leer el informe que la fiscal Adjunta Suprema Provisional Fany Quispe remitió el 30 de octubre pasado al fiscal Supremo Provisional Jesús Fernández Alarcón, a cargo de la Primera Fiscalía Suprema Transitoria Especializada en Delitos Cometidos por Funcionarios Públicos, que resume y corrobora la confesión del colaborador 010A-2018.
Gran parte de esta se refiere a la estrecha relación que tuvo el empresario Salvador Ricci Cortez con los entonces vocales de la Corte Suprema, César Hinostroza Pariachi y José Luis Lecaros Cornejo para intercambios de influencias y favores. Dentro de las declaraciones también son mencionados otros personajes, como el entonces presidente de la Corte Superior del Callao, Wálter Ríos y los abogados José Luis Castillo Alva y Humberto Abanto.
Tanto Salvador Ricci Cortez como su hijo, Felipe Ricci Rospigliosi, que participó en algunas de las reuniones descritas por el colaborador eficaz, tenían varios “procesos judiciales en trámite” cuando se llevaron a cabo las reuniones.
La relación entre Ricci Cortez y Lecaros tiene un trasfondo anterior. De acuerdo con lo que declaró el colaborador eficaz, Hinostroza Pariachi habría dicho que a pesar de que “Lecaros se la quería dar de un tipo ‘correcto’, en esa ocasión expresó que a pesar de haberlo absuelto a Ricci Cortez de un caso grandazo como es el caso FOGUEL [sic], por lavado de activos proveniente del narcotráfico, mantenían relaciones con Salvador Ricci, que iba a cenar gratis en sus restaurantes, recibía canastas navideñas, y se la quería pegar de ‘honesto’ y que Salvador Ricci ahora utiliza a Lecaros para pedir favores por el caso de su hotel”.
El caso ‘Foguel’ fue y es, sin duda, un caso “grandazo”: el de la organización de narcotráfico “Los Camellos”, donde mucha gente, empezando por Vladimiro Montesinos, estuvo comprometida, y en la que, pese a los asesinatos perpetrados en Perú y Panamá, para silenciamiento y venganza, quedaron varias revelaciones y confesiones pendientes de investigación adicional.
Según el colaborador eficaz, “Salvador Ricci Cortez siempre se jactaba que José Luis Lecaros Cornejo era su “pata” y que este juez supremo fue quien lo apoyó en el caso FOGUEL [sic] en el cual estuvo procesado por lavado de activos. Salvador Ricci Cortez le dijo a Walter Ríos que se reunían periódicamente con Lecaros Cornejo, cada dos meses aproximadamente, en su despacho de la Corte Suprema…”.
Wálter Ríos, confirmó esa cercanía, según el testimonio del colaborador. En mayo de 2017, Ríos estuvo cerca del Palacio de Justicia y telefoneó a Ricci para pedirle que gestionara que Lecaros lo reciba. Este le devolvió prontamente la llamada informándole que Lecaros lo recibiría de inmediato; lo cual, en efecto, sucedió.
¿Cómo se corroboró esa información? La DIVIAC, la división policial encargada de investigaciones de “alta complejidad”, bajo el mando del coronel PNP Harvey Colchado, se encargó de ello y ofició los resultados a la fiscalía: el 8 de mayo de 2017, a las 2:41 de la tarde, Wálter Ríos llamó desde el 991-xxx-xxx a Salvador Ricci (996-xxx-xxx). La conversación duró 3 minutos 41 segundos. A las 2:46 pm, Ricci llamó a José Luis Lecaros (934-xxx-xxx) en una comunicación que duró un minuto 42 segundos. A las 2:49 pm, Salvador Ricci telefoneó a Wálter Ríos en una llamada que duró un minuto 20 segundos. Según la DIVIAC, en ese lapso el celular de Wálter Ríos se encontraba muy cerca de la celda de telefonía celular ubicada a una cuadra del Palacio de Justicia.
La misma tecnología investigativa ha permitido confirmar que reuniones acaecidas tiempo atrás, que el colaborador revela hoy, sí ocurrieron.
Hubo dos reuniones en el restaurante Polo Marino en 2106, a las que concurrió Lecaros para, según el colaborador, asegurarse el apoyo de Hinostroza Pariachi a su candidatura para la elección del representante del Poder Judicial ante el Jurado Nacional de Elecciones. El informe de la DIVIAC indica que en la noche del 5 de octubre de 2016, los celulares de Ricci, Hinostroza y Ríos coincidieron en un radio próximo al Polo Marino.
El colaborador menciona otra reunión en el bar del Polo Marino donde, indica, asistieron Ricci, su hijo Felipe, su contador, Hinostroza Pariachi, Lecaros Cornejo, Wálter Ríos; también, “probablemente”, el abogado José Luis Castillo Alva y el magistrado Willy Zavala Mata. Según la DIVIAC, en la noche del 21 de octubre de 2016, los celulares de Hinostroza y de Ricci se encontraban en un radio próximo al Polo Marino.
El 15 de noviembre de 2016, Lecaros perdió la elección. El magistrado Víctor Ticona fue nombrado representante del Poder Judicial en el Jurado Nacional de Elecciones.
En el mismo documento consta una declaración de Wálter Ríos sobre una conversación inopinada que tuvo en la cárcel (Ancón I) el primero de marzo de este año.
Según Ríos, ese día a las 3 de la tarde, “el técnico del INPE de nombre Jonathan llamó al interno César Álvarez Aguilar toda vez que su abogado Humberto Abanto lo estaba buscando”. Después de unos minutos, prosigue Ríos, “a través de la ventana enmallada del ambiente donde se encontraba César Álvarez Aguilar con Humberto Abanto, lo llama este último refiriéndole [sic] que le conceda ‘un par de minutos’, lo cual aceptó. En la conversación, el abogado Humberto Avanto [sic] Verástegui le dijo a Walter Ríos Montalvo que iba de parte del Presidente del Poder Judicial – José Luis Lecaros Cornejo – para preguntarle “qué cosa necesitaba, en qué lo podían ayudar y que comprenda que las declaraciones públicas no pueden ser amigables, asimismo que lo podía ayudar en su caso…”. En su declaración, Ríos refiere que “desvió el tema hacia otros de índole académicos [sic] decidiendo comunicarlo al Ministerio Público”.
En el documento de la fiscal Fany Quispe, que registra lo fundamental de las confesiones del colaborador 010A-2018, queda clara también la estrecha relación que tuvo Salvador Ricci con César Hinostroza Pariachi. Aunque ya se ha publicado algo sobre la vinculación entre Ricci y Lecaros, no se había revelado hasta hoy la cercanía y profundidad que tuvo, según la detallada confesión del colaborador 010A-2018.
Parte de esta confesión –que confirma la realización de las reuniones– ha sido corroborada por la DIVIAC. Lo que se revela hasta ahora son por lo menos graves conflictos de interés. IDL-R seguirá investigando el tema.