El pasado 24 de mayo, en la continuación de su declaración testimonial en la fiscalía a cargo de Alcides Chinchay –que lleva a cabo la hostil investigación contra mí y contra los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez, además de otras personas–, Jaime Villanueva se esmeró en reforzar la desinformación con el falso testimonio.
IDL-Reporteros obtuvo hace poco la copia del acta de dicha diligencia y, después de leerla, concluyó que la pertinaz falsedad en el testimonio de Villanueva hacía aconsejable que la respuesta fuera dividida en partes, para no abrumar a los lectores con el desmentido en detalle de cada falso testimonio.
Veamos ahora las falsedades más significativas en la página 5 (son once en total) de su declaración testimonial el 24.
Villanueva “testifica” que en octubre de 2019, los fiscales del equipo especial del caso Lava Jato (en este caso, el coordinador, Rafael Vela y el fiscal José Domingo Pérez) “coordinan para que Luis Nava declare nuevamente que él, [sic] le había hecho entrega de dinero a Alan García, pero lo que le exigían era que cambie de abogado, a Luis Nava lo representaba el abogado Julio Rodríguez. Vela y Pérez, [sic] le exigieron que para su colaboración tenía que cambiar de abogado y le pusieron como abogado al señor Noblecilla, que fue recomendado, eso me dijo Domingo Pérez, que ese abogado fue recomendado por Gustavo Gorriti y tan luego cambia de abogado, Nava declara y Noblecilla presenta un pedido para que cese la Prisión Preventiva [sic] y Luis Nava termina saliendo”.
Veamos ahora cómo fue la verdad de los hechos.
Para que me dijera cómo se hizo abogado de Luis Nava, entrevisté a Raúl Noblecilla y a otras personas que pidieron guardar reserva de su nombre. Su testimonio coincide en lo fundamental con el de Noblecilla, quien no tuvo problema en hablar abiertamente.
¿Cómo se hizo abogado de Nava? “A Luis Nava” dice Noblecilla “lo conozco en el [penal] Castro Castro cuando yo era abogado de Luis Alberto Mejía Lecca, que estaba en prisión preventiva por el caso cocteles […] En una de esas visitas al Castro Castro, me lo presentó Mejía Lecca. En una ocasión subsecuente, Nava me pide hablar, me dice […] si puedo yo defenderlo”.

¿Cómo conoció Noblecilla a Jaime Villanueva? En 2020, en lo más duro de la pandemia, el cardenal Pedro Barreto encabezó una gestión urgente para llevar oxígeno desesperadamente necesitado, a Jauja y Huancayo. Varias personas (entre las que estuve yo, Gustavo Gorriti) y algunas instituciones nos sumamos al denodado esfuerzo del cardenal. Luego de esa primera etapa, con la experiencia lograda, Barreto organizó un grupo mayor y diverso, que se llamó “¡Resucita Perú, ahora!” (Y no “Respira Perú” como dice Villanueva).
Entre los varios convocados por el cardenal para organizar los aspectos legales de un esfuerzo que buscaba unir conocimiento y consenso para emerger de la trágica circunstancia que vivía el país, estuvo Raúl Noblecilla. Este recomendó a Barreto que convocara, entre otras personas, a la entonces congresista y exjueza, Carolina Lizárraga. Ella aceptó y encargó a su entonces asesor, Jaime Villanueva, que realizara las coordinaciones con Noblecilla.
Ahí, dice Noblecilla, se conocieron. Como recuerda, los primeros contactos fueron solo virtuales.
Eso fue lo que sucedió entonces. Hay muchos testigos y no pocos documentos que lo comprueban.
Pero el testigo mentiroso, Villanueva, dice ahora que yo le presenté a Noblecilla y que luego él le comentó a “[José] Domingo que conocí a Noblecilla y es en esa oportunidad que José Domingo me dice que sí, que efectivamente Gustavo Gorriti es quien le recomendó a Noblecilla”.
Noblecilla responde que esa versión es falsa. Reitera que conoció a Villanueva a través de Carolina Lizárraga.

Fuentes familiarizadas con el pensamiento del fiscal José Domingo Pérez afirman enfáticamente que lo que dice Villanueva es una mentira. Y yo sostengo lo mismo: que en todos sus extremos, la versión de Villanueva es falsa, que distorsiona los hechos de la realidad para rearmarlos en una caricatura malévola y mentirosa de esos hechos.
Aclarado el comienzo, hay que añadir que ese no fue el final de la relación entre Noblecilla y Villanueva. Cuando Pedro Castillo fue elegido presidente en 2021, Noblecilla, izquierdista de vehemente convicción, se sumó al prontamente averiado gobierno de Castillo.
Ahí, para su sorpresa, encontró a Villanueva, que había logrado meterse a la burocracia castillista y se proclamaba como un decidido defensor del régimen. Parte de ello consistió en buscar la cercanía con Noblecilla, con jacobinos mensajes que bordeaban la adulación, como describió IDL-R en “Asesorías del camarada Villanueva”.
Villanueva es la persona que escribía lo siguiente a Noblecilla en febrero de 2022:
“Cuenta conmigo, Raúl, para lo que sea necesario, para lo que se pueda hacer en bien de este gobierno, en bien del país. Tú sabes que nos unen principios, que nos unen ideales, que nos une la honestidad y el amor por el país [sic]. Quiero que sepas, quiero que tengas mi plena solidaridad contigo, con el gobierno, con Guillermo [Bermejo], con todas las personas que, yo sé, están apoyando fervientemente que no se caiga este proceso. Es un momento crítico, pero estoy seguro que con esperanza, con fe, con unión, vamos a poder salir adelante. Un abrazo, estimado camarada”.
“Se ponía entonces como súper castillista” recuerda hoy Noblecilla, al cabo de muchas decepciones. Villanueva era “una persona muy rara, que sabía infiltrarse y meterse”.
Y sobre todo mentir.